Una pasarela demasiado callejera
Poco espect¨¢culo y mucho negocio en una semana de la moda de Par¨ªs donde Stella McCartney y Herm¨¨s sientan precedente
Transcurridos seis d¨ªas de la semana de la moda de Par¨ªs, una sensaci¨®n flota en el ambiente: las grandes marcas, como Stella MacCartney o Giambattista Valli, han primado las exigencias comerciales por encima del riesgo creativo. No es nada nuevo. Llevan tiempo haci¨¦ndolo, pero en esta temporada el desequilibrio entre funcionalidad y emoci¨®n resulta especialmente evidente. El resultado son colecciones m¨¢s pragm¨¢ticas y reales, listas para saltar de la pasarela a la calle sin necesidad de ajuste alguno. Propuestas que pulverizan, con excepciones como la de Rick Owens, la cr¨ªtica m¨¢s o¨ªda fuera del mundo de la moda ¨C¡°Esto no se lo pone nadie¡±-, pero que adolecen de la grandeza y complejidad que se le supone a la cita francesa.
Si la industria ofrece propuestas f¨¢cilmente digeribles parece l¨®gico pensar que se trata de un s¨ªntoma y no de una coincidencia. El a?o pasado, la ca¨ªda del rublo ruso y la madurez del mercado asi¨¢tico colaboraron al estancamiento del sector del lujo, seg¨²n la consultor¨ªa Bain & Co. Revertir esta tendencia pasa, entre otras medidas, por aumentar las ventas. Tan obvio como que Karl Lagerfeld utilizar¨¢ el tweed en su colecci¨®n del martes.
Parece que no hay margen para experimentos: lo ¨²nico importante es el producto. Stella McCartney constituye un claro ejemplo de este fen¨®meno. Su trabajo para la pr¨®xima primavera-verano resulta f¨¢cil y apetecible. Para ello, la brit¨¢nica se apoya dos pilares fundamentales: la est¨¦tica deportiva y un magistral uso del color, que consigue que sus prendas sean, como ella misma explica, ¡°una celebraci¨®n el verano, del esp¨ªritu libre y vital¡±.
La colecci¨®n presentada el lunes arranc¨® con una serie de vestidos largos en tejido de polo, a los que siguieron unas piezas en plisado bitono. El ritmo deca¨ªa con su reinterpretaci¨®n de la sastrer¨ªa masculina, por redundante: pantalones amplios acompa?ados por chalecos largos y estructurados, y un discreto juego de asimetr¨ªas que aplica a tops y camisas de corte escult¨®rico. Para rematar su presentaci¨®n McCartney eligi¨® una l¨ªnea de vestidos fluidos con troquelados geom¨¦tricos en colores amarillo, azul cobalto, naranja brillante, blanco y negro. Tan inofensivos y deseables como un granizado de lim¨®n en pleno agosto.
En su segunda colecci¨®n para Herm¨¨s, Nad¨¨ge Vanhee volvi¨® a explotar ¨Cy subrayar- dos de las principales se?as de identidad de la casa francesa: la piel y los pa?uelos. Y una vez m¨¢s dej¨® sentir sobre la pasarela sus a?os de trabajo para C¨¦line y The Row con ese contraste entre siluetas minimalistas y maxivol¨²menes que tan bien le sienta ahora a la legendaria casa francesa. Vestidos vol¨¢tiles, abrigos de l¨ªneas rectas y chalecos holgados. Toco acompa?ado por deportivas realizadas en canvas y piel cabra. Pero la verdadera fuerza de las prendas resid¨ªa en sus materiales. Como en los monos de cashmere de doble cara, algod¨®n y seda, o las faldas tableadas en piel de cordero y jaspe. Una de las t¨¦cnicas m¨¢s complicadas y con resultados m¨¢s ricos fue la que los artesanos de Herm¨¨s desarrollaron para pegar el cuero sobre el tweed de seda consiguiendo una textura esponjosa y resistente. Los famosos pa?uelos de la firma fueron transformados en tops y vestidos camiseros.
Giambattista Valli es otro de los creadores que mejor sabe responder a los deseos de sus clientas. Sus herramientas: una est¨¦tica femenina y un exquisito trabajo de bordado. Para la pr¨®xima temporada el italiano propone un viaje desde los a?os sesenta hasta los setenta en su versi¨®n m¨¢s contenida. El lunes, las minifaldas y abrigos de silueta dieron paso a las t¨²nicas vaporosas y largas. Los estampados tambi¨¦n transitaron de una d¨¦cada a otra y permitieron a Valli dar rienda suelta a su querencia por las flores. Destacan las rosas elaboradas con lentejuelas y piedras de chaquetas y pantalones: detalles de los que nunca se priva para hacer ostentaci¨®n de las habilidades de su taller artesanal.
La encargada de cerrar el desfile fue Gigi Hadid, que ha sido noticia recientemente por reivindicar sus curvas a trav¨¦s de las redes sociales tras unas demenciales cr¨ªticas a su peso. Sin duda, Hadid era la m¨¢s curvil¨ªnea de las modelos presentes, lo que est¨¢ muy lejos de significar que sea una mujer voluptuosa. Puede que la moda para la pr¨®xima primavera se vuelva m¨¢s real, pero las maniqu¨ªes siguen sin parecerse a las mujeres que la compran.
Nina Ricci en el punto de inflexi¨®n
Hubo destellos de aut¨¦ntico talento y una l¨ªnea narrativa coherente. Pero en su segunda colecci¨®n al frente de Nina Ricci, Guillaume Henry pec¨® de discreto. El franc¨¦s entreg¨® el s¨¢bado un trabajo inspirado en Romy Schneider -"una mujer fuerte pero vulnerable, al mismo tiempo"- y con las siluetas minimalistas de los noventa como referente. Una propuesta hermosa pero que acusaba cierta falta de identidad, como si el proceso de reformulaci¨®n de la firma todav¨ªa estuviese en desarrollo.
Sobre la pasarela se sucedieron una serie de blusas transparentes, abrigos masculinos y vestidos de tela bru?ida con aplicaciones de plumas de marab¨². ¡°El trabajo de materiales ha sido muy importante. Quiero que la ropa se pueda sentir, tocar, oler. Que exista una experiencia f¨ªsica¡±, explicaba el creador.
Su capacidad para revitalizar una firma vetusta est¨¢ m¨¢s que probada. En 2010 tom¨® las riendas de Carven, una agonizante casa de alta costura y, en solo tres a?os, la transform¨® en una de las firmas de pr¨ºt-¨¤-porter m¨¢s chic y deseadas del momento. ¡°Cuando empec¨¦ con Carven ten¨ªa 30 a?os, ahora tengo 36 y Nina Ricci es una mujer, una verdadera mujer, ya no una chica¡±. Y Henry parece tener todo lo necesario para satisfacer sus necesidades
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