Parar la pobreza extrema en 2030
El crecimiento econ¨®mico y las pol¨ªticas sociales han sacado a m¨¢s de 1.000 millones de personas de la miseria desde 1990. El gran objetivo del milenio es erradicarla en los pr¨®ximos 15 a?os. La cifra de 1,25 d¨®lares al d¨ªa para fijar la l¨ªnea de pobreza puede subir pr¨®ximamente, un aumento que modificar¨¢ las estad¨ªsticas mundiales
Vista desde el aire, la Tierra quema. La guerra en Siria, la barbarie del Estado Isl¨¢mico (EI), el drama sin bajar el tel¨®n de la muerte de cientos de migrantes en las playas del Mediterr¨¢neo y su ¨¦xodo a trav¨¦s del Viejo Continente. ?Qui¨¦n dir¨ªa que 7.300 millones de almas habitamos un planeta mejor? Sin embargo, y pese a tanto dolor, es as¨ª. M¨¢s de 1.000 millones de personas han logrado salir desde 1990 de la pobreza extrema. Esa que obliga a vivir ¡ªsi esto es posible¡ª con menos de 1,25 d¨®lares diarios (poco m¨¢s de un euro), a un ser humano, donde hasta ahora se ha situado la barrera.
Esta cifra de 1,25 d¨®lares al d¨ªa para fijar la l¨ªnea de pobreza puede subir pr¨®ximamente, seg¨²n fuentes del Banco Mundial, un aumento que modificar¨¢ las estad¨ªsticas mundiales que se manejan hasta este momento.
En 1990 hab¨ªa 1.900 millones de vidas acorraladas en esa angustia. Este a?o las previsiones de las Naciones Unidas apuntan a 836 millones. El 13,4% de la poblaci¨®n de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo sobrevive en la miseria. Un porcentaje que el Banco Mundial quiere reducir al 3%, o menos, durante 2030. Esto significar¨ªa casi erradicarla. El gran objetivo del milenio.
Pero en un mundo tan asim¨¦trico como el nuestro ese descenso tiene ¨¢ngulos muy diversos. La mayor reducci¨®n procede de un ¨²nico pa¨ªs: China. Entre 1981 y 2010 sac¨® a 680 millones de personas de la pobreza extrema. Su crecimiento econ¨®mico durante los ¨²ltimos tres lustros justifica ese n¨²mero. Una bonanza reflejada en Asia oriental. Pese a todo, en la India, a¨²n 600 millones de personas defecan al aire libre, lo que representa un riesgo serio para la salud.
La cifra de 1,25 d¨®lares al d¨ªa para fijar la l¨ªnea de la pobreza puede subir pr¨®ximamente, un aumento que modificar¨¢ las estad¨ªsticas
Entonces, ?c¨®mo se explica esta desigualdad? ?Qu¨¦ provoca que una regi¨®n como Am¨¦rica Latina haya conseguido unos excelentes resultados en la reducci¨®n de la pobreza y que, por el contrario, ¨¦sta crezca en el ?frica subsahariana? Y es que la miseria, al igual que la abundancia, resulta compleja.
?scar Calvo, gerente para Latinoam¨¦rica de la Pr¨¢ctica Global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial, lleva a?os observando esta pena y abre una rendija a la explicaci¨®n: ¡°Am¨¦rica Latina ha sido la regi¨®n del mundo donde la desigualdad se ha reducido con m¨¢s intensidad¡±. Quiz¨¢ porque se entendi¨® pronto que ¡°el crecimiento econ¨®mico por s¨ª solo no basta: tiene que ir acompa?ado de pol¨ªticas sociales¡±. La pobreza, advierte John Hammock, cofundador del think tank Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI), es ¡°multidimensional¡±.
Esa es la piedra de Rosetta para entender lo que ha sucedido en Am¨¦rica Latina los ¨²ltimos a?os. Brasil fue capaz de reducir su nivel de pobreza extrema del 37,8% al 18% entre 2002 y 2013. La mayor mejora de la regi¨®n. En el mismo intervalo, Chile baj¨® del 18,7% al 7,8%; Uruguay la situ¨® en el 5,7% (part¨ªa del 15,4%) y M¨¦xico consigui¨® sacar ¡ªentre 2010 y 2014¡ª a un mill¨®n y medio de personas de la miseria. En el fondo este optimismo responde a una receta macroecon¨®mica b¨¢sica: crecimiento sostenido, reducci¨®n del paro y una r¨¢pida ca¨ªda de las tasas de dependencia.
El factor humano
Sin embargo detr¨¢s de la econom¨ªa aguarda el factor humano. Escuch¨¦moslo. ¡°En los pa¨ªses donde esos instrumentos se han combinado con pol¨ªticas p¨²blicas orientadas a fortalecer los sistemas de protecci¨®n social y el Estado de bienestar, los avances fueron mayores¡±, reflexiona Simone Cecchini, experto en Asuntos Sociales de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL). Programas de transferencia directa de ingresos (entrega de dinero a familias en situaci¨®n de pobreza condicionada al compromiso de los receptores) como Bolsa Fam¨ªlia en Brasil, que durante 2012 ayudaba a 13,8 millones de familias, son muros contra la exclusi¨®n.
Ese blindaje p¨²blico se ha trasladado con ¨¦xito a otros pa¨ªses. Los programas de transferencia ¡ªque surgieron en Am¨¦rica Latina a mediados de los a?os noventa¡ª se han introducido en Camboya, Filipinas, Indonesia. Dando la r¨¦plica a los contestados microcr¨¦ditos. ¡°Los m¨¢s pobres entre los pobres ni siquiera pueden pedir esos pr¨¦stamos porque carecen de una forma segura de devolverlos¡±, apunta Dean Karlan, profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Yale.
Se buscan otras miradas y la revista Science propone una revolucionaria. Acercarse con una visi¨®n hol¨ªstica a la pobreza. Es un problema complejo pero resoluble a trav¨¦s de un enfoque m¨²ltiple que ¡°incluye un sistema para que las personas se ganen la vida, ayuda financiera temporal, cobertura m¨¦dica, oportunidades de ahorro y visitas semanales de un asesor con el fin de ense?arles a superar los obst¨¢culos¡±, desgrana Dean Karlan.
Am¨¦rica latina es la regi¨®n del mundo donde m¨¢s se ha reducido la desigualdad
Sin duda, hace falta buscar nuevos asideros porque es un error fiar la reducci¨®n de la miseria extrema al ciclo econ¨®mico. ?Qu¨¦ suceder¨¢ en Latinoam¨¦rica ahora que su crecimiento se estanca en el 0,5%? ?Regresar¨¢ la penuria? ¡°?La victoria contra la pobreza habr¨¢ sido entonces duradera o transitoria?¡±, se interroga Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano. Desde 2012, la econom¨ªa de la regi¨®n se ha frenado y con ella las buenas noticias. La extrema pobreza ¡ªseg¨²n los datos que aporta CEPAL ¡ª ha pasado de golpear a un 11,3% de la poblaci¨®n en el a?o 2012 al 12% durante 2014. ?Qu¨¦ hacer?
¡°En momentos de crisis la tentaci¨®n de recortar el gasto social es grande, pero para sostener la reducci¨®n de la miseria hay que actuar de manera contrac¨ªclica: aumentar la inversi¨®n social, no disminuirla¡±, aconseja Simone Cecchini. Es lo que dicta la experiencia. ¡°La pobreza cae con fuerza cuando un pa¨ªs se compromete con sus ciudadanos a sacarlos de ella a trav¨¦s de un sistema de protecci¨®n social y, a la vez, mejorando la educaci¨®n y las prestaciones sanitarias. As¨ª ha sucedido en China e India¡±, relata Casey Dunning, analista senior del think tank Center for Global Development (CGD).
Fragilidad
Las manecillas del reloj son navajas. Unicef avisa de que 68 millones de ni?os menores de cinco a?os morir¨¢n desde ahora y hasta 2030 por causas prevenibles. Y las ni?as de los hogares m¨¢s pobres del ?frica subsahariana no alcanzar¨¢n el nivel b¨¢sico de la escuela secundaria hasta 2111. ?C¨®mo se explica esta situaci¨®n en una regi¨®n que desde hace dos d¨¦cadas crece al 5,2% anual? Sin embargo, en 2011 (los datos m¨¢s actualizados de que se dispone), en el continente africano hab¨ªa 415 millones de seres humanos en situaci¨®n de pobreza extrema. Por ser precisos, 57 millones m¨¢s que durante 1996.
Es un error fiar la reducci¨®n de la miseria al ciclo econ¨®mico. Hay que buscar nuevas v¨ªas
¡°La econom¨ªa africana ha crecido mucho durante los ¨²ltimos 20 a?os, aunque para erradicar la miseria este crecimiento tiene que ser m¨¢s r¨¢pido, alcanzar a todos los pa¨ªses y mantenerse al menos otra generaci¨®n¡±, observa Laurence Chandy, miembro del centro de investigaci¨®n estadounidense Brookings Institution. Otro analista, ?scar Calvo, experto del Banco Mundial, rescata la palabra ¡°fragilidad¡± para sintetizar el problema. Fragilidad frente a la violencia; fragilidad frente a los desastres naturales.
Los que m¨¢s avanzan y los que menos
La Tierra es redonda y muy desigual. La pobreza extrema se reparte con la dispersi¨®n de un agricultor que avienta el grano. El 80% de las personas que viven en situaci¨®n de penuria resiste en el sudeste asi¨¢tico y el ?frica subsahariana. De los 1.000 millones de seres humanos que sufren esa miseria, el 60% procede (datos de las Naciones Unidas de 2011, de mayor a menor) solo de cinco pa¨ªses: India, Nigeria, China, Banglad¨¦s y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. En la orilla del optimismo, China y Am¨¦rica Latina encabezan los mayores recortes.
China es el pa¨ªs que m¨¢s ha reducido la pobreza extrema en el mundo. Entre 1981 y 2010 el gigante econ¨®mico sac¨® a 680 millones de personas de la miseria. En 1980 afectaba al 84% de su poblaci¨®n, en 2013, al 10%. Al tiempo, la renta per capita se multiplicaba por cinco (de 200 a 1.000 d¨®lares) en el lapso 1990-2000.
Brasil encabeza los ¨¦xitos contra la miseria en Am¨¦rica Latina. El principal motor de la regi¨®n redujo, entre 2002 y 2013, del 37,8% al 18% el porcentaje de personas que viven en la pobreza gracias a una mezcla de pol¨ªticas sociales y crecimiento econ¨®mico. Tras ¨¦l, Chile. En id¨¦ntico espacio de tiempo pas¨® del 18,7% al 7,8%. Mientras que Uruguay ¨Ccon el tercer mejor resultado¨C baj¨® en las ¨¢reas urbanas del 15,4% a un 5,7% a partir de estrategias de ayudas p¨²blicas como el Plan de Equidad.
El ?frica subsahariana sufre la mayor indigencia. Es la regi¨®n del mundo que menos ha reducido su tasa de miseria extrema entre 1990 y 2015. Solo consigui¨® sacar a un 28% de la poblaci¨®n de la penuria. Porcentaje que chirr¨ªa frente al norte de ?frica (81%), sudeste asi¨¢tico (84%) y Am¨¦rica Latina y el Caribe (66%).
Fuente: Banco Mundial, CEPAL y Naciones Unidas.
En este planeta prendido con alfileres muchos expertos buscan par¨¢metros nuevos para entenderlo, y algunos proponen cifras distintas que identifiquen la penuria. Jason Hickel, antrop¨®logo en la London School of Economics (LSE), plantea los cinco d¨®lares diarios como una cantidad m¨¢s realista. Pero si aceptamos este n¨²mero, en la Tierra habr¨ªa 4.300 millones de seres humanos en la miseria. ¡°Casi cuatro veces por encima de lo que la campa?a del milenio [se refiere a un grupo de indicadores ¡ªObjetivos del Milenio¡ª? establecidos en 2000 por las Naciones Unidas para medir el progreso, entre ellos, la reducci¨®n de la pobreza] nos ha hecho creer y supone m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial¡±, precisa Hickel. La culpa, a su juicio, habita en la enorme desigualdad. ¡°Desde 1980, el 95% de todos los ingresos generados por el crecimiento econ¨®mico mundial ha ido a parar al 40% de la poblaci¨®n, los m¨¢s ricos, lo que significa que solo el 5% ha llegado a los m¨¢s pobres [el 60%]¡±, sostiene. Aunque hay quien discrepa. En pa¨ªses como Burundi, donde cuatro de cada cinco personas viven en la extrema pobreza, ¡°el problema son los bajos ingresos, no de qu¨¦ forma se reparten: ?la ¨²nica v¨ªa para aumentarlos es el crecimiento econ¨®mico!¡±, exclama Laurence Chandy.
Pocos temas exigen alzar tanto la voz y la palabra. Marian Tupy, analista del think tank Instituto Cato, resta efectividad a los Objetivos del Milenio y se refugia en el laissez faire, laissez passer econ¨®mico. ¡°La pobreza ha ca¨ªdo debido al crecimiento de las econom¨ªas de algunos pa¨ªses (por ejemplo, China despu¨¦s de 1978 e India tras 1992) y la globalizaci¨®n del comercio y los flujos de capital¡±, afirma.
Ya sea el crecimiento econ¨®mico, ya sean las pol¨ªticas sociales, o ambas cosas, en los ¨²ltimos 25 a?os m¨¢s de 1.000 millones de personas abandonaron la miseria extrema. Una cifra que da esperanzas y tambi¨¦n tristeza. Porque mientras haya un solo ser humano en este drama, el planeta girar¨¢ herido y la tierra a¨²n quemar¨¢.
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