Jarn¨¦s

Parece que pocos recuerdan ya a Benjam¨ªn Jarn¨¦s. Sus libros han desaparecido de las librer¨ªas y no abundan en las ofertas de Internet. Algunos de los mejores, como su novela Locura y muerte de Nadie, resultan ¡ªsi mi torpeza no me ciega¡ª ilocalizables. Sin embargo, este escritor aragon¨¦s, uno de los mejores estilistas en castellano del siglo pasado, obtuvo renombre antes de la Guerra Civil. Vanguardista en sus novelas, fieles al ¡°inhumanismo¡± que Ortega adjudicaba a la modernidad art¨ªstica (fue uno de los colaboradores m¨¢s asiduos de Revista de Occidente), tambi¨¦n destac¨® en el ensayismo o la traducci¨®n (versiones magistrales de Sin novedad en el frente, de E. M. Remarque, y La canci¨®n de Rold¨¢n). Escribi¨® numerosas biograf¨ªas, m¨¢s llenas de toques personales a lo Chesterton que acad¨¦micamente eruditas. Una de las m¨¢s interesantes hoy es la que dedic¨® a sor Patrocinio o la monja de las llagas, precedente en la corte de los milagros de Isabel II de las que hoy postureanen la de Artur Mas.

Tuvo que exilarse a M¨¦xico tras la guerra incivil, sufriendo el ostracismo impuesto por los vencedores y siendo malquisto por los inquisidores del ¡°compromiso¡± literario, que miraba con desd¨¦n. Volvi¨® muy enfermo a finales de los cuarenta y muri¨® con sesenta a?os. En su biograf¨ªa de Castelar, hablando de la ¨¦poca de aquel tribuno, dice: ¡°As¨ª es el siglo XIX. Lleno est¨¢ de creyentes esc¨¦pticos, de paganos cat¨®licos, de diab¨®licos sacerdotes, de ap¨®stoles asesinos, de progresistas retr¨®grados, de republicanos palatinos, de mon¨¢rquicos demagogos, de poetas ministros de la Guerra, de cl¨¦rigos al pie del ca?¨®n, de guerrilleros en el p¨²lpito¡±. Algo hay que a?adir (corruptos del 3%, etc¡­) pero poco que cambiar para retratar la Espa?a del XXI.