Churcampa, el pueblo donde no mueren las embarazadas
Este poblado de la zona andina de Per¨² recupera el protagonismo de las mujeres en sus propios partos
Las mujeres en Churcampa no titubean a la hora de parir en el centro de salud. En este poblado de la zona andina del Per¨² se han acortado todas las distancias entre la medicina y las costumbres. Ahora, las mujeres descartan parir en casa, y asumen con eficacia el protagonismo en sus partos. Una de ellas es Paulina, quien en plena tormenta pidi¨® ayuda a la familia porque los dolores de parto rompieron su tranquilidad. S¨®lo bastaron pocos minutos para que la comunidad, con apoyo de una matrona, buscara una camilla y la trasladaran durante dos largas horas hasta el centro de salud m¨¢s cercano.
En el centro de salud, Paulina pudo descansar en la casa de espera, un espacio que los m¨¦dicos han dise?ado para hacer sentir a las embarazadas como en sus propios hogares. Esta casa cuenta con una cocina en la que la matrona prepara la comida de Paulina, adem¨¢s de algunas infusiones que durante d¨¦cadas estas matriarcas de la medicina tradicional han dado a las mujeres para asumir el parto con la mayor de las fuerzas posibles.
Paulina pas¨® a la sala de parto. Pero no lo hizo sola. Con ella fueron su esposo, su madre, la matrona y el m¨¦dico. En esta sala, la silla ginecol¨®gica tiene un papel secundario, Paulina se sienta en un banco de madera, sin quitarse su vestido, coge una cuerda que se balancea desde el techo y comienza su proceso de parto. Su esposo la abraza por la espalda, ayuda a empujar, y a controlar la respiraci¨®n. Desde lejos, esta escena parece un baile en el que todos sabes cu¨¢l es su papel alrededor de la embarazada: la matrona y el m¨¦dico orientan a Paulina en quechua ¡ªsu idioma¡ª, la madre le va dando infusiones y el marido permanece firme pegado a su espalda hasta que minutos despu¨¦s naci¨® el beb¨¦.
Paulina suma un nuevo caso de parto vertical con adecuaci¨®n intercultural en la regi¨®n que se ha cumplido con total ¨¦xito. Aqu¨ª se confluyen los saberes tradicionales con el respaldo m¨¦dico.
El resultado habla por s¨ª solo: una d¨¦cada sin muerte materno infantil en la regi¨®n de Churcampa. Antes de comenzar este proyecto, el Ministerio de Salud en su informe Avanzando hacia una maternidad segura reconoce que tres de cada 10 mujeres perd¨ªan la vida durante el embarazo o el parto en esta zona del altiplano andino. Una cifra que igualaba a Per¨² con regiones de Asia y el norte de ?frica, donde la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) confirma que cada d¨ªa mueren 800 embarazadas.
Ahora este fantasma se est¨¢ combatiendo de manera local con la implementaci¨®n del parto vertical en los 15 centros de salud que funcionan en Churcampa. Seg¨²n el doctor Marco Antonio Bautista, a mediados del 2004 s¨®lo el 5,8% de las embarazadas asist¨ªan a estos centros, pero que en la actualidad ya la asistencia supera el 70,3%.
"La naturalidad de este parto es la reconquista de una pr¨¢ctica milenaria, aqu¨ª toda la vida se hab¨ªa parido as¨ª. La embarazada es la protagonista de su parto, ella lleva la batuta. Durante a?os, nos han impuesto la medicina, el parto en horizontal". As¨ª lo explica Marina, una de las parteras que trabajan en Churcampa desde hace m¨¢s de 40 a?os. Su expediente suma la asistencia a m¨¢s de 300 partos verticales.
Este poblado de casas de barro, calles empinadas, situado a 3.000 metros de altura, en el este del Per¨², y con una poblaci¨®n campesina e ind¨ªgena se ha convertido en un modelo de parto con adecuaci¨®n intercultural para toda la regi¨®n y cada vez m¨¢s pa¨ªses en el mundo.
Distintas instituciones internacionales ha reconocido a Churcampa como modelo mundial; el programa ha ganado el primer lugar de un concurso internacional convocado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Este proyecto se impuso entre 121 otras experiencias de 22 pa¨ªses de las Am¨¦ricas, en el Concurso Regional de Buenas Pr¨¢cticas de la Iniciativa Maternidad Segura de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS.
Un avance que el Ministerio de Salud de Per¨² decidi¨® replicar en otras regiones del pa¨ªs donde a¨²n mueren cada a?o alrededor de 411 embarazadas. A trav¨¦s de un decreto, el gobierno nacional determin¨® que todos los establecimientos de salud deb¨ªan atender a la gestante en la posici¨®n que ella requiriera.
El inicio
Esta realidad dista mucho de aquella a la que Rosa Paredes debi¨® enfrentar cuando lleg¨® a Churcampa para hacer sus pr¨¢cticas como obstetra en 1996. La doctora no olvida la dureza de ver c¨®mo una gran parte de las mujeres de la regi¨®n no sobreviv¨ªan a partos complicados. "Las embarazadas rechazaban venir a los centros de salud. Prefer¨ªan tener a sus beb¨¦s en casa, y muchas de ellas presentaban complicaciones y mor¨ªan sin derecho a la atenci¨®n m¨¦dica. Era una situaci¨®n cr¨ªtica, esta regi¨®n era una de las primeras con m¨¢s muertes maternas del pa¨ªs", cuenta.
As¨ª fue c¨®mo esta doctora comenz¨® a realizar un estudio social para conocer por qu¨¦ las mujeres se negaban a asistir a los centros de salud. Con un grupo de m¨¦dicos y enfermeras visit¨® diferentes regiones hasta que consigui¨® una ¨²nica respuesta: las embarazadas sent¨ªan miedo porque no respetaban sus costumbres.
"Las mujeres andinas se sent¨ªan violentadas en los centros de salud. Ellas no eran protagonistas de su propio parto, eran obligadas a desprenderse de sus ropas para ponerse la bata m¨¦dica, separadas de su familia, a usar la silla ginecol¨®gica y una nula participaci¨®n de la matrona, quien en esta zona es una referencia ¨²nica en los partos", relata.
Las mujeres andinas se sent¨ªan violentadas en los centros de salud. No eran protagonistas de su propio parto
Con estos resultados, Rosa Paredes y el equipo m¨¦dico comenzaron a buscar nuevas estrategias para cambiar el trabajo con las mujeres de la regi¨®n. A este esfuerzo se unieron organizaciones locales y espa?olas como la Fundaci¨®n Iberoamericana para el Desarrollo, la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional y Medicus Mundi.
Fernando Carbone, coordinador de Medicos Mundi Per¨² explica que desde el inicio se trabaj¨® con socios locales peruanos, los cuales promovieron un di¨¢logo participativo entre la propia poblaci¨®n: "Todos estos actores involucrados en la salud materno y perinatal compartieron sus saberes y la evidencia pr¨¢ctica de su d¨ªa a d¨ªa, desde sus creencias y saberes ancestrales o acad¨¦micos. Personal de salud, pero tambi¨¦n las familias y la comunidad, escucha c¨®mo viven y sienten las mujeres los procesos relacionados con la gestaci¨®n, el parto y puerperio y el cuidado del reci¨¦n nacido".
A partir de este trabajo, Rosa Paredes asegura que se cre¨® un plan de acci¨®n para implementar el parto vertical en la regi¨®n. El primer paso fue crear salas de parto con adecuaci¨®n intercultural en los centros de salud de Churcampa: paredes con colores c¨¢lidos, alfombras con piel de oveja, una silla de madera, mantas tejidas por las matronas, y la tradicional cuerda que pende del techo para que las mujeres sostengan durante el esfuerzo del parto.
Medicus Mundi revela que el parto horizontal (intervenci¨®n m¨¦dica) es casi nulo. Esta adecuaci¨®n intercultural acerc¨® a las mujeres de las comunidades m¨¢s remotas a los centros de salud. El programa incluye que los m¨¦dicos trabajen junto a las matronas en el seguimiento de las embarazadas desde el primer mes, las comunidades realizan trabajos de sensibilizaci¨®n sobre cuidados sobre el embarazo, a trav¨¦s de charlas, obras de teatro y visitas personalizadas en cada vivienda.
Este programa recibe cada a?o a profesionales de la medicina de pa¨ªses como Estados Unidos, Italia, Espa?a, Ecuador y Bolivia para conocer de primera mano la experiencia de Churcampa. Una de ellas es Nerea Iriarte, estudiante de enfermer¨ªa en la Universidad P¨²blica de Navarra (UPNA), quien vivi¨® durante tres meses entre Churcampa y Lima. Para ella, se ha tratado de una experiencia que marca la vida no s¨®lo a nivel profesional, sino tambi¨¦n en el ¨¢mbito personal.
"Es una idea brillante que se adecua a lo natural, y sobre todo crea un clima perfecto para la embarazada. Trabajamos c¨®mo la comunidad se implica en la salud materno infantil, c¨®mo gestionan con el personal m¨¦dico, y la fusi¨®n de conocimientos. D¨ªas antes de partir de Churcampa tuvimos la oportunidad de asistir a un parto vertical y es un proceso natural en el que el beb¨¦ y la madre se convierten en los protagonistas", cuenta Iriarte.
Ignacio S¨¢nchez, de Medicus Mundi Navarra, agrega que el proyecto ha supuesto un modelo de salud p¨²blica materno perinatal que genera una nueva forma, m¨¢s c¨¢lida y adecuada, de atenci¨®n a las embarazadas durante todo el proceso y a los reci¨¦n nacidos en su proceso perinatal. ¡°Esta estrategia de salud materno y perinatal ha sido adoptada desde 2008 por otras redes de salud del pa¨ªs, siendo que a nivel nacional se han promulgado m¨¢s de una docena de normas relacionadas con el embarazo, parto, puerperio y atenci¨®n del reci¨¦n nacido basadas en la experiencia de Churcampa¡±.
?Es un proyecto que se extiende. Y Rosa Paredes se ha convertido en una embajadora del modelo en todo el territorio nacional e internacional. Ya no vive en Churcampa, pero sigue trabajando para unificar las costumbres de la zona en la que trabaja con el cuidado m¨¦dico. Un m¨¦todo con resultados que la respaldan.
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