Un desfase pastelero aplasta al f¨²tbol y arrasa en la televisi¨®n brit¨¢nica
Un concurso de reposteros aficionados se convierte en el programa m¨¢s visto del a?o en el Reino Unido. Ni la selecci¨®n inglesa puede con las tartas
En el Reino Unido han perdido la cabeza con los dulces. Solo as¨ª se explica que el programa de televisi¨®n m¨¢s visto del a?o (con una impresionante audiencia media de 13,4 millones de espectadores) no haya sido una retransmisi¨®n deportiva ni el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una serie de moda, sino la final de un sencillo concurso de pasteleros aficionados. Hasta el trascendental partido Inglaterra-Uruguay del Mundial de Brasil de 2014, en el que la selecci¨®n capitaneada por Wayne Rooney se jugaba pasar de la primera ronda (cosa que no logr¨®), se qued¨® por debajo de esa cifra, limit¨¢ndose a una media de 13,2 millones de televidentes. Y eso, en el pa¨ªs en el que el f¨²tbol es religi¨®n, dice mucho del nivel de locura que ha generado la reposter¨ªa.
Hasta el primer ministro David Cameron declar¨® que Nadiya era su favorita, lo que da una idea de la magnitud del programa
Con todo, el ¨¦xito del episodio final de The Great British Bake Off (La gran competici¨®n brit¨¢nica de horneado), grabado en una carpa en la campi?a inglesa con el canto de los pajarillos de fondo, no ha cogido por sorpresa al p¨²blico de las islas. De hecho, la que concluy¨® el pasado d¨ªa 7 de octubre era la sexta edici¨®n de este espacio cuya audiencia siempre se ha mantenido en unas cotas de altura creciente. De ah¨ª que las cuatro primeras ediciones se emitieran en el canal BBC 2, mientras que la quinta y la sexta, ante lo previsible del pelotazo, haya engrosado la parrilla de BBC 1. Curioso para tratarse de un programa que, sobre el papel, parece friki y destinado a ser descartado en cualquier reuni¨®n de programaci¨®n.
?Y esto de los dulces de qu¨¦ va?, te estar¨¢s preguntando ansioso y posiblemente con una magdalena en la mano. Visualmente y por su estructura se parece a cualquier otro certamen de cocina televisado: concursantes apostados en encimeras alineadas y rodeados de los utensilios de rigor deben preparar lo que el jurado, formado por expertos, les propone. Solo tres llegan a la final. Aqu¨ª, la diferencia reside en que los participantes no se dedican a esto, ni parecen ¨¢vidos por convertirse en pasteleros profesionales. Adem¨¢s, no hay premio; bueno s¨ª, una de esas bandejas con base donde se colocan las tartas. Quiz¨¢ por eso en vez de rencillas entre el variopinto cat¨¢logo de concursantes reina, en general, un ambiente simp¨¢tico y familiar.
Aun as¨ª, peque?os incidentes a lo largo de estos a?os han pasado a la historia del concurso. Por ejemplo, Deborah le rob¨® las natillas a Howard. Ruby y Paul, se dijo, se hab¨ªan liado (m¨¢s tarde Ruby declar¨® que era lesbiana, desmontando el rumor). John se hizo un corte en un dedo con la batidora. Aunque nada comparado con el esc¨¢ndalo que se produjo cuando Ian, un concursante hipster, descubri¨® que alguien (todos apuntaron a Diana, que pas¨® a ser la villana del programa) hab¨ªa sacado del frigor¨ªfico su tarta, dej¨¢ndola como una sopa. Aquello revolucion¨® las redes. En fin.
Y, por otro lado, est¨¢n sus creaciones: en esta ¨²ltima edici¨®n llam¨® mucho la atenci¨®n la efigie de un le¨®n realizada con panes ejecutada por un inspirado concursante. Aunque si hay que destacar una, ser¨ªa la tarta nupcial con forma de tres cofres con los colores de la bandera brit¨¢nica que hizo ganadora a Nadiya Hussain, una joven madre musulmana de Leeds que se ha convertido en una nueva estrella de la peque?a pantalla. Hasta el primer ministro David Cameron declar¨® que Nadiya era su favorita, lo que da una idea de la magnitud del programa.
?Llegar¨¢ a Espa?a alg¨²n d¨ªa? Ser¨ªa de esperar, sobre todo porque nuestra tradici¨®n pastelera tambi¨¦n est¨¢ bien documentada y aqu¨ª podr¨ªamos hacer unas tartas con los escudos del Real Madrid y del Barcelona para caerse de la silla. Eso, por no hablar de lo que podr¨ªamos hacer con unos buenos churros, un huevo de Pascua, unas milhojas o la nunca suficientemente ponderada palmera de chocolate. Mmmmm. Riqu¨ªsimo...
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