Diferente bipartidismo
Ni socialistas ni populares podr¨¢n gobernar sin pactos con otras fuerzas
El discurso de la recuperaci¨®n econ¨®mica y la dureza adoptada por el Partido Popular sobre Catalu?a no le reporta votos en el conjunto de Espa?a, a juzgar por el sondeo de Metroscopia publicado hoy por EL PA?S y tambi¨¦n por sondeos anteriores de la misma serie. El PP contin¨²a estancado y se mantiene el virtual empate con el PSOE, que supera a los populares por segunda vez en este bar¨®metro, aunque la distancia entre ambos se limita a 1,2 puntos.
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Tras el m¨¢s que probable triunfo del independentismo en las elecciones catalanas, el PP deber¨ªa reconocer los errores cometidos, entre los cuales no es menor la apuesta en Catalu?a por un candidato con un perfil como el de Xavier Garc¨ªa Albiol. De ello se aprovechan Albert Rivera y Ciudadanos, que sostienen inequ¨ªvocamente la unidad de Espa?a, pero con aspirantes de mejor imagen y actitudes centristas. Parad¨®jicamente, el PSC podr¨ªa obtener m¨¢s votos en las generales que en las auton¨®micas, seg¨²n Metroscopia, lo cual, de confirmarse en las urnas, reforzar¨ªa la opci¨®n de Pedro S¨¢nchez.
Pero el cambio m¨¢s significativo es la reconstrucci¨®n del bipartidismo. Se cuartea el sistema de cuatro fuerzas dominantes, apuntado por diferentes encuestas a finales de 2014 y primeros meses de 2015, con PP, PSOE y Podemos pr¨¢cticamente en un pa?uelo, y Ciudadanos acerc¨¢ndose a aquellas en intenci¨®n de voto. Ese dise?o deja paso a otro m¨¢s bipartidista, en cierto modo semejante al de la Transici¨®n, que fue apelado de ¡°imperfecto¡±, y al de aquellas otras legislaturas de Gobiernos estatales sin mayor¨ªa absoluta, en las que el partido dominante requer¨ªa el respaldo de otras formaciones m¨¢s peque?as para completar la suya.
Lo que no deber¨ªa volver es la tensi¨®n enorme a la que fue sometida la sociedad durante la gran polarizaci¨®n pol¨ªtica vivida en tiempos de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como jefe del Gobierno y de Mariano Rajoy al frente de la oposici¨®n, por m¨¢s que ese enfrentamiento se tradujera en una concentraci¨®n enorme de votos y esca?os entre socialistas y populares. Espa?a necesita mucho m¨¢s seny. La pol¨ªtica de pactos y de entendimiento es mejor que la reproducci¨®n de los tiempos crispados de gran parte del decenio anterior, coincidentes con el estallido de la crisis financiera, y parteros de la crisis pol¨ªtica que hoy atraviesa Espa?a.
La suma de las intenciones de voto hacia los dos partidos principales todav¨ªa no alcanza el 50% en el momento presente, pero comienza a estar claro que sobre el PP o el PSOE recaer¨¢ la responsabilidad de construir el futuro Gobierno estatal sobre la base de pactos con otros m¨¢s peque?os y definir reformas constitucionales y legales tan reclamadas como discutidas. Nada de esto ser¨¢ posible si el sectarismo y el rechazo total a los dem¨¢s regresan al escenario. En esa direcci¨®n hay que reorientar la pol¨ªtica para que sea posible reconstruir el Estado.
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