¡°La Fiscal¨ªa de Medio Ambiente est¨¢ en dificultades¡±
El fiscal coordinador de Medio Ambiente y Urbanismo denuncia sus "recursos insuficientes" tras recibir un premio a su lucha contra los delincuentes ecol¨®gicos
Una vi?eta gigante del dibujante Antonio Mingote recibe a los visitantes en la Fiscal¨ªa Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo, en Madrid. ¡°Dec¨ªa Antonio Ponz que por cada ¨¢rbol que se cortara en Espa?a habr¨ªa que ahorcar a un alcalde¡±, dice un personaje. ¡°?Y eso cu¨¢ndo lo dijo ese se?or?¡±, pregunta su compa?ero. ¡°En el siglo XVIII¡±, instruye el primero. ¡°Claro, tanto tiempo amagando, los alcaldes se conf¨ªan¡±, zanja el segundo.
Antonio Vercher dirige desde 2006 esta Fiscal¨ªa que combate los delitos ecol¨®gicos en un pa¨ªs, Espa?a, en el que el C¨®digo Penal no incluy¨® la protecci¨®n ambiental hasta 1983. Vercher, nacido hace 62 a?os en el pueblo valenciano de Tavernes de la Valldigna, no suele conceder entrevistas: ¡°De casi todo lo que puedo hablar no debo hablar, porque son temas en investigaci¨®n¡±. Prefiere las an¨¦cdotas sin nombres, como la del hombre despechado que decidi¨® quemar las cartas de amor de su exnovia en un contenedor que un ayuntamiento valenciano hab¨ªa instalado de manera negligente en un bosque. Ardieron 2.000 hect¨¢reas.
La Fiscal¨ªa acaba de recibir el premio Fundaci¨®n BBVA a la Conservaci¨®n de la Biodiversidad, dotado con 250.000 euros, porque su trabajo, ¡°con recursos insuficientes¡± y ¡°basado siempre en el mejor conocimiento cient¨ªfico disponible¡±, ha sido ¡°crucial para la reducci¨®n de los incendios forestales, la corrupci¨®n urban¨ªstica, la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, el tr¨¢fico ilegal de especies, el maltrato animal, el uso de cebos envenenados en el campo y la conservaci¨®n de recursos como el agua¡±, seg¨²n el jurado. Orgulloso, Vercher se deja entrevistar, con el C¨®digo Penal en la mano, aunque lo recita de memoria.
Pregunta. La propia Fiscal¨ªa subraya sus ¡°recursos insuficientes¡± en la nota de prensa del premio. ?Tan insuficientes son?
Respuesta. Empezamos hace poco menos de 10 a?os con un grupo de gente absolutamente exiguo. Se fueron nombrando fiscales y delegados en diferentes provincias y se fue consiguiendo incrementar el personal con gestiones con diferentes ministerios. En 2006, cuando se cre¨® la Fiscal¨ªa y sacamos la primera estad¨ªstica un poco a ojo de buen cubero, no lleg¨¢bamos a 300 sentencias de condena. El a?o pasado conseguimos 929. Verdaderamente, estamos en un momento de dificultades. Cada vez que necesitamos alg¨²n tipo de medio t¨¦cnico, tenemos que convencer a una universidad. El Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa puede hacer cosas, pero no todas. Los laboratorios de la Guardia Civil, exactamente lo mismo. Tenemos que firmar convenios con diferentes entidades, a base de buenas conversaciones y de buen rollo. Hoy mismo, el jefe de la unidad t¨¦cnica est¨¢ fuera, en unas gestiones para conseguir que un determinado laboratorio de una universidad espa?ola nos haga una anal¨ªtica.
Me doy con un canto en los dientes con el n¨²mero de sentencias que conseguimos contra los malos tratos a animales¡±
P. Hubo 929 sentencias condenatorias en 2014, pero la mayor parte (465) son de urbanismo.
R. En 2013 alcanzamos la cifra r¨¦cord de condenas de urbanismo, que fue 501. En 2014, por primera vez, aumentamos como unas 50 condenas por delitos medioambientales respecto al a?o anterior y disminuyen las de urbanismo. Los fiscales creen que, a tenor de las sentencias que se est¨¢n produciendo, determinados sectores empresariales y pol¨ªticos relacionados con el urbanismo y con la construcci¨®n son m¨¢s reticentes a la hora de entrar en aspectos dudosos o discutibles.
P. ?Se refiere a que hay menos corrupci¨®n?
R. Hay menos iniciativas que pueden degenerar en actos que podr¨ªan calificarse como delictivos. El t¨¦rmino corrupci¨®n es muy et¨¦reo. Lo que dice Michael Levi, profesor de Criminolog¨ªa de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), es que la corrupci¨®n implica discrecionalidad, monopolio y falta de posibilidad de exigir responsabilidad a quien act¨²a. Eso son los tres requisitos. Imag¨ªnate lo que cabe ah¨ª dentro.
P. Seg¨²n la Memoria de la Fiscal¨ªa de 2014, hubo solo 49 sentencias condenatorias por delitos contra el medio ambiente, 171 contra flora y fauna y 62 por malos tratos contra animales dom¨¦sticos. Parece que hay un desfase entre las condenas y la realidad.
R. Hablamos de sentencias de condena. Posiblemente ha habido m¨¢s. Esto es una cosa que algunas ONG no comprenden, pero en un robo t¨² inicias una investigaci¨®n y hay grandes posibilidades de que la persona que ha cometido el robo, de alguna forma u otra, pertenezca a ese mundo. Generalmente, en tema de robos no suele haber muchos problemas en el ¨¢mbito de las pruebas. Es perfectamente posible que en un mismo a?o tengas una apertura de diligencias, un atestado previo, un juicio y una sentencia. Pero aqu¨ª, en la Fiscal¨ªa, hemos tenido asuntos de 10 a?os. Esta es una forma de delincuencia en la que organizar estad¨ªsticas es muy complicado. Puedes encontrarte asuntos que se dilatan porque los abogados recurren y recurren. Hay un tema que no se me olvida, una sentencia que se dict¨® contra la empresa papelera Ence, en Pontevedra [la Audiencia de Pontevedra conden¨® en 2002 a seis directivos de la Empresa Nacional de Celulosa (Ence) a cinco meses de arresto por vertido de residuos contaminantes a la r¨ªa de Pontevedra]. Aquello tard¨® 10 a?os. Yo estaba en el Supremo y llevaba temas de medio ambiente. Recuerdo que dejaron de recurrir cuando se enteraron de que al fiscal que llevaba el tema le destinaban a Guadalajara.
P. ?Por qu¨¦ en ese momento?
R. Porque el procedimiento ten¨ªa como 60 tomos y pensaron: ¡°El que venga no va a tener ni idea¡±. Y ocurri¨® una cosa interesante: en la propia Fiscal¨ªa pidieron que al fiscal que se hab¨ªa ido le dieran una comisi¨®n de servicios de dos meses para celebrar la vista. El juicio, cuando vieron al fiscal que conoc¨ªa la materia desde el principio, dur¨® cinco minutos, porque se conformaron inmediatamente. Y el fiscal aprovech¨® para pedir 200 millones de pesetas extra para invertirlos en la recuperaci¨®n del entorno en la r¨ªa de Pontevedra. En temas de malos tratos a animales dom¨¦sticos, yo me doy con un canto en los dientes con el n¨²mero de sentencias que conseguimos, porque no es este un pa¨ªs especialmente caracterizado por tener una especial sensibilidad hacia otras formas de vida distintas a la humana. Que consigamos 62 sentencias de condena, si las comparamos con las de a?os anteriores, verdaderamente se est¨¢ avanzando mucho, porque eran muy pocas las sentencias que se consegu¨ªan. Cada vez hay m¨¢s ciudadanos que est¨¢n preocupados por el tema y denuncian m¨¢s. Tambi¨¦n fiscales y jueces.
El toro de Tordesillas no se considera malos tratos por ley¡±
P. 62 sentencias por delitos por malos tratos contra animales dom¨¦sticos. Quiz¨¢s el mi¨¦rcoles en el Toro de la Vega en Tordesillas hubo m¨¢s delitos que los condenados en todo 2014.
R. El tema de Tordesillas es que hay una regulaci¨®n legal en la que ha tenido un papel esencial el Parlamento de Castilla y Le¨®n. En su momento, se estudi¨® porque hubo una denuncia hace much¨ªsimos a?os. Y se vio que es una materia que est¨¢ normativamente regulada y, consecuentemente, como est¨¢ plasmada legislativamente, es legal y ya est¨¢. La Guardia Civil no puede hacer nada y si a m¨ª me lo denuncian no puedo hacer nada, porque est¨¢ legalmente regulado.
P. Legalmente, el toro de Tordesillas no se considera malos tratos.
R. No, por ley no es malos tratos, por ley del Parlamento de Castilla y Le¨®n.
P. La Fiscal¨ªa recibe el premio por casi una d¨¦cada ¡°trabajando para el cumplimiento de la legalidad¡±. ?La legalidad actual es suficiente, a la vista de casos como el de Tordesillas?
R. Yo con la labor del legislador no interfiero. El legislador, no lo olvidemos, es el representante del ciudadano.
P. Pero usted hace 10 a?os aplaud¨ªa que se fuera a cambiar la Ley de Montes para que no se pudiera construir en terreno quemado. ?Ahora no echa nada de menos en la ley para proteger el medio ambiente?
R. No.
P. Volviendo al tema de los procesos que se alargan a?os y a?os, uno de los m¨¢s clamorosos parece el del mastod¨®ntico hotel Algarrobico, construido en la playa de Carboneras (Almer¨ªa). Parece que existe en la sociedad una sensaci¨®n de impunidad, de que se puede levantar un mazacote en una playa y no pasa nada.
R. El tema tiene sus matices. Impunidad del todo no es. El hotel est¨¢ vac¨ªo. All¨ª se hizo una inversi¨®n econ¨®mica que ah¨ª est¨¢, supongo que la idea de los propietarios era sacarle alg¨²n tipo de provecho. Y ah¨ª est¨¢ vac¨ªo.
Pisamos callos aplicando el famoso principio de que salga el Sol por Antequera¡±
P. ?Y qu¨¦ pasa con el principio de ¡°quien contamina paga¡±?
R. Lo que pasa es que no ha ido por la v¨ªa penal porque, cuando se constituy¨® la Fiscal¨ªa, si hab¨ªa alg¨²n aspecto delictivo estaba al borde de la prescripci¨®n o hab¨ªa prescrito ya, porque el hotel llevaba muchos a?os construido y, sobre todo, la obra se hab¨ªa iniciado muchos a?os antes. La verdad es que la Fiscal¨ªa se inici¨® conmigo solo y fuimos creciendo hasta estar en condiciones de actuar al cabo de un a?o o un a?o y medio de haberse fundado. Desde el punto de vista penal, aquello era m¨¢s que discutible. Como, por otra parte, la v¨ªa administrativa se plante¨® inmediatamente, se abri¨® un proceso que permit¨ªa resolver el tema. Si no me falla la memoria, se acord¨® en su momento, por las diferentes instancias administrativas (central, auton¨®mica, etc¨¦tera) la expropiaci¨®n para proceder a la demolici¨®n.
P. ?Y qu¨¦ pas¨®?
R. El tema administrativo se complic¨® por diferentes recursos. A nosotros dej¨® de preocuparnos, porque desde el punto de vista administrativo estaba siendo tratado. El tipo de complicaciones que puedan surgir ah¨ª est¨¢n. En el ¨¢rea de Medio Ambiente tampoco son tan extra?as, por lo que coment¨¢bamos en el caso de la papelera de Ence. Son temas en los que hay fuertes intereses econ¨®micos y cada uno hace el uso del derecho para sus propios intereses, lo cual es legal y est¨¢ constitucionalmente permitido. Otra cosa es que nos guste o no nos guste. A todos nos gustar¨ªa tener un medio ambiente absolutamente inmaculado e impoluto. Y espero que as¨ª sea.
P. Hablando de intereses, ?a usted le llaman poderes pol¨ªticos o empresariales para presionarlo?
R. No.
P. ?Nunca le ha llamado un pol¨ªtico al m¨®vil para decir ¡°m¨ªrate esto¡±?
R. Yo respondo a todo el mundo, incluso a la prensa. Siempre cojo el tel¨¦fono y les digo: ¡°No puedo hablar¡±. Pero cojo el tel¨¦fono y respondo. Eso lo he hecho siempre. Recibo a todo el mundo.
P. ?Y qu¨¦ les dice a los pol¨ªticos que llaman?
R. Bueno, si alguien pide una cosa sensata, genial. Si la cosa no es sensata, digo: ¡°Mire, lo siento, el problema que tengo es que si yo hago las cosas bien, fenomenal, pero si no hago las cosas bien estoy prevaricando¡±.
P. O sea que le han llamado al tel¨¦fono prevaricadores o intentando prevaricar.
R. No. Debo admitir que no he encontrado a nadie tan osado para venir con cosas de esta naturaleza. No s¨¦ si es que ya se me conoce, o se sabe c¨®mo funciona la Fiscal¨ªa, o han mirado el n¨²mero de sentencias que tenemos. Lo cierto es que si por algo me congratulo es por el hecho de que la Fiscal¨ªa est¨¢ abierta a todo el mundo. Es una cosa positiva, pero tambi¨¦n tiene aspectos negativos. Nos llegan muchas veces denuncias de gente que a lo mejor est¨¢ desesperada porque le han cortado un ¨¢rbol enfrente de su casa y les gustaba. Llamas al ayuntamiento correspondiente y te comunican que el ¨¢rbol ten¨ªa una enfermedad incurable. Llegan temas de una importancia b¨¢rbara, brutal, y tambi¨¦n te encuentras temas de personas que a lo mejor est¨¢n aburridas y le han talado un ¨¢rbol de forma que no ve las ramas, y le encantaban las hojas.
Se han decretado unas 120 demoliciones de edificios ilegales en 2014"
P. En la Memoria de la Fiscal¨ªa de 2014 se subraya la Operaci¨®n Fragmentados, que era un desv¨ªo de electrodom¨¦sticos que iban a reciclaje; tambi¨¦n se destacan la exportaci¨®n ilegal de neum¨¢ticos a ?frica y a Am¨¦rica del Sur; la construcci¨®n ilegal en suelo r¨²stico de 20 casas en La Rioja, incluyendo la del presidente de La Rioja [Pedro Sanz, del PP]¡
R. Hubo una reforma normativa y aquella vivienda se legaliz¨®, antes de que nosotros supi¨¦ramos nada.
P. ?Sin la reforma normativa habr¨ªa sido delito?
R. Evidentemente.
P. En la memoria de 2014 tambi¨¦n se destaca una querella contra agricultores freseros de Do?ana. Son casos que jur¨ªdicamente ser¨¢n mod¨¦licos, pero se echan de menos grandes empresas. ?Ya no hay grandes casos, del estilo de los vertidos del gigante qu¨ªmico Ercros en el pantano de Flix?
R. En la anterior memoria hay referencias al tema de las operaciones Refresco, Fragmento y Fragmentados. Cuando se inici¨® Refresco, que es un tema que est¨¢ en tr¨¢mite en este momento y del que no deber¨ªa hablar, la Fiscal¨ªa orden¨® la detenci¨®n de 97 personas, entre ellas varios empresarios, y se cerraron varias empresas acto seguido por el juzgado. Hay una sentencia de una operaci¨®n previa que es la Operaci¨®n Fragmento, de la Audiencia Provincial de Madrid, donde se condena a cinco empresarios, dos de ellos a cuatro a?os y varios meses, y tres de ellos a dos a?os y varios meses, por reciclaje ilegal de residuos.
P. ?Son grandes empresas?
R. Son empresas, no me importa el tama?o.
P. ?Es que las grandes empresas respetan m¨¢s el medio ambiente?
R. No nos paramos a analizar eso. Es como cuando detienes a alguien por un delito de robo. Te importa poco que tenga 100 millones en el banco, pero tenga un problema de cleptoman¨ªa, o que simplemente sea una persona que le ha dado la neura ese dia y le ha dado por robar, o sea una persona que reiteradamente roba. Lo que te importa son los hechos, si el hecho es delictivo, si hay circunstancias agravantes y nada m¨¢s. L¨®gicamente, cuando vamos a una empresa que est¨¢ cometiendo un delito contra el medio ambiente no pedimos ni las n¨®minas, ni el n¨²mero de empleados que tiene. Nos importa el hecho delictivo.
Yo escrib¨ª un libro en 2002 titulado 'La delincuencia urban¨ªstica' en el que dejaba absolutamente claro que esto iba a reventar por todos los lados"
P. Otro caso que sorprende es el de la f¨¢brica de Inquinosa, en Sabi?¨¢nigo (Huesca), uno de los lugares m¨¢s contaminados por pesticidas del mundo. Entre 1975 y 1989, la empresa espa?ola tir¨® sin autorizaci¨®n hasta 160.000 toneladas de residuos t¨®xicos de la producci¨®n del pesticida en dos vertederos de Sabi?¨¢nigo. En 2003, un juzgado de Huesca sentenci¨® a Inquinosa a pagar 6,5 millones de euros de indemnizaci¨®n por los da?os ambientales en Sabi?¨¢nigo. Pero Inquinosa ha desaparecido.
R. Tenemos un procedimiento abierto.
P. Es un claro ejemplo de impunidad. El director gerente de Inquinosa, Jes¨²s Herboso Pajarr¨®n, sigui¨® fabricando pesticida en Ruman¨ªa. No se ha pagado un euro todav¨ªa.
R. Puedo asegurar que hay un procedimiento abierto. No puedo entrar en detalles, sinceramente, porque hay una inmensidad de asuntos abiertos y no me puedo acordar de los detalles de todos. Este tema lo est¨¢ llevando la Fiscal¨ªa de Huesca y lo est¨¢ llevando muy bien, como suelen hacer la inmensa mayor¨ªa de las fiscal¨ªas. Pero es un tema que clar¨ªsimamente no est¨¢ cerrado.
P. Usted propuso hace casi una d¨¦cada que el Ej¨¦rcito vigilara los bosques.
R. Y se ha hecho, en Galicia. No s¨¦ si se sigue haciendo, pero durante varios a?os el Ej¨¦rcito organizaba, en colaboraci¨®n con la Xunta de Galicia, patrullas de vigilancia por los montes.
P. ?Cu¨¢ntos delincuentes ambientales hay en la c¨¢rcel?
R. No lo s¨¦, es un tema de ejecuci¨®n de condena. Lo que s¨ª puedo decir es que se han decretado unas 120 demoliciones de edificios ilegales en 2014, por el art¨ªculo 319 del C¨®digo Penal. Nunca hab¨ªamos insistido en recopilar las demoliciones que se llevan a cabo y hemos empezado hace dos a?os. Este a?o ya sabemos m¨¢s o menos con precisi¨®n cu¨¢ntas demoliciones se han producido.
P. ?Son casos como el de la abuela canaria indultada por el Gobierno tras ingresar en prisi¨®n por negarse a demoler su casa ilegal en un parque natural?
R. Lo de esta se?ora es un poco como el caso de hace a?os de un pastor que recogi¨® en Sierra Nevada lo que cre¨ªa que era manzanilla para infusiones, que result¨® ser una planta en riesgo de desaparici¨®n. Se aplic¨® el C¨®digo Penal y apareci¨® un amplio sector de la prensa diciendo: ¡°?qu¨¦ es esto de que por coger manzanilla uno vaya a la c¨¢rcel?¡±. Si no me falla la memoria, en el caso de esta se?ora canaria, fue condenada y se le pidi¨® la demolici¨®n. Una de las cosas que exige el C¨®digo Penal para que a alguien le den la suspensi¨®n de condena es el cumplimiento de su responsabilidad civil, como establece el art¨ªculo 81.3. T¨² construyes ilegalmente, se te condena y solo si demueles has cumplido con tu responsabilidad civil. Si demueles, se te puede dar la suspensi¨®n de condena. Si no demueles, en principio no se te puede dar la suspensi¨®n de condena.
Si disminuyen las condenas de urbanismo, significa que el problema est¨¢ empezando a resolverse"
P. O sea que la abuela canaria estaba bien condenada.
R. S¨ª, s¨ª. Democr¨¢ticamente, legalmente, constitucionalmente y todo lo dem¨¢s. Lo que parece que pas¨® es que la se?ora se comprometi¨® a demoler y acto seguido, con ese compromiso se plante¨® que se cumpl¨ªa el art¨ªculo 81.3 del C¨®digo Penal y por tanto se afrontaba la responsabilidad civil.
P. ?Las 120 demoliciones de edificios ilegales son casos como el de la abuela canaria, construcciones ilegales en parques naturales?
R. No lo s¨¦. Somos juristas, no somos especialistas en estad¨ªstica, ni soci¨®logos, ni nada por el estilo.
P. Su Fiscal¨ªa es de Medio Ambiente y Urbanismo. Con la avalancha de delitos relacionados con el urbanismo que hay en Espa?a, ?tiene que descuidar necesariamente el medio ambiente?
R. Lo interesante es que este ¨²ltimo a?o, por primera vez, aun aumentando el total de sentencias de condena, sin embargo han disminuido las de urbanismo, lo cual est¨¢ bien, porque si disminuyen significa que el problema est¨¢ empezando a resolverse. Porque hay m¨¢s conciencia y m¨¢s conocimiento t¨¦cnico en relaci¨®n con esa materia, con lo cual jueces y fiscales act¨²an con mayor propiedad y con mayor apoyo legislativo y jurisprudencial. Si eso se produce a los 10 a?os de existir la especialidad, y si va acompa?ado de un aumento de condenas en otras ¨¢reas del derecho penal ambiental, esto supone, desde mi punto de vista, que el aspecto urban¨ªstico est¨¢ entrando donde tiene que entrar y que el resto de temas ambientales est¨¢n empezando a ser tratados, al tener un poco m¨¢s de margen de maniobra.
P. Es optimista.
R. No hay que olvidar que la Fiscal¨ªa se cre¨® en 2006, despu¨¦s de las operaciones Malaya y Ballena Blanca, en las que se observ¨® que hab¨ªa grandes inversiones por parte, aparentemente, de mafias extranjeras en temas de urbanismo para blanquear dinero. Aquello fue realmente el pistoletazo de salida de la Fiscal¨ªa, no fue el problema de los malos tratos a los animales dom¨¦sticos ni el problema de la manzanilla protegida que alguien se lleva para hacerse una infusi¨®n. Lo que realmente fue determinante en su momento fueron estas dos operaciones. Se vio que en Espa?a se estaba blanqueando de manera infame dinero negro en construcciones ilegales. Entramos en un momento de m¨¢xima vor¨¢gine, todav¨ªa no hab¨ªa estallado la burbuja inmobiliaria, eso fue tres a?os despu¨¦s. Plantear en aquel momento que aquello fuera delito, en un contexto social en el que para todo el mundo el urbanismo era el pan imparable, constante y permanente... ?qui¨¦n es el loco al que se le ocurre meterse con una materia que est¨¢ resolviendo los problemas del pa¨ªs? Yo escrib¨ª un libro en 2002 titulado La delincuencia urban¨ªstica, publicado por la editorial Colex, en el que dejaba absolutamente claro que esto iba a reventar por todos los lados. Lo ten¨ªamos clar¨ªsimo, y cuando empezamos con la Fiscal¨ªa en 2006 la cosa se confirm¨® a tope. Entramos en la materia, pero no con todas las bendiciones. Pisabas callos, pero tiramos hacia adelante aplicando el famoso principio de que salga el Sol por Antequera. Y, efectivamente, por Antequera sale el Sol.
P. ?Siguen pisando callos? ?A cu¨¢ntos alcaldes han imputado?
R. Todos los fiscales pisan callos. No tenemos un recuento de alcaldes imputados. Tengo en la base de datos todas las sentencias por prevaricaci¨®n urban¨ªstica que se hayan producido y que hemos conseguido.
P. Seg¨²n un informe de 2010 del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas, ¡°la conciencia de los espa?oles se caracteriza por su debilidad¡ puede afirmarse que el ciudadano ecol¨®gico espa?ol todav¨ªa no existe¡±. ?Sigue sin existir?
R. Las cosas han mejorado, sin lugar a dudas. La prueba es el n¨²mero de denuncias que recibimos.
P. El parany, la caza de aves con pegamento que se practica en algunos lugares de la Comunidad Valenciana, ?es un ejemplo de fracaso de las autoridades?
R. Ya ha dicho el Constitucional que est¨¢ prohibido.
P. Pero sigue practic¨¢ndose.
R. Seguimos utilizando la v¨ªa penal a diestro y siniestro. Y no paramos. Seguimos constantemente presentando escritos de acusaci¨®n en Castell¨®n, Tarragona, etc¨¦tera. Ya hay sentencias condenatorias, por supuesto.
P. El galard¨®n del premio que acaban de ganar est¨¢ dotado con 250.000 euros. ?Qu¨¦ van a hacer con el dinero?
R. Se destinar¨¢ ¨ªntegramente a medios para la propia Fiscal¨ªa, a la adquisici¨®n de material y bienes que vamos a utilizar para el control de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, para el control de emisiones nucleares¡
P. ?Nucleares?
R. S¨ª, radiaciones nucleares.
P. ?Eso no lo hace ya el Consejo de Seguridad Nuclear?
R. S¨ª, pero en el C¨®digo Penal hay un apartado dentro de los delitos contra la seguridad colectiva que se refiere al tema de emisiones radiactivas, en el que somos competentes.
P. ?No se f¨ªan del Consejo de Seguridad Nuclear?
R. No es eso. Puede haber una investigaci¨®n de car¨¢cter penal que tiene que ver con una central nuclear. Tenemos una que est¨¢ bastante avanzada, en Asc¨® I (Tarragona).
P. ?Por eso se reuni¨® el 18 de marzo de 2014 con el responsable de la campa?a antinuclear de Greenpeace, seg¨²n consta en la memoria de la Fiscal¨ªa?
R. Consta as¨ª pero es un error. Ya no era el responsable de la campa?a antinuclear de Greenpeace y vino por otro asunto. Otra cosa que tenemos en investigaci¨®n es el tema de Palomares [la colisi¨®n en 1966 de dos aviones militares de EE UU que provoc¨® la ca¨ªda de cuatro bombas at¨®micas sobre la pedan¨ªa almeriense de Palomares], porque se ha producido una denuncia por parte de Ecologistas en Acci¨®n, ya que quedan residuos y han planteado que hay que hacer algo. Entonces, ah¨ª estamos.
P. ?Una denuncia contra EE UU?
R. Es una denuncia gen¨¦rica, pero prefiero evitar preguntas sobre temas concretos.
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