La capital de Zambia es incapaz de saciar la sed de su poblaci¨®n

El sue?o de Dorothy Zulu es tener un grifo y un peque?o huerto en su casa de Ngombe, uno de los muchos barrios pobres de Lusaka, la capital de Zambia

Para conseguir agua, Zulu, madre de seis hijos, tiene que estar en uno de las docenas de puestos que salpican la polvorienta barriada a las seis de la ma?ana. ¡°Hay que levantarse pronto porque a las diez ya no queda nada¡±, cuenta esta mujer de 54 a?os mientras hace la colada en las turbias aguas de un arroyo poco profundo que atraviesa Ngombe. Zulu sobrevive con 10 kwacha (1 d¨®lar) diarios, y, como la mayor¨ªa de los 120.000 habitantes de la vecindad, gasta una tercera parte en agua. ¡°Si no tienes dinero, no puedes beber¡±, explica Zulu.

En general, en Zambia, el porcentaje de personas con acceso al agua potable ha aumentado desde 1990, pero en las ¨¢reas urbanas ha descendido del 89% de entonces al 85% de 2012. Dado que se prev¨¦ que, para 2100, la poblaci¨®n zambiana al menos se habr¨¢ quintuplicado, los expertos pronostican que el pa¨ªs sudafricano tendr¨¢ problemas para cubrir la demanda de agua, sobre todo en las ciudades, donde se supone que el crecimiento ser¨¢ m¨¢s r¨¢pido.

Para alcanzar el acceso universal al agua potable y al saneamiento de aqu¨ª a 2030 ¡ªuno de los objetivos de desarrollo que se aprobaron en la cumbre de la ONU a finales de septiembre¡ª, Zambia tendr¨¢ que abastecer de agua a toda la poblaci¨®n, incluida la que vive en barrios pobres.

Seg¨²n los expertos, tambi¨¦n ser¨¢ necesario centrar los esfuerzos en reparar y ampliar las maltrechas infraestructuras. ¡°La falta de acceso al agua en los asentamientos informales es un asunto de alcance mundial que refleja un patr¨®n m¨¢s amplio de discriminaci¨®n y desigualdad en el mundo¡±, declaraba Catarina de Alburquerque, presidenta ejecutiva de la organizaci¨®n de colaboraci¨®n internacional Servicios Sanitarios y Agua para Todos.

¡°La idea que hay detr¨¢s de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es que ning¨²n objetivo se puede considerar cumplido a menos que lo haya sido para todos los grupos econ¨®micos y sociales, incluida la gente de los barrios m¨¢s pobres¡±.

Solo el 36% de los m¨¢s de dos millones de habitantes de Lusaka tiene agua corriente en sus casas

Solo alrededor del 36% de los m¨¢s de dos millones de habitantes de Lusaka tiene agua corriente en sus casas, seg¨²n el Consejo Nacional del Agua Potable y el Saneamiento de Zambia (NWASCO, por sus siglas en ingl¨¦s). Brian Chanda, jefe de planta de Ngombe Water Trust, un grupo organizado por la comunidad que gestiona el abastecimiento de agua a la barriada, informa de que tan solo la mitad de sus habitantes tienen acceso al agua potable.

El resto depende de pozos superficiales, a menudo contaminados, de perforaciones privadas o de vendedores que venden el agua con un recargo del 50% sobre la tarifa establecida por el Ngombe Water Trust. El grupo comunitario tiene dos pozos perforados en Ngombe y tambi¨¦n compra agua a la empresa p¨²blica provincial Lusaka Agua y Alcantarillado (LWSC, por sus siglas en ingl¨¦s), pero en algunas zonas de la ciudad el agua de LWSC est¨¢ racionada debido a que la demanda es mayor que las reservas de la empresa, lo cual provoca un d¨¦ficit de 80.000 metros c¨²bicos diarios, seg¨²n datos del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos. En consecuencia, el grupo solo puede llenar sus dep¨®sitos durante cuatro horas al d¨ªa.

¡°Necesitamos m¨¢s perforaciones porque la poblaci¨®n crece casi a diario¡±, manifiesta Chanda a la Fundaci¨®n Thomson Reuters. LWSC ha prometido perforar otros dos pozos en Ngombe para octubre, pero Chanda sostiene que ser¨ªa mejor que fuesen 10 m¨¢s.

Cuesti¨®n de dinero

La r¨¢pida expansi¨®n de los asentamientos irregulares como el de Ngombe ¡ªque atrae a gente de las zonas agr¨ªcolas del interior que busca mejores perspectivas econ¨®micas¡ª es un reto para los municipios que intentan ofrecer infraestructuras en condiciones, como el agua corriente.

En Lusaka el problema se ve agravado por las fugas de agua debidas a la precariedad de las infraestructuras, por la irregularidad del suministro el¨¦ctrico y por la disminuci¨®n de las reservas de agua de los embalses y los r¨ªos durante las estaciones m¨¢s secas. Otro impedimento es el financiero. ¡°El dinero es el mayor problema¡±, anuncia Yvonne Mwandu Siyeni, ejecutiva de LWSC. ¡°Esper¨¢bamos ampliar el servicio a esas zonas cuando dispusi¨¦semos de dinero, solo que, al ritmo al que est¨¢n creciendo, no damos abasto¡±.

Los expertos afirman que se generar¨ªan m¨¢s ingresos si las autoridades pudiesen hacer que los habitantes, desesperados por tener un abastecimiento de agua fiable, dejasen de perforar pozos privados y solicitasen la conexi¨®n a LWCS.

En 2014, la compa?¨ªa perdi¨® el 42% de sus reservas ¡ªmuy por encima del list¨®n del 25% considerado aceptable¡ª debido sobre todo a las ¡°enormes¡± p¨¦rdidas de agua provocadas por el mal estado de las instalaciones, informa NWASCO.

Para conseguir agua, Zulu, madre de seis hijos, tiene que estar en uno de las docenas de puestos que salpican la polvorienta barriada a las seis de la ma?ana

¡°Una de las razones por las que la gente est¨¢ perforando pozos es que tiene en cuenta la capacidad actual de Lusaka Water para prestar el servicio¡±, explicaba Reuben Sipuma, director de programas de la ONG Agua e Instalaciones Sanitarias para los Pobres de las Ciudades (WSUP, por sus siglas en ingl¨¦s).

Pero para Sumila Gulyani, experta en estrategia urbana del Banco Mundial, la imposibilidad de llevar agua a los asentamientos no planificados no es solo una cuesti¨®n de dinero.

¡°Si est¨¢s en Londres o en Lusaka y tienes una casa o un piso corrientes, no cabe duda de que [una empresa] te prestar¨¢ el servicio de abastecimiento de agua¡±, comentaba Gulyani a la fundaci¨®n en una entrevista telef¨®nica desde Washington.

¡°Pero cuando se trata de dar servicio a un barrio pobre, todos [aducen] que no tienen dinero para ampliar el abastecimiento completo de agua corriente¡±. Sencillamente, los pobres no son una prioridad para las compa?¨ªas de agua, opina Timeyin Uwejamomere, gerente de soporte t¨¦cnico de programas urbanos de la ONG WaterAid, que ha construido dos de los puestos de distribuci¨®n de agua de Ngombe.

¡°Esta injusticia afecta constantemente a los pobres. El problema es que no tenemos ni el liderazgo ni la mentalidad necesarios para dedicarse a conseguirlo¡±, sentencia Uwejamomere. ¡°Los tipos que dirigen esas empresas tienen sueldos subvencionados y les paga el Gobierno. Tanto si obtienen beneficios como si no, siguen cobrando igual, as¨ª que, ?d¨®nde est¨¢ el incentivo?¡± Hasta que no se encuentre alguno, el agua corriente no ser¨¢ m¨¢s que un sue?o para Zulu.

¡°Me encantar¨ªa tener un huertecito si tuviese agua en casa¡±, dice mientras acaba de aclarar la ropa en el turbio arroyo. ¡°No me parece que Lusaka Agua cuide mucho de esta comunidad¡±.