Moranbong

Se asombran muchas personas de la uniformidad y el formato kitsch, por no decir hortera directamente (?donde est¨¦ el ingl¨¦s!), de las celebraciones oficiales del 70? aniversario de la creaci¨®n del partido ¨²nico que pilota el r¨¦gimen comunista de Corea del Norte desde entonces. Yo tambi¨¦n me asombro de ello, pero me asombra, a la vez, tambi¨¦n que muchos de los que se asombran vean normales los desfiles del D¨ªa de la Hispanidad, cabra de la Legi¨®n incluida, por Madrid o los de la Diada de Catalu?a, todos vestidos con los colores de la senyera y marchando al ritmo de Els segadors por las calles engalanadas de Barcelona. Salvando las distancias, que son enormes (la primera y principal la del tipo de r¨¦gimen pol¨ªtico), yo, la verdad, no encuentro gran diferencia entre unas marchas y otras y entre nuestras coreograf¨ªas y las norcoreanas m¨¢s all¨¢ del criterio est¨¦tico. Es m¨¢s, puesto a tener que elegir, prefiero el del pa¨ªs asi¨¢tico por lo que tiene de vintage y kitsch, dos estilos que nunca pasan de moda. Por lo que cuentan los enviados especiales, los actos de celebraci¨®n del 70? aniversario del Partido de los Trabajadores en Pyongyang, presididos por Kim Jong-un, hijo de Kim Jong-il y nieto de Kim Il-sung, reunieron a 15.000 personas, entre las que se encontraba la flor y nata del Ej¨¦rcito y del funcionariado pol¨ªtico nacional, que vienen a ser lo mismo, y concluyeron, despu¨¦s de los desfiles militares de rigor y del discurso patri¨®tico del l¨ªder, cuyo corte de pelo causar¨¢ furor en Occidente cualquier d¨ªa, con la actuaci¨®n del grupo de moda en Corea del Norte en este momento, un conjunto musical formado por 20 muchachas elegidas directamente, seg¨²n las malas lenguas, por el propio Kim Jong-un, que es su primer seguidor, y cuyas canciones dicen cosas tan emotivas como esta: ¡°Partido de los Trabajadores, t¨² eres mi madre, te canto desde lo m¨¢s profundo de mi coraz¨®n¡±. Pese a lo que puedan imaginar algunos, su aspecto y su vestuario son pop, con uniformes entre enfermeras y oficiales de Marina, dos disfraces que gustan mucho a los fetichistas, y con melena corta, a la francesa, toda una revoluci¨®n en un pa¨ªs en el que las mujeres visten de estalinistas de arriba abajo y se recogen el pelo en un mo?o debajo de la visera. Todo muy vintage y antiguo, lo reconozco, pero ?acaso es m¨¢s moderna la Legi¨®n o los grupos de sardanas o de aurreskus que amenizan las fiestas patri¨®ticas a los distintos l¨ªderes nacionalistas de este pa¨ªs? Moranbong por lo menos ense?an rodilla y bailan con armon¨ªa, algo muy de agradecer en estos tiempos de regresi¨®n en los que hasta Raphael ha vuelto a rodar pel¨ªcula, prueba inequ¨ªvoca de nuestra modernidad.