Elecciones

El pr¨®ximo domingo hay elecciones presidenciales en la Argentina. Son d¨ªas, aqu¨ª, de enorme orgullo. Si en las campa?as proselitistas de otros pa¨ªses vemos candidatos que, con tal de lograr el poder, disfrazan sus intenciones, la nuestra es un ejemplo. Hace unos d¨ªas el candidato opositor al oficialismo, Mauricio Macri, un hombre del ri?¨®n liberal, inaugur¨® un monumento a Per¨®n, el primero en la ciudad de Buenos Aires, diciendo que ¡°el peronismo no es prepotencia ni soberbia (...), es justicia social, luchar por la igualdad de oportunidades, por la pobreza cero¡±. Para coronar ese ba?o de peronismo record¨®, como si la cantara cada ma?ana con el desayuno, una cita de la marcha de ese partido: ¡°Como dice la marcha, todos unidos triunfaremos¡±. Por su parte, Daniel Scioli, el candidato del oficialismo, lanz¨® un spot publicitario ¡ªLa Argentina necesita de vos¡ª con mensajes euf¨®ricos sobre la soberan¨ªa y el desarrollo. Por detr¨¢s de los mensajes puede escucharse un remix de Viva la vida, la canci¨®n de Coldplay, que en su versi¨®n original dice: ¡°Yo sol¨ªa gobernar el mundo. Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba. Ahora, en la ma?ana, barro solo las calles que sol¨ªa poseer¡±. O ¡°Descubr¨ª que mis castillos estaban construidos sobre pilares de sal y pilares de arena¡±. O ¡°Los revolucionarios esperan mi cabeza en bandeja de plata. S¨®lo una marioneta en una cuerda solitaria. ?Qui¨¦n podr¨ªa querer ser rey?¡±. O ¡°Nunca hubo una palabra honesta, pero as¨ª era cuando yo gobernaba el mundo¡±. Alg¨²n asesor debe haber pensado que la electricidad cursi del tema de Coldplay era ideal para arengar multitudes, m¨¢s all¨¢ de su letra, y a todo el mundo le pareci¨® bien. Como ver¨¢n, nuestra campa?a es un ejemplo. Aqu¨ª los candidatos muestran lo que son, no esconden nada: la voluntad de inyectar ¨¦pica vacua cueste lo que cueste; y la demagogia sin atributos. Aprendan de nosotros.