Tu nevera acabar¨¢ en un vertedero
La basura electr¨®nica est¨¢ fuera de control: el 80% de estos residuos contaminantes, 600.000 toneladas, se desconoce donde acaban
Espa?a es el para¨ªso de la basura electr¨®nica. El volumen de residuos no reciclados al a?o permitir¨ªa construir un muro de cuatro metros de altura de Madrid a Barcelona (504,91 kil¨®metros). 600.000 toneladas de neveras, frigor¨ªficos o televisores son desguazados en plantas no autorizadas o canibalizados por mafias a golpe de martillo. No importa que contengan productos peligrosos y altamente contaminantes. Se abandonan en cualquier vertedero o arc¨¦n.
El informe CWIT del 30 de agosto de este a?o, que elabora la Interpol y la Universidad de las Naciones Unidas, entre otras instituciones, sit¨²a a Espa?a en la cola europea del reciclado, solo por delante de Rumania y Chipre. El 80% de estos residuos se desconoce d¨®nde acaban. No solo supone un grave problema medioambiental y sanitario, tambi¨¦n econ¨®mico. En Europa, la p¨¦rdida directa, seg¨²n el documento, se estima entre los 800 y 1.700 millones de euros.
Espa?a se sit¨²a a la cola europea del reciclado, solo por delante de Ruman¨ªa y Chipre
En Espa?a, los fabricantes tienen la obligaci¨®n desde 2005 de encargarse del reciclado de los residuos el¨¦ctricos y electr¨®nicos (RAEES), una categor¨ªa que incluye desde esc¨¢neres de hospitales, hasta m¨®viles, pasando por m¨¢quinas recreativas o fluorescentes. En definitiva, casi cualquier producto que contenga cables o bater¨ªas. Se crearon entonces los Sistemas Integrales de Gesti¨®n (SIG), organizaciones sin ¨¢nimo de lucro, a trav¨¦s de las cuales se organiza todo el proceso. Los consumidores financian el reciclado pagando un canon al comprar los productos, que va de los cinco a los 30 euros dependiendo del aparato.
No existen datos centralizados, pero el sector estima que un tercio de estos residuos acaban en plantas no autorizadas, que no cuentan ni con la tecnolog¨ªa ni con el personal para garantizar un correcto reciclado y reutilizaci¨®n. Otro tercio es canibalizado por las mafias sin ning¨²n control. Estas cifras suponen, solo ligeramente, una mejora con respecto a las conclusiones del informe. ¡°El decreto que regula el reciclaje es muy bueno. El problema es que nadie persigue su incumplimiento. Hay una gran permisividad institucional¡±, denuncia Luis Palomino, secretario general de ASEGRE, asociaci¨®n de empresas gestoras de residuos peligrosos.
ECOLEC, una de las mayores SIG, que representa al 50% de los fabricantes de grandes y peque?os electrodom¨¦sticos, trat¨® el a?o pasado 67.000 toneladas. El volumen generado anualmente en Espa?a supera las 750.000 toneladas. ¡°La diferencia con otros pa¨ªses es que no hay una ¨²nica autoridad que cuide del cumplimiento de la norma. Las competencias est¨¢n transferidas a las comunidades aut¨®nomas¡±, afirma Mat¨ªas Rodrigues, director general de ERP Espa?a, otro SIG. La inacci¨®n administrativa es solo una de las disfunciones de un sistema que en la pr¨¢ctica hace aguas por todas partes. El Ministerio de Medio Ambiente fue consultado sobre este asunto y no respondi¨® a los requerimientos de EL PAIS.
Malas pr¨¢cticas
Los transportistas no suelen cobrar del distribuidor por retirar el aparato sustituido y se quedan en compensaci¨®n con el residuo. Acaban as¨ª normalmente en desguaces ilegales donde se paga m¨¢s que en una planta autorizada. ¡°Lo venden a cualquiera¡±, comenta Ferm¨ªn Rodr¨ªguez, gerente de Recyberica Ambiental, empresa especializada en su reciclado. Las plantas autorizadas, que tienen que seguir un complejo y caro proceso de tratamiento, no pueden competir con los chatarreros que extraen sin m¨¢s los componentes valiosos. Estos procesos no solo evitan la contaminaci¨®n medioambiental de los componentes peligrosos con los que est¨¢n fabricados, sino que tratan de conseguir valorizar los distintos materiales. Estas plantas tienen la obligaci¨®n legal de reutilizar el 80% de los componentes: pl¨¢sticos, maderas, etc. ¡°Normalmente no es rentable. Cuesta m¨¢s separar los materiales que el valor de los mismos¡±, asegura Rodr¨ªguez. ¡°Pero es uno de los objetivos fundamentales, que vuelvan al ciclo econ¨®mico¡±.
Cuatro operarios con gafas de seguridad y unos gruesos guantes de pl¨¢stico se afanan con cuidado en separar las distintas piezas que componen un pal¨¦ con decenas de televisores usados. La planta de Recyberica Ambiental en Torrej¨®n de Ardoz, Madrid, tiene una capacidad de reciclado de 30.000 toneladas al a?o. Apenas procesa 10.000 y ha tenido que reducir su plantilla este a?o en 12 trabajadores. ¡°Este descontrol tiene un coste ambiental pero tambi¨¦n empresarial. El negocio genera poco margen de beneficio por tonelada por lo que necesitamos mucho volumen para mantenernos¡±, asegura Rodr¨ªguez.
El proceso de reciclaje tiene como objetivo tambi¨¦n reutilizar materiales como el pl¨¢stico y el vidrio
Puntos limpios
La existencia de mafias que roban sistem¨¢ticamente, seg¨²n los c¨¢lculos del sector, hasta un 35% de los residuos es otro de los grandes problemas del sistema. La impunidad con la que act¨²an es casi total. Un informe de las entidades gestoras de residuos, remitido al Ayuntamiento de Madrid y al que ha tenido acceso EL PAIS, refleja las continuas coacciones a las que en muchos casos se ven sometidos los trabajadores de los puntos limpios por parte de las mafias. No es excepcional ver a los miembros de estas bandas en la misma puerta de las instalaciones esperando a que los responsables cierren para, a plena luz del d¨ªa, forzar el candado y llevarse tranquilamente lo que quieren.
Los mafias roban con total impunidad en los puntos limpios
El vertedero ilegal de Valdeming¨®mez, en el sureste de la Comunidad de Madrid, es uno de los destinos de lo que queda de los aparatos despu¨¦s de ser canibalizados a golpe de martillo. Entre innumerable cantidad de basura se observa un paraje desolador de televisores, frigor¨ªficos y otros electrodom¨¦sticos abandonados. Se estima que en 2017 se superaran los 65 millones de toneladas de este tipo de residuos en todo el mundo. Es tanta la basura electr¨®nica que se podr¨ªa formar una fila de camiones de 30 toneladas que diese la vuelta al planeta. El consumo de estos aparatos sigue creciendo en el primer mundo m¨¢s r¨¢pido que cualquier otro.
Se acab¨® el peregrinar
El nuevo decreto, en vigor desde febrero, pretende solucionar el problema de trazabilidad: el consumidor tiene ahora que firmar un documento que acredite a qui¨¦n se le entrega el residuo, permitiendo as¨ª su seguimiento y control. Los procesos de reciclado tambi¨¦n se homogenizan, concretando qu¨¦ tratamiento debe seguirse con cada categor¨ªa de residuo. "Esto va a permitir que no haya competencia desleal entre plantas de distintas comunidades aut¨®nomas porque todas van a tener que cumplir los mismos procesos", asegura Palomino.
Un estudio de la OCU elaborado en 2013 monitoriz¨®, a trav¨¦s de GPS, 16 electrodom¨¦sticos y comprob¨® que s¨®lo cuatro de ellos terminaron en una planta de reciclado autorizada. Uno de los residuos fue "paseado" durante d¨ªas por Madrid y Zaragoza. "No tiene valor cient¨ªfico. Es simplemente una foto de la situaci¨®n, pero se aproxima mucho a la realidad", asegura Enrique Garc¨ªa, portavoz en temas medio ambientales de la organizaci¨®n. Se acab¨® el peregrinar de una comunidad a otra.
ACTUALIZACI?N
El Ministerio de Medio Ambiente respondi¨® al requerimiento de EL PAIS a ¨²ltima hora del jueves.
Un portavoz del departamento ha afirmado que desde el Ministerio se "ha detectado las deficiencias del modelo de gesti¨®n que se ha venido aplicando durante estos a?os". Por ese motivo, aseguran, se ha elaborado un nuevo decreto que incorpora "medidas que permitan la mejora de los datos de recogida y gesti¨®n de los RAESS".
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