Clinton celebra a Jos¨¦ Andr¨¦s por su apoyo a los hispanos (y sus margaritas)

Hillary Clinton es una admiradora declarada del chef estrella espa?ol Jos¨¦ Andr¨¦s, y no solo por sus platos y las margaritas que sirve en su cadena de afamados restaurantes en Estados Unidos. As¨ª lo record¨® una vez m¨¢s la candidata presidencial dem¨®crata al hacer entrega, la noche del jueves, de un reconocido galard¨®n de la comunidad latina de EE UU al ¡°cocinero espa?ol¡± que quiso formar parte del ¡°sue?o americano¡± y que acab¨® defendiendo el derecho de los hispanos a compartir esos sue?os.

¡°Jos¨¦ cree, no como chef sino como ser humano, que tiene una responsabilidad de intentar ayudar a resolver los problemas y esa es una de las razones por eso lo admiro profundamente. Por eso y por sus margaritas¡±, dijo Clinton al entregarle a Jos¨¦ Andr¨¦s la medalla del Instituto del Caucus Hispano en el Congreso (CHCI) en una gala celebrada en Washington.

¡°Agradezco su generosidad, su amistad y su valor, as¨ª como por combatir la odiosa ret¨®rica antiinmigrante, ¨¦l nos recuerda que siempre debemos defender lo correcto, no importa lo que cueste¡±, recalc¨® Clinton.

Unas palabras que resonaron especialmente en el auditorio de la capital estadounidense que congregaba a algunos de los hispanos m¨¢s influyentes del pa¨ªs y en el que, poco despu¨¦s, subi¨® al estrado el propio presidente, Barack Obama.

Y tuvieron especial eco en un d¨ªa en el que se conoci¨® que Jos¨¦ Andr¨¦s ha contraatado otra vez a la actual n¨¦mesis de los latinos en EE UU, el candidato republicano Donald Trump. El chef estrella ha presentado una contrademanda a la que le impuso el millonario, en el marco de la disputa judicial que ambos mantienen despu¨¦s de que el espa?ol se retirara de un hotel que est¨¢ construyendo el magnate en Washington, debido a las ¡°ofensivas declaraciones¡± de Trump contra los inmigrantes mexicanos, a los que ha llamado ¡°violadores¡± y narcotraficantes en muchos de sus discursos de campa?a.

Un discurso a la medida de o¨ªdos hispanos

Clinton no se resisti¨® a la oportunidad de contar con un auditorio favorable, aunque un joven indocumentado intent¨® interrumpir su discurso acus¨¢ndola de no ser sincera con los hispanos. Tampoco quiso dejar pasar la ocasi¨®n que le ofrece la batalla legal contra Trump que mantiene el chef con el que lleva a?os colaborando en proyectos humanitarios, para lanzar algunos dardos a sus rivales republicanos en la carrera hacia la Casa Blanca.

¡°Es un problema cuando un candidato republicano a la presidencia que est¨¢ liderando (las encuestas) dice que los inmigrantes de M¨¦xico son violadores y narcotraficantes¡±, dijo Clinton entre aplausos a sus palabras y abucheos hacia el aludido, Trump. ¡°Y es un problema cuando candidatos presidenciales usan t¨¦rminos ofensivos como beb¨¦s ancla o incluso hablan de reformar la Constituci¨®n para quitarles la ciudadan¨ªa los que nacieron aqu¨ª¡±, agreg¨® en referencia a otro de sus rivales republicanos, Jeb Bush.

¡°Necesitamos a gente que se enfrente a esta fea ret¨®rica y a esta forma de pensar extremista y que diga con sus palabras y con sus acciones basta¡±, insisti¨® Clinton, quien ha prometido respaldar una v¨ªa para la regularizaci¨®n de los 11 millones de indocumentados que viven en el pa¨ªs. ¡°Los latinos hacen a EE UU m¨¢s fuerte, m¨¢s inteligente, m¨¢s creativo y m¨¢s innovador¡±, sostuvo entre aplausos antes de hacerle entrega a Jos¨¦ Andr¨¦s de la medalla de la organizaci¨®n que congrega a legisladores hispanos de ambos partidos y promueve a j¨®venes latinos.

Un emocionado Jos¨¦ Andr¨¦s recibi¨® el galard¨®n y prometi¨® seguir luchando para que otros consigan tambi¨¦n el sue?o que ¨¦l logr¨® cumplir.

Un cocinero espa?ol con un sue?o americano

¡°Mi nombre es Jos¨¦ Andr¨¦s y soy cocinero¡±, se present¨® el celebrado chef, nombrado por la revista Time como uno de los personajes m¨¢s influyentes en 2012. En un breve pero sentido discurso, record¨® la primera vez que lleg¨® a EE UU, ¡°como marinero espa?ol en un bonito barco de cuatro m¨¢stiles, el Juan Sebasti¨¢n Elcano, con la Estatua de la Libertad y Ellis Island a nuestra izquierda, y una hermosa bandera estadounidense¡±.

¡°Ese d¨ªa me dije, quiero ser parte de este sue?o, quiero ser parte de Am¨¦rica. 23 a?os despu¨¦s, me puedo llamar con orgullo ciudadano estadounidense¡±, celebr¨® entre unos aplausos que se redoblaron cuando agreg¨®: ¡°Nunca olvidar¨¦ que soy un inmigrante, s¨¦ de d¨®nde vengo, pero tambi¨¦n s¨¦ d¨®nde pertenezco, y pertenezco a EE UU (¡­) asegur¨¦monos de que todos tienen la misma oportunidad¡±, areng¨® al entregado p¨²blico.