Amar en el siglo XXI

Carta de la semana: Amar en el siglo XXI

En el reportaje Ligar en tiempos modernos (El Pa¨ªs Semanal, 25-10-2015) se expone una de las muchas consecuencias que han surgido en la adicci¨®n, uso y abuso compulsivo de las redes sociales. Concretamente, las profusas aplicaciones v¨ªa smartphone para conseguir sexo f¨¢cil y r¨¢pido (sobre todo entre los j¨®venes) que hacen innecesarios y arcaicos los m¨¦todos cl¨¢sicos. Y algo m¨¢s clarificador: la ilustraci¨®n de portada de Fort¨²nez. En ella, de 42 j¨®venes de ambos sexos en una discoteca, 35 consultan el m¨®vil¡­ M¨¢s real y desolador, imposible.

Tom¨¢s m. Serna. Alcobendas (Madrid)

Relaciones personales

Me ha interesado mucho el reportaje Ligar en tiempos modernos del pasado 25 de octubre. M¨¢s all¨¢ de cuestiones de tipo moral, deja constancia de una realidad social que dista mucho de la de generaciones anteriores. Afortunadamente, ya no hay que aguantar a la pareja propia como se hac¨ªa hace no tantos a?os, especialmente por parte de las mujeres. Mi pregunta es c¨®mo estos nuevos h¨¢bitos de relacionarse afectar¨¢n a la crianza y educaci¨®n de los hijos en estas m¨²ltiples relaciones monog¨¢micas sucesivas que, seg¨²n algunos estudios, tienen fecha de caducidad cada siete a?os de promedio. Ser¨ªa interesante que ustedes publicaran una secuela en este sentido basada en datos y opiniones contrastadas.

Ana Bravo. Correo electr¨®nico

Mujer y maternidad

Comparto la teor¨ªa que Rosa Montero desarrollaba en su art¨ªculo del pasado 25 de octubre sobre la falta de inter¨¦s reproductor de algunas que fuimos ni?as o j¨®venes en la Transici¨®n. No fue solo un susurro de nuestras madres, tambi¨¦n el consejo de nuestras abuelas e incluso la ilusi¨®n de nuestros padres: estudia, trabaja, independ¨ªzate, viaja, vive tu vida.

Ser la primera generaci¨®n en poder liberarse de la tradici¨®n condujo a la mayor¨ªa de las mujeres a posponer la maternidad. A veces, hasta que ya no era biol¨®gicamente factible. A otras las llev¨® a no priorizarla o ni siquiera pensarla. A hacer, casi por primera vez, lo que les diera la gana.

Es verdad que la sociedad es ahora menos sexista, pero no veo mucho avance. Sirvan de ejemplo los mensajes pol¨ªticos sobre la baja natalidad (n¨²mero de nacidos / poblaci¨®n), que suelen ir acompa?ados de ilustraciones y datos sobre la baja fecundidad (n¨²mero de hijos / mujeres en edad f¨¦rtil). De manera que casi todos conocemos este ¨²ltimo dato y no el primero. Claro que es una forma de medir, de expresar objetivamente una realidad. Pero el mensaje que se env¨ªa a la sociedad es el de siempre: las que tienen que decidir, las culpables, las que tienen que ser buenas ciudadanas son las mujeres.

Ana Carvajal de la Torre. La Coru?a