?Es necesario matar a los animales que ¡®sobran¡¯?
El control mediante la muerte directa no ha conseguido frenar el incremento de ciervos, jabal¨ªes y corzos. En todos los casos, las causas de las sobrepoblaciones son humanas
Corzos que provocan accidentes de tr¨¢fico, jabal¨ªes que entran a comer en huertos, palomas que deterioran edificios hist¨®ricos y concentraciones de estorninos en zonas urbanas que ocasionan molestias por ruidos. La alteraci¨®n humana de los h¨¢bitats naturales est¨¢ provocando otro problema, el de la sobrepoblaci¨®n de determinadas especies. En Espa?a tradicionalmente se ha echado mano de la escopeta, adem¨¢s del veneno, los lazos y los cepos, para paliar estos incrementos de poblaciones. Sin embargo, el problema se mantiene y las asociaciones de defensa de los animales y ecologistas exigen que se lleven a cabo m¨¦todos que no supongan el sacrificio de animales. Estudios cient¨ªficos y algunas medidas ya en marcha demuestran que hay alternativas.
Hasta en 14 municipios de Catalu?a se han llevado a cabo controles de poblaci¨®n de palomas dom¨¦sticas mediante un m¨¦todo anticonceptivo que consiste en recubrir el ma¨ªz que picotean estas aves con una sustancia llamada nicarbazina. En uno de ellos, Cardona (Barcelona), se apreci¨® un descenso de la poblaci¨®n tratada de 118 a 44 ejemplares (62%) en el primer a?o de dispersi¨®n del producto (en 2013), de nombre Ovistop y distribuido por la empresa Ambiens. ¡°Este descenso no se debi¨® solo a la administraci¨®n de Ovistop, sino a una alta mortalidad de j¨®venes superior a la normal¡±, afirma Josep Costa, bi¨®logo de Ambiens, quien puntualiza que ¡°la media del descenso tras la primera temporada de cr¨ªa est¨¢ en torno al 20-30%¡±.
En Italia tienen un patr¨®n de actuaci¨®n m¨¢s extendido en el tiempo que garantiza que en cuatro a cinco a?os la poblaci¨®n de palomas disminuye un 80%. Tanto Ambiens como otras empresas y administraciones aportan tambi¨¦n soluciones (sonidos disuasorios, introducci¨®n de depredadores y retirada de nidos) para espantar a gaviotas, cotorras y estorninos, pero no acaba de extenderse el uso de m¨¦todos incruentos para controlar las poblaciones de mam¨ªferos, desde topillos a ciervos.
Una investigaci¨®n recopila datos de 85 especies de animales en los que se lograron ¨¦xitos de control de poblaciones con m¨¦todos anticonceptivos
Christian Gort¨¢zar, investigador del Instituto de Investigaci¨®n en Recursos Cineg¨¦ticos (IREC/CSIC) de la Universidad de Castilla-La Mancha, considera imprescindible atajar, en primer lugar, la causa del problema: ¡°As¨ª c¨®mo se deber¨ªa prohibir dar de comer a las palomas, tambi¨¦n se deber¨ªa ejercer un mayor control sobre la alimentaci¨®n suplementaria que se le da a especies cineg¨¦ticas como los ciervos¡±. Miguel ?ngel Hern¨¢ndez, responsable de Conservaci¨®n de Especies de Ecologistas en Acci¨®n, advierte que ¡°este a?o, con sequ¨ªa y pastos agostados, en lugar de dejar actuar a la selecci¨®n natural ante esta escasez de agua y pastos, los gestores han seguido aportando pienso y pacas de cereal para la alimentaci¨®n suplementaria de ciervos¡±.
Desde la Real Federaci¨®n Espa?ola de Caza (RFEC), su asesor jur¨ªdico, Alonso S¨¢nchez, afirma que ¡°es cierto que algunos gestores aportan alimentaci¨®n suplementaria en tiempos de sequ¨ªa, pero solo acondicionando las fincas para que tengan mejores pastos¡±. S¨¢nchez niega adem¨¢s la mayor: ¡°la sobrepoblaci¨®n de ciervos no existe porque los titulares de los cotos son los primeros interesados en mantener un equilibrio de la poblaci¨®n para contar con buenos ejemplares¡±. Sin embargo, hace poco m¨¢s de un a?o gobiernos como los de Arag¨®n y Castilla-La Mancha promet¨ªan acabar con el problema de la sobrepoblaci¨®n de ciervos, que afecta a zonas cultivadas, y la primera reconoc¨ªa que, a pesar del incremento de su caza, no se consegu¨ªa reducir el n¨²mero de ejemplares.
El abandono rural, la disminuci¨®n de labores tradicionales en huertos y bosques, la existencia de vertederos y basuras al aire libre y la extensi¨®n de monocultivos de regad¨ªo como el ma¨ªz est¨¢n en el origen de la expansi¨®n del jabal¨ª. Hern¨¢ndez cuestiona de ra¨ªz el control de poblaciones, en especial cuando ata?e a depredadores como el lobo y a otras especies denunciadas desde diversos sectores (cineg¨¦tico, pesca fluvial, agricultores¡) como invasoras, pero que no son cineg¨¦ticas, como meloncillos, cormoranes o calamones. ¡°Lo primero ¨Cafirma¨C es conocer si ese control est¨¢ justificado u obedece a una alarma social y medi¨¢tica basada en la incursi¨®n de jabal¨ªes en una urbanizaci¨®n, una carretera o un cultivo¡±. El medio natural cada vez est¨¢ m¨¢s urbanizado y hay m¨¢s gente transitando por ¨¦l, y Hern¨¢ndez entiende que ¡°es cierto que hay m¨¢s ejemplares de algunas especies, pero tambi¨¦n que todo se hace m¨¢s visible¡±.
"Este a?o, con sequ¨ªa y pastos agostados, en lugar de dejar actuar a la selecci¨®n natural ante esta escasez de agua y pastos, los gestores han seguido aportando pienso y pacas de cereal para la alimentaci¨®n suplementaria de ciervos¡±, se?ala Ecologistas en Acci¨®n
Gort¨¢zar tiene claro que para ejercer un control efectivo sobre especies como el ciervo y el jabal¨ª ¡°hay que actuar sobre la regulaci¨®n de la caza, buscando poblaciones m¨¢s equilibradas (en cuanto a sexos) y menos densas (m¨¢s parecidas a lo natural)¡±. El investigador del IREC/CSIC considera que, hoy por hoy, la manera m¨¢s efectiva de conseguir esto ¨²ltimo es la muerte directa, porque ¡°los trabajos sobre inhibici¨®n de la reproducci¨®n apenas han salido del laboratorio para su aplicaci¨®n real¡±.
Es cierto que en Espa?a no se ha pasado del ensayo, pero s¨ª en otras partes del mundo. En julio de 2011, la revista American Journal of Reproductive Immunology public¨® una investigaci¨®n que recopilaba datos de 85 especies de animales en los que se lograron ¨¦xitos de control de poblaciones con m¨¦todos anticonceptivos. Uno de los m¨¢s citados en la literatura cient¨ªfica, y publicado en 2000 en la revista Nature, es el alcanzado con los elefantes africanos y el m¨¦todo anticonceptivo m¨¢s extendido a nivel mundial entre la fauna: el PZP, siglas de porcine zona pellucida. No obstante, el metaestudio de 2011 reconoc¨ªa que ¡°existe una limitaci¨®n real para financiar programas bien dise?ados de control de la fertilidad¡±. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ofrece algunos de los ¨²ltimos avances en este campo realizados con ciervos, ardillas y jabal¨ªes.
Gort¨¢zar recuerda que ¡°en Estados Unidos hay productos licenciados para el control de especies silvestres, pero no es el caso de Europa¡±. Josep Costa, de Ambiens, adelanta que en otras partes de Catalu?a trabajan con proyectos piloto con ciervos y jabal¨ªes, sin utilizar medios cruentos. ¡°En la comarca del Bergued¨¤ (Barcelona), en el prepirineo catal¨¢n ¨Cexplica¨C, protegemos pastos para reses dom¨¦sticas mediante gritos de alarma que espantan a los ciervos, y en Sant Cugat del Vall¨¦s (Barcelona), donde los jabal¨ªes entran en parques y jardines por las noches a hurgar en el suelo en busca de lombrices, estamos ensayando productos repelentes para ahuyentarlos¡±.
La caza no reduce las poblaciones de corzos, ciervos y jabal¨ªes
"Con la presi¨®n de caza ejercida en las pasadas temporadas se estanca el crecimiento poblacional anual (de ciervos), pero no se ha conseguido una reducci¨®n importante de efectivos, porque se produce una reposici¨®n con ejemplares del exterior que tienden a ocupar un terreno m¨¢s favorable en alimento". As¨ª lo afirmaba en su repaso la temporada 2013-2014 el Gobierno de Arag¨®n, una comunidad aut¨®noma que entre los per¨ªodos de caza de 2005-2006 y 2013-2014 ha incrementado la muerte de ciervos m¨¢s de 100%, de 1.223 a 3.000 ejemplares.
¡°Es un hecho irrefutable que determinadas especies se han expandido geogr¨¢fica y num¨¦ricamente con mucho ¨¦xito, y en Espa?a eso incluye al jabal¨ª y c¨¦rvidos como el corzo y el ciervo¡±. Christian Gort¨¢zar aporta esta observaci¨®n, que acompa?a de otra sostenida por investigaciones en las que ha participado: ¡°el incremento de jabal¨ªes ha ido parejo a la disminuci¨®n del n¨²mero de cazadores y estos no dan abasto para cazar tanto jabal¨ª¡±.
Sin embargo en los ¨²ltimos a?os el n¨²mero de animales abatidos en lances cineg¨¦ticos que afectan a las especies que cita Gort¨¢zar superan con creces el 100% de Arag¨®n con los ciertvos. Es el caso del corzo en Castilla y Le¨®n, donde los ejemplares muertos en la temporada 2004-2005 no llegaban a los 4.400 y en la 2013-2014 superaban los 13.300 (m¨¢s de un 200%). En jabal¨ªes, se pas¨® de rozar los 20.000 a superar los 30.700. Las cifras de caza coinciden con las que aporta la Consejer¨ªa de Agricultura, Ganader¨ªa, Pesca y Alimentaci¨®n de Catalu?a para esta comunidad y este mismo cerdo salvaje: 6.400 (1990-1991), 22.000 (2004-2005) y 33.500 (2012-2013).
Con datos de la temporada 2011-2012, Andaluc¨ªa, una de las comunidades aut¨®nomas con mayor caza de ciervos, registraba la muerte de 62.418 ejemplares, cuando en 2005 no llegaba a los 20.000. Datos m¨¢s recientes sobre esta comunidad aut¨®noma, que presenta una de las mayores extensiones de territorios de caza gracias a Sierra Morena, est¨¢n registrados en la Memoria de actividades cineg¨¦ticas de la temporada 2014-2015. Uno de ellos resalta que la oferta para desarrollar la actividad en las reservas cineg¨¦ticas andaluzas y en cotos de titularidad p¨²blica alcanz¨® los 5.636 permisos, m¨¢s del doble que en 2006-2007 (2.496).
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