El patriotismo llega al dise?o de los jardines
Pol¨¦mica en Portugal sobre los escudos vegetales que representan a las colonias
?El dise?o de un matojo verde forma parte del legado hist¨®rico de una naci¨®n? El asunto no es para tom¨¢rselo a broma. Unos parterres crean pol¨¦mica entre historiadores, paisajistas, pol¨ªticos y ciudadanos lisboetas. Todo comenz¨® con el arreglo del descuidado jard¨ªn de la plaza del Imperio, junto a Los Jer¨®nimos. All¨ª aparecieron 32 escudos vegetales de otras tantas provincias portuguesas de los a?os sesenta, cuando se dise?¨® el jard¨ªn. Eran tiempos de la dictadura de Salazar, y ocho de esos blasones recordaban a las provincias ultramarinas, entre ellas los hoy pa¨ªses Cabo Verde, Angola y Mozambique.
La reforma jardinera intent¨® eliminar estos escudos con el argumento de que representaban un pasado colonialista extinto. A la Asociaci¨®n de Defensa del Patrimonio de Lisboa no le convenci¨®: ¡°Es un ultraje a la memoria de un pueblo¡±, defiende en su web. ¡°Un intento de despojar a las futuras generaciones de la herencia hist¨®rica y cultural portuguesa, un legado que tenemos el deber de preservar, y no de borrar como si nunca hubiera existido¡±.
Los paisajistas tambi¨¦n tienen algo que decir. Para Jo?o Gomes da Silva, los blasones corresponden a una obra de ¨¦poca, ¡°pero conservar un testimonio no significa adhesi¨®n ideol¨®gica al salazarismo¡±. El problema del mantenimiento del Patrimonio Vegetal es que sale caro. Un busto de m¨¢rmol se almacena en una dependencia municipal hasta que corran otros tiempos; mantener cada uno de los blasones vegetales cuesta 24.000 euros anuales.
Adriano Moreira tiene m¨¢s motivos que nadie para la morri?a. Fue ministro de Ultramar en la ¨¦poca de la creaci¨®n del parterre (de 1961 a 1963). ¡°Yo no escog¨ª nacer en Portugal¡±, declaraba a sus 92 a?os a P¨²blico. ¡°Yo no escog¨ª la historia anterior de mi pa¨ªs, pero no quiero que la eliminen¡±. La pregunta ¡ªcomo en el caso de los campos nazis, de las estatuas de Franco o del apellido Matamoros¡ª es siempre la misma: ?d¨®nde se pone el l¨ªmite? El mismo nombre de la plaza es ya un absoluto desfase, ?habr¨ªa que rebautizarla como plaza del ex-Imperio? De momento, la poda se ha frenado.
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