La econom¨ªa sostenible se refuerza en el Mediterr¨¢neo

Ines Temimi es una pionera del reciclaje de los residuos electr¨®nicos en T¨²nez. Comenz¨® a hacerlo en 2009, cuando mont¨® su empresa CollecTun de3 Recyclage, que ahora tiene siete empleados. Antes, mientras viv¨ªa en Francia, su experiencia se hab¨ªa centrado en la hosteler¨ªa. ¡°En 2004 asist¨ª a una conferencia sobre tratamiento de residuos electr¨®nicos en Estados Unidos y me dije ¡®yo quiero hacer esto mismo en mi pa¨ªs¡±, explica Temimi.

Despu¨¦s de aquello vino una beca para formarse en Estados Unidos y el inter¨¦s de un inversor italiano que no lleg¨® a cuajar por cuestiones administrativas. ¡°No pude trabajar con ¨¦l, pero se prest¨® a ense?arme c¨®mo funcionaba el sector en su pa¨ªs¡±, comenta agradecida esta emprendedora tunecina. ¡°Ahora mismo somos capaces de tratar, directamente, el 90% de los materiales de los residuos que nos llegan, los pl¨¢sticos y los metales; el 7 por ciento, lo enviamos a Alemania, por un acuerdo de colaboraci¨®n, porque nosotros no los podemos tratar y ellos s¨ª; y el 3%, son elementos como bater¨ªas, por ejemplo, que ni ellos ni nosotros somos capaces de recuperar. Pero ni siquiera tiramos ese 3%, de momento lo vamos almacenando, hasta que encontremos la manera¡±, cuenta Temimi.

Mohamed Salama es un egipcio afincado en Madrid que junto a su esposa puso en marcha hace dos a?os una marca de ropa para ni?os, Kutuno, realizada en algod¨®n 100% org¨¢nico y que trabaja en colaboraci¨®n con agricultores de su pa¨ªs con los que comparte el compromiso por el respeto al medio ambiente. ¡°Todos los padres quieren ofrecer a sus beb¨¦s lo mejor¡±, asegura Salama; y este es el sentido de su iniciativa. Ese es el potencial comercial de una idea como la que pusieron en marcha Mohamed y su esposa, pero tambi¨¦n la filosof¨ªa que hay detr¨¢s. ¡°Es una cuesti¨®n de conciencia y compromiso. La gente tiene que preguntarse por el impacto de lo que consume. Por eso nosotros ofrecemos transparencia y trazabilidad, los materiales tienen el certificado de ser completamente ecol¨®gicos. Sabemos que los agricultores reciben un pago justo por sus productos y que una parte de los beneficios se destinan al desarrollo de la comunidad¡±, explica orgulloso este arquitecto equipcio.

Fatimazahra Beraich es una ingeniera marroqu¨ª, fundadora de la empresa Biod?me du Maroc, que se dedica a la construcci¨®n de instalaciones para los agricultores con las que pueden generar biog¨¢s y compost. ¡°Hemos intentado dar una respuesta a un problema sistem¨¢tico de los agricultores marroqu¨ªes. Se trata del acceso a la energ¨ªa. Con nuestras instalaciones, los agricultores s¨®lo necesitan los desechos de sus propias granjas y consiguen el biog¨¢s necesario para bombear agua, para alimentar y hacer funcionar los sistemas de riego, para cocinar y para el consumo dom¨¦stico. Adem¨¢s, consiguen el compost que act¨²a como fertilizante natural y sustituye a los productos qu¨ªmicos¡±, explica Beraich.

Esta ingeniera cre¨® la empresa en 2013, a los 27 a?os, poco despu¨¦s de terminar sus estudios. Pero durante poco m¨¢s de un a?o se dedic¨® a perfeccionar unas t¨¦cnicas que ya exist¨ªan. ¡°Hemos acelerado y mejorado la producci¨®n de biog¨¢s. Antes hac¨ªan falta cuatro meses para empezar a tener el combustible, nosotros lo hemos conseguido hacer en dos meses y adem¨¢s es de mejor calidad. Tambi¨¦n hemos desarrollado instalaciones de creaci¨®n de compost sin olores y sin ruido que se pueden instalar en todo tipo de negocios, no s¨®lo en granjas, y que son una buena opci¨®n para tratar los residuos org¨¢nicos¡±, cuenta esta ingeniera. Comercialmente, Biod?me acaba de arrancar, pero la confianza de su fundadora es firme y aspira a traspasar las fronteras de Marruecos con sus instalaciones, solucionando problemas en otros pa¨ªses vecinos.

Aymen Louhichi tiene 34 a?os y hace nueve que se dedica al ecoturismo en T¨²nez. ¡°Es un producto diferente al turismo habitual en T¨²nez y tratamos de mostrar la realidad del pa¨ªs¡±, cuenta este joven emprendedor. ¡°Hacemos trakkings y todo tipo de actividades al aire libre y no utilizamos hoteles, sino que los viajeros se alojan en viviendas de familias locales¡±, detalla Louhichi.

Para este peque?o empresario, el secreto est¨¢ en seleccionar muy bien a los compa?eros de viaje, tanto los anfitriones como, por ejemplo, los artesanos con los que se trabaja; en la formaci¨®n y la sensibilizaci¨®n que se ofrece a estas personas; y en cuidar mucho el n¨²mero de visitantes que participan en las actividades para evitar el turismo masivo. ¡°Al fin y al cabo, viajar es buscar cosas aut¨¦nticas, experiencias inolvidables y eso no se consigue con un modelo de turismo de grandes hoteles¡±, sentencia Louhichi.

Ines, Mohamed, Fatimazahra y Aymen son un ejemplo claro de las iniciativas de econom¨ªa circular, colaborativa y sostenible que se extiende por diversos lugares del mundo y, especialmente, en las regiones que habitualmente se engloban en la dudosa calificaci¨®n en v¨ªas de desarrollo. En este caso, todos ellos han participado en un encuentro que centraba este fen¨®meno en los pa¨ªses ribere?os del mar Mediterr¨¢neo, el Switch Med Connect. Se trataba de la materializaci¨®n, la forma de poner en contacto a algunos de los participantes en el programa SwitchMed, impulsado por la Uni¨®n Europea. Este programa tiene como mandato ¡°reforzar la innovaciones sociales y ecol¨®gicas en el Mediterr¨¢neo¡±.

En el encuentro, celebrado en Barcelona el 29 y el 30 de octubre se reunieron m¨¢s de 350 participantes, entre emprendedores, representantes de instituciones o potenciales inversores. Como ocurre en la mayor parte de estos eventos, el principal atractivo era el establecimiento de conexiones. ¡°Nuestra iniciativa se puede replicar en otros pa¨ªses del norte de ?frica¡±, se?alaba Ines Temimi, ¡°y es interesante compartir experiencias. Ahora mismo, un participante de Israel me comentaba una posible soluci¨®n para tratar uno de los productos que nos supone un problema¡±. Por su parte, Fatimazahra Beraich confesaba que lo que esperaba encontrar eran socios, tanto tecnol¨®gicos como financieros para los nuevos productos que est¨¢ desarrollando Biod?me du Maroc.

El programa SwitchMed, impulsado por la Uni¨®n Europea, tiene como mandato ¡°reforzar la innovaciones sociales y ecol¨®gicas en el Mediterr¨¢neo¡±

No obstante, m¨¢s all¨¢ de los encuentros de pasillo, o su versi¨®n m¨¢s en boga, el networking, el programa del Switch Med Connect inclu¨ªa presentaciones de proyectos en sectores como la moda, la agricultura, la construcci¨®n, la movilidad o el turismo, todos ellos con el prefijo ¡°eco¡± o el apellido ¡°sostenible¡±. Los asistentes pod¨ªan participar adem¨¢s en talleres sobre el acceso a la financiaci¨®n o el desarrollo de las ideas innovadoras para la creaci¨®n de empresas.

En medio de estas ponencias, se presentaba, precisamente, un proyecto de fomento de este tipo de iniciativas, el Med Recipe impulsado por la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo con el patrocinio de instituciones internacionales como el Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo (BERD) o la ONUDI. A trav¨¦s de este programa, se ponen sobre la mesa 8,9 millones de euros para impulsar proyectos de econom¨ªa circular y verde que se orienten a fomentar el consumo y la producci¨®n sostenible y ecol¨®gica en el Mediterr¨¢neo. ¡°Lo que se busca es un cambio del modelo productivo y no se puede esperar un bigbang, pero se est¨¢ avanzando poco a poco¡±, explica Sergi Farr¨¦, diplom¨¢tico espa?ol de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo, para ilustrar la evoluci¨®n de un fen¨®meno creciente.

El Med Recipe se encuentra, de momento, en fase de identificaci¨®n de proyectos y todav¨ªa no ha comenzado con el apoyo a emprendedores concretos. Sin embargo, la b¨²squeda de iniciativas, los criterios que buscan se acercan enormemente a las caracter¨ªsticas de proyectos como los de Ines, Mohamed, Fatimazahra o Aymen.

En todo caso, Farr¨¦ destaca que en el programa que impulsa la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo est¨¢ impl¨ªcito el apoyo de los pa¨ªses de destino. Un apoyo que a menudo resulta fundamental para el impulso de normativas que se adecuen a los principios de ¡°promoci¨®n de la econom¨ªa circular y verde¡± que se?ala el representante de la instituci¨®n euromediterr¨¢nea.

Para Farr¨¦, los pa¨ªses de la orilla sur del mar pueden ofrecer unas condiciones muy adecuadas para el impulso a este tipo de econom¨ªa. ¡°Son pa¨ªses en los que los sectores m¨¢s pr¨®ximos a la tierra tienen mucho peso, la agricultura o la pesca, por ejemplo, est¨¢n muy arraigados y tienen mucho que ganar, porque no tienen porqu¨¦ repetir modelos de industria que, por ejemplo, son muy contaminantes¡±, se?ala Farr¨¦. ¡°En realidad, es importante mostrar una narrativa en positivo y poner en valor que m¨¢s all¨¢ de los problemas pol¨ªticos que pueda haber, la gente contin¨²a adelante. Al fin y al cabo, el motor de la econom¨ªa mundial no son las grandes multinacionales sino las peque?as y medianas empresas¡±, a?ade.

Los emprendedores parecen estar de acuerdo con Farr¨¦, cuando por ejemplo, Ines Temimi defiende que el reciclaje de residuos electr¨®nicos es un sector de futuro porque cada vez se consume m¨¢s tecnolog¨ªa, las empresas cada vez est¨¢n sometida a m¨¢s control y la normativa es cada vez m¨¢s clara y m¨¢s estricta en lo que se refiere al tratamiento de residuos. La emprendedora tunecina explica que primero han puesto el foco en las empresas y que poco a poco se va extendiendo por toda la sociedad. ¡°En algunos sectores es m¨¢s dif¨ªcil, pero nosotros tambi¨¦n hacemos campa?as de sensibilizaci¨®n en la medida de nuestras posibilidades y en colaboraci¨®n con iniciativas extranjeras¡±, se?ala. Por su parte, Mohamed Salama, cree que el crecimiento de la industria verde es un aval para su proyecto de ropa infantil org¨¢nica. ¡°Es el futuro de la industria, porque no tenemos m¨¢s remedio que estar comprometidos con el medio ambiente¡±, asegura. Mientras que Fatimazahra Beraich rompe una lanza a favor de estas iniciativas. ¡°Los proyectos de instalaciones de producci¨®n de biog¨¢s y compost no s¨®lo son respetuosos con el medio ambiente, sino que tambi¨¦n son rentables. Los agricultores incluso pueden vender el fertilizante y conseguir recursos extra¡±, asegura la joven marroqu¨ª.