Mozambique est¨¢ limpia de minas antipersonas

Mozambique ha desactivado la ¨²ltima mina antipersona que exist¨ªa en su territorio. Despu¨¦s de dos d¨¦cadas se consigue as¨ª remover todos los explosivos. Sin embargo, todav¨ªa quedan muchas de estas armas enterradas en suelo africano y parece que los gobiernos no est¨¢n haciendo todos los esfuerzos necesarios para desactivarlas y atender a las v¨ªctimas. Por eso estas empiezan a organizarse para pedir responsabilidades a sus gobernantes.
El pasado 17 de septiembre, el gobierno mozambique?o anunciaba que su territorio quedaba libre de minas antipersonas. Seg¨²n Halo Trust, la ONG brit¨¢nica que ha liderado la limpieza del pa¨ªs, 171.000 minas han sido desarticuladas.
Los 15 a?os de guerra civil que vivi¨® Mozambique (1977-1992) se llevaron por delante m¨¢s de un mill¨®n de vidas. Adem¨¢s, alrededor de cinco millones de personas tuvieron que huir de sus hogares y Mozambique se convirti¨® en uno de los pa¨ªses con m¨¢s minas antipersonas del mundo. Como consecuencia de esto, cientos de personas, muchas de ellos ni?os, fueron heridas o resultaron muertas por causa de sus explosiones. Las minas fueron plantadas, principalmente, cerca de estructuras claves como presas, puentes o torres de electricidad.
Halo comenz¨® su programa pionero de limpieza de minas en 1993. Ahora, gracias a su trabajo y al de otras ONG, los 26 millones de habitantes que tiene Mozambique podr¨¢n cultivar sus tierras y cuidar sus ganados de forma segura. Tambi¨¦n el acceso a las minas de gas y carb¨®n, principalmente, el desarrollo de la industria tur¨ªstica o, incluso, la captaci¨®n de inversiones extranjeras se ver¨¢n beneficiadas de la nueva situaci¨®n del pa¨ªs.
A pesar de esta buena noticia, conviene recordar que todav¨ªa son muchos los pa¨ªses africanos que tienen gran cantidad de minas antipersonales en sus territorios e incluso otros donde se est¨¢n plantando en la actualidad.
Tras ser declarado Mozambique libre de minas, Zimbabue pasa pr¨¢cticamente a ocupar su lugar como uno de los pa¨ªses con m¨¢s minas antipersonas del mundo, a pesar de la poca publicidad que tiene este particular problema, tanto en el pa¨ªs como fuera de ¨¦l.
Durante la llamada Guerra de Liberaci¨®n de Zimbabue (1964-1979), antes Rhodesia, las fuerzas gubernamentales plantaron extensos campos de minas en las fronteras con Zambia y Mozambique para prevenir a los insurgentes cruzar libremente a los pa¨ªses donde ten¨ªan muchos de sus campamentos para entrenar, descansar o buscar abastecimientos.
En un primer momento se construy¨® un ¡°cord¨®n sanitario¡± bastante denso con, aparentemente, 5.500 minas por kil¨®metro de frente. Con el tiempo este cord¨®n fue roto o erosionado en muchas de sus secciones, por lo que se construy¨® un segundo cord¨®n sanitario de minas de fragmentaci¨®n direccional que proteg¨ªan las minas antipersonales colocadas en el centro del mismo.
Tambi¨¦n se plantaron gran cantidad de minas antitanques pero la mayor¨ªa de estas fueron detonadas por veh¨ªculos o desactivas inmediatamente despu¨¦s de la guerra. Lo que no ha sucedido con las antipersonas.
Esta situaci¨®n impide que muchas tierras cercanas a estos campos de minas puedan ser cultivadas por las comunidades vecinas o utilizadas para la cr¨ªa de ganado. Adem¨¢s, muchos de los artefactos se hayan muy pr¨®ximos a viviendas particulares, escuelas o cl¨ªnicas, con el peligro que ello implica.
Angola tambi¨¦n es un pa¨ªs fuertemente minado; tiene una gran cantidad de estos artilugios como consecuencia de los 27 a?os de guerra civil (1975-2002) que siguieron a la de independencia de Portugal. Durante el conflicto, las tropas gubernamentales plantaron minas alrededor de sus bases y de pueblos e infraestructuras, como aeropuertos, presas, puentes y torres de electricidad. Los grupos antigubernamentales tambi¨¦n colocaron minas, aunque en menor n¨²mero, cuando conquistaban una nueva posici¨®n o antes de abandonar cualquier lugar capturado.
A medida que pueblos, ciudades y posiciones estrat¨¦gicas cambiaban de manos durante la guerra, fueron coloc¨¢ndose m¨¢s minas. Las dos partes plantaron tambi¨¦n gran n¨²mero de minas antitanques en todo tipo de carreteras y caminos. Todav¨ªa hoy, estos artefactos suponen un gran problema para la seguridad del pa¨ªs.
Pero la mayor¨ªa de las minas en Angola fueron colocadas en y alrededor de pueblos y aldeas que ahora est¨¢n creciendo y expandi¨¦ndose. Una gran concentraci¨®n de minas antipersonas en ¨¢reas muy pobladas da lugar a una situaci¨®n muy peligrosa, provocando a numerosos accidentes.
Todav¨ªa quedan muchas zonas por limpiar y el trabajo se est¨¢ haciendo muy lento, sobre todo por falta de fondos. Adem¨¢s, la p¨¢gina Landmines in Africa acusa al gobierno de Luanda de no tener todav¨ªa un mapa certero y exhaustivo de todas las minas antipersonas enterradas en su suelo a pesar de los muchos a?os que han pasado desde el final de la guerra.
Somaliland es otro punto con fuerte presencia de minas. En este territorio, no reconocido internacionalmente como pa¨ªs independiente de Somalia, la mayor¨ªa de los centros urbanos, en particular la capital, Hargeisa, fueron fuertemente minados durante los a?os m¨¢s duros de la guerra. Zonas alrededor de los campos de personas desplazadas y refugiadas, del aeropuerto e incluso de muchas viviendas privadas, concentran el mayor n¨²mero de artefactos.
Libia tambi¨¦n cuenta con gran cantidad de minas antipersonas, muchas de ellas todav¨ªa no localizadas y que suponen un gran peligro para la poblaci¨®n y tambi¨¦n lo son para los cientos de migrantes que intentan llegar, a trav¨¦s de este pa¨ªs, a las costas mediterr¨¢neas. Otros pa¨ªses de ?frica donde tambi¨¦n se encuentran estos peligrosos artefactos son Egipto, Kenia, Mali, Namibia, Nigeria, Senegal, Sud¨¢n, Sud¨¢n del Sur, T¨²nez o Uganda, entre otros.
La limpieza de las zonas contaminadas con minas antipersonas, la asistencia a las v¨ªctimas y la recopilaci¨®n de informaci¨®n son obligaciones contra¨ªdas por todos los estados al firmar la Convenci¨®n sobre la Prohibici¨®n de las Minas antipersonas. A pesar de ello, son muchos los gobiernos africanos que las incumplen. La p¨¢gina mencionada anteriormente, Landmines Africa, cita como ejemplo a Senegal que ha vacilado y casi deliberadamente ignorado sus obligaciones de remoci¨®n de las miles de minas que todav¨ªa quedan en la regi¨®n de Casamance; o Uganda donde el gobierno, a pesar de las donaciones masivas para la reconstrucci¨®n del norte del pa¨ªs despu¨¦s de a?os de conflicto originado por El Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or, de Jospeh Kony, ha ignorado las necesidades b¨¢sicas de los sobrevivientes de minas.
La buena noticia es que parece que ya se est¨¢n poniendo en marcha, en cada pa¨ªs, esfuerzos para tratar de pedir cuentas a los gobiernos, ya sea por parte de actores externos, de los propios supervivientes de minas antipersonas o de los organismos nacionales encargados de la lucha contra las minas.
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