Por una fiscalidad europea

El 5 de noviembre de 2014, un grupo de periodistas revel¨® que entre 2002 y 2010 m¨¢s de 330 multinacionales acordaron pactos secretos con Luxemburgo, los llamados tax rulings, con el objetivo de reducir su carga tributaria global. As¨ª naci¨® el esc¨¢ndalo conocido como LuxLeaks.

La dimensi¨®n del enga?o ha originado una ola de indignaci¨®n en el mundo. Algunas de las empresas que facturan miles de millones de euros han disfrutado de tipos impositivos efectivos inferiores al 1%? sobre unos beneficios artificialmente trasladados a Luxemburgo. Entretanto, las pymes no se benefician de estos acuerdos, al tiempo que se enfrentan a una competencia desleal.

As¨ª, Estados miembros de la Uni¨®n Europea compiten entre s¨ª ofreciendo una variedad de medidas fiscales creativas, incluyendo los acuerdos tributarios, con la finalidad de atraer artificialmente la domiciliaci¨®n de empresas a su territorio. Esta pr¨¢ctica priva al resto de socios europeos de una parte importante de sus ingresos fiscales, una p¨¦rdida de recaudaci¨®n que podr¨ªa haber sido invertida en mejorar los servicios p¨²blicos, la sanidad o la educaci¨®n.

Sin embargo, ha transcurrido un a?o sin que haya cambiado mucho esta realidad, a pesar de los anuncios realizados. La Uni¨®n Europea est¨¢ fallando a sus ciudadanos y a las peque?as y medianas empresas.

De hecho, el 6 de octubre de 2015, los ministros de finanzas de la UE perdieron la oportunidad de demostrar que han aprendido las lecciones del esc¨¢ndalo de LuxLeaks. EL acuerdo alcanzado en el Consejo sobre la extensi¨®n del sistema de intercambio autom¨¢tico de informaci¨®n a los pactos tributarios diluye seriamente la propuesta de m¨ªnimos de la Comisi¨®n, y no pone suficiente luz sobre estos apa?os secretos.

Ya es hora de que los Estados miembros pongan punto final a las maniobras de las multinacionales

Esa situaci¨®n da?a gravemente los sistemas tributarios nacionales y el proyecto europeo: necesitamos urgentemente una acci¨®n fuerte y efectiva. Un verdadero mercado interior solo puede funcionar correctamente en un marco transparente, cooperativo y coordinado en lo que respecta al impuesto de sociedades. Seguir como si nada hubiera pasado no es una opci¨®n.

La Uni¨®n Europea debe asegurar que las multinacionales pagan sus impuestos donde generan los beneficios. Nosotros reclamamos reformas ambiciosas para acabar con el fraude y la elusi¨®n fiscales, cerrar los resquicios legales, sancionar de manera efectiva los para¨ªsos fiscales, luchar contra la corrupci¨®n y el lavado de dinero, y mejorar la transparencia y la cooperaci¨®n transfronteriza.

En este contexto, llamamos a los Gobiernos de la Uni¨®n Europea a apoyar la obligaci¨®n de los Informes Pa¨ªs por Pa¨ªs que se encuentra actualmente en discusi¨®n en el marco de la directiva de derechos de los accionistas.

Esta medida obligar¨ªa a las empresas que cotizan en bolsa a hacer p¨²blicas sus actividades, as¨ª como los impuestos que pagan en cada pa¨ªs en que operan. Esto permitir¨ªa a las autoridades fiscales, inversores, trabajadores y ciudadanos en general, reaccionar en aquellos casos de comportamiento empresarial il¨ªcito o inapropiado. Los bancos europeos deben cumplir ya estos requisitos, lo que no ha mermado su competitividad, como ha probado la investigaci¨®n oficial de la Comisi¨®n Europea.

Un a?o despu¨¦s del esc¨¢ndalo de LuxLeaks, los ciudadanos europeos y las empresas responsables no pueden seguir esperando. Necesitamos una acci¨®n coordinada a escala europea. Los Informes Pa¨ªs por Pa¨ªs representan un arma muy importante para luchar contra el fraude y la evasi¨®n fiscales, adem¨¢s de un paso significativo en el establecimiento de un marco europeo de mayor transparencia fiscal.

Ya es hora de que los Estados miembros aprendan la lecci¨®n de LuxLeaks, poniendo punto final a las maniobras de las multinacionales para evitar pagar impuestos, y trabajando por un sistema justo de tributaci¨®n societaria. Esta es una precondici¨®n para el crecimiento econ¨®mico en la Uni¨®n Europea, en beneficio de ciudadanos y empresas. Es mucho lo que nos jugamos.

Ram¨®n J¨¢uregui es diputado socialista al Parlamento Europeo. Firman tambi¨¦n este art¨ªculo Thomas Piketty, de la Paris School of Economics; Romano Prodi, expresidente de la Comisi¨®n Europea; Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo; Sergio Cofferati, eurodiputado; Elio di Rupo, ex primer ministro de B¨¦lgica; Gianni Pittella, portavoz del grupo de los socialistas y dem¨®cratas en el Parlamento Europeo; Jean-Paul Fitoussi, del comit¨¦ cient¨ªfico de Progressive Economy; Eider Gardiazabal, diputada socialista al Parlamento Europeo.