Charlotte Rampling descubre su ¨¢lbum m¨¢s ¨ªntimo
La actriz cuenta su vida, marcada por la disciplina y el sufrimiento, en una biograf¨ªa alejada de las cl¨¢sicas memorias
El pr¨®ximo febrero Charlotte Rampling cumplir¨¢ 70 a?os. Adelant¨¢ndose al aniversario la actriz ha publicado unas "memorias selectivas", una parte sensible de sus recuerdos filtrados por el escritor y editor Christophe Bataille que se ha encargado de sacarlos a la luz despu¨¦s de casi una d¨¦cada de confesiones. Bajo t¨ªtulo afirmativo/interrogativo, Qui je suis (Qui¨¦n soy), el libro, escrito como un largo poema, se sumerge en su pasado, infancia y juventud, mientras va desvelando diferentes apuntes que la actriz expone entre el recuerdo de la felicidad y la memoria del dolor.
Desde que su rostro salt¨® a la pantalla en los fuegos del swinging London, la carrera de la actriz se construy¨® a partir de esa belleza elegante, casi aristocr¨¢tica, que sedujo a un director como Luchino Visconti para su tragedia shakesperiana sobre el nazismo. Una belleza que ha ido declinando en un rostro luminoso donde las arrugas muestran su victoria frente al imperio del bistur¨ª, y que ha estado acompa?ada por una imagen de transgresi¨®n fijada por algunos de los papeles que ha interpretado y sus apariciones en las revistas. Como cuando se desnud¨® sin pudor frente a la c¨¢mara de Helmut Newton, o interpret¨® los juegos sadomasoquistas de El portero de noche (1976). A su lado, la otra hero¨ªna imp¨²dica de los setenta, la Sylvia Kristel de Emmanuelle (1974), semidesnuda en su sill¨®n colonial, no era m¨¢s que una pseudo libertina para consumo de lectores de Vogue.
Misteriosa, fr¨ªa, distante, son algunos de los t¨®picos o clich¨¦s con los que a menudo se la ha etiquetado. El actor Dick Bogarde fascinado por su mirada la apoda The Look, el mismo t¨ªtulo con el que otra hero¨ªna cinematogr¨¢fica, Lauren Bacall, hab¨ªa sido recompensada. Una mirada que la artista siempre ha asociado a una peculiaridad de su rostro pero que el p¨²blico ha convertido en algo indescifrable, como ese rostro juvenil y enigm¨¢tico que ocupa la portada del libro.
Hija de un militar brit¨¢nico de la OTAN, Godfrey Rampling, h¨¦roe deportivo en las Olimpiadas de Berl¨ªn de 1936, y de Isabel Anne Gurteen, la heredera de una rica familia dedicada a la confecci¨®n masculina ¡ªdescrita como "la hero¨ªna de una novela de Scott Fitzgerald"¡ª la infancia de Charlotte est¨¢ marcada por los desplazamientos a causa del oficio del padre. "A la fuerza es una cosa que se me ha quedado grabada, como disciplina y sufrimiento: saber que un d¨ªa tendr¨ªa que irme y que nunca m¨¢s regresar¨ªa". Francia es uno de los pa¨ªses donde la familia fija su residencia temporal. Charlotte y su hermana Sarah aprenden la lengua y hasta cantan las canciones de Luis Mariano, el ¨ªdolo popular de la Francia de los a?os cincuenta. D¨¦cadas despu¨¦s pas¨® a ser su segunda nacionalidad, convirti¨¦ndose en la m¨¢s francesa de las actrices brit¨¢nicas.
Como la propia actriz se ha encargado de aclarar, aquellos que esperen una biograf¨ªa o similar, revelando an¨¦cdotas o cotilleos de su carrera profesional van a quedar decepcionados. Como el documental?The Look (Angelina Maccarone, 2011), donde el relato hu¨ªa del cl¨¢sico formato biogr¨¢fico, Qui je suis (Grasset) se aleja de las memorias tradicionales para subrayar el mundo m¨¢s verdaderamente ¨ªntimo de la actriz. La hija que descubre por azar los diarios juveniles de una madre llena de vida y pasi¨®n o que rompe con los silencios que le han acompa?ado a lo largo de su vida a partir del suicidio inexplicable de su hermana Sarah -¡°una flor que no era realmente de este mundo¡±- cuando ten¨ªa 21 a?os.
La publicaci¨®n del libro ha coincidido con la muerte de su compa?ero sentimental, el empresario Jean-Noel Tassez, un hombre ligado al mundo de la comunicaci¨®n y consejero de pol¨ªticos como Fran?ois Mitterrand, Jack Lang o Nicolas Sarkozy. Despu¨¦s de dos matrimonios, el primero con su agente art¨ªstico (Bryan Southcombe) y el segundo con el m¨²sico Jean-Michel Jarre, y dos hijos, Barnaby y David, respectivamente, la actriz manten¨ªa desde hace a?os una discreta relaci¨®n sentimental lejos de los focos que no hab¨ªa impedido que aparecieran juntos sobre la alfombra roja. Pen¨²ltima p¨¢gina de una vida que quiz¨¢s gracias a este libro o mosaico de recuerdos ha encontrado finalmente la tranquilidad. Como la actriz recordaba en una entrevista: ¡°Dejar de sufrir por todas las cosas que me han perseguido durante tantos a?os¡±.
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