Alegres decorados para tapar la triste realidad fiscal
La lista de morosos es informaci¨®n irrelevante para el contribuyente e in¨²til para actuar contra el fraude
Los Gobiernos del PP son diestros en levantar decorados pol¨ªticos y gestos de cart¨®n piedra. De la misma forma que Esperanza Aguirre inauguraba hospitales sin terminar, apenas un set quir¨²rgico como en una sitcom televisiva, o los Gobiernos de Aznar sosten¨ªan a?o tras a?o, con las cuentas provisionales, que hab¨ªan conseguido super¨¢vit fiscal, logro desmentido despu¨¦s por los n¨²meros definitivos, la Hacienda gestionada por el se?or Montoro hace promesas con la mano derecha (la publicaci¨®n de listas de defraudadores) mientras que con la izquierda construye un trampantojo donde los datos de fondo se sustituyen por graciosos garabatos y estad¨ªsticas sin valor. Por ejemplo, la informaci¨®n sobre los bienes de los espa?oles en el extranjero (modelo 720) es un ameno divertimento, quiz¨¢ con inter¨¦s sociol¨®gico, pero irrelevante a efectos fiscales. Las cantidades difundidas est¨¢n declaradas o amnistiadas y poco m¨¢s hay que decir.
El pr¨®ximo decorado fiscal que presentar¨¢ la Agencia Tributaria es el espect¨¢culo de luz y sonido conocido como lista de morosos. Se anuncia con gran aparato para comienzos de diciembre. Es la ocasi¨®n, dicen los carteles, para que usted, contribuyente, pueda conocer cu¨¢les son las empresas con una deuda fiscal superior al mill¨®n. Pero la relevancia de tal informaci¨®n es discutible, si no sencillamente desechable. Si una empresa no paga sus impuestos entra en un procedimiento de pago voluntario o bien, sucesivamente, de recaudaci¨®n ejecutiva, donde se le aplican recargos de apremio de entre el 5% y el 20%. Las empresas que no han pagado, pero tienen avales o patrimonio para hacerlo, solicitan un aplazamiento ya desde la fase voluntaria, que no implica apremios. As¨ª que el resultado probable es que las aproximadamente 5.000 empresas que se conocer¨¢n en diciembre son aquellas perfectamente investigadas pero que, en general, no pueden pagar.
Y esa relaci¨®n ?en qu¨¦ mejora la informaci¨®n del ciudadano o contribuye a conocer el per¨ªmetro del fraude fiscal? Pues en nada. Se trata de que la inspecci¨®n fiscal detecte bases imponibles ocultas y obligue a tributar a sus titulares, no de exponer en una picota a sociedades con dificultades para pagar cuyas bases imponibles se conocen y cuyo prontuario fiscal es de carril. Interesa m¨¢s saber, si acaso, cu¨¢l es el futuro judicial de la sanci¨®n a Cemex (400 millones) o qu¨¦ pretende hacer la direcci¨®n pol¨ªtica del ministerio para percibir los 52.000 millones pendientes de cobro por sanciones complementarias y deuda descubierta.
Todo este relamido decorado fiscal responde a los mismos nervios pol¨ªticos. A Montoro y a su equipo se les hacen los dedos hu¨¦spedes por ense?ar una gesti¨®n apabullante y presentarse ante la opini¨®n p¨²blica brillando con la purpurina de los grandes logros contra el fraude. Que sean ficticios resulta secundario. Por eso se han inventado una excepci¨®n temporal. La relaci¨®n de morosos ten¨ªa que publicarse a mediados de a?o, despu¨¦s del 31 de julio, cuando vencen los plazos de recaudaci¨®n ejecutiva. Pero claro, hay elecciones. Soluci¨®n: montar un decorado con informaci¨®n fiscal de segunda clase.
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