La NASA ofrece m¨¢s pruebas sobre los misteriosos ¡®geoglifos de la estepa¡¯
Unas extra?as figuras geom¨¦tricas aparecidas en Kazajist¨¢n, que solo se pueden distinguir desde el aire, podr¨ªan tener hasta 8.000 a?os
Desde lo alto de los cielos de Kazajist¨¢n, la tecnolog¨ªa espacial ha revelado un antiguo misterio oculto en el suelo.
Las im¨¢genes por sat¨¦lite de una estepa rec¨®ndita y pelada en el norte del pa¨ªs revelan geoglifos colosales: figuras geom¨¦tricas de cuadrados, cruces, l¨ªneas y anillos del tama?o de varios campos de f¨²tbol, que solo se pueden distinguir desde el aire. Seg¨²n los c¨¢lculos, las m¨¢s antiguas se remontan hasta 8.000 a?os.
La figura m¨¢s grande, cerca de un yacimiento neol¨ªtico, es un cuadrado gigante formado por 101 mont¨ªculos, cuyas esquinas est¨¢n conectadas por una cruz diagonal, y tiene una extensi¨®n mayor que la Gran Pir¨¢mide de Keops. Otra figura es una especie de esv¨¢stica de tres brazos, acabados en zigzag en sentido contrario a las agujas del reloj.
Estos geoglifos (como m¨ªnimo 260 ¡ªentre mont¨ªculos, zanjas y terraplenes¡ª dispuestos en cinco formas b¨¢sicas), en la regi¨®n de Turgai, en el norte de Kazajist¨¢n, fueron descritos el a?o pasado en una conferencia de arqueolog¨ªa celebrada en Estambul como unas obras ¨²nicas y desconocidas hasta la fecha.
La figura m¨¢s grande, cerca de un yacimiento neol¨ªtico, tiene una extensi¨®n mayor que la Gran Pir¨¢mide de Keops
Localizados en Google Earth por Dmitriy Dey, un economista kazajo amante de la arqueolog¨ªa, en 2007, los denominados "geoglifos de la estepa" siguen resultando profundamente enigm¨¢ticos y pr¨¢cticamente desconocidos para el resto del mundo.
Hace dos semanas, en lo que constituye la mayor se?al hasta la fecha de inter¨¦s oficial por investigar los yacimientos, la NASA public¨® im¨¢genes de sat¨¦lite de algunas de las figuras, tomadas desde unos 700 kil¨®metros de altura . ¡°Nunca hab¨ªa visto nada semejante; me parece extraordinario¡±, comenta Compton J. Tucker, un experimentado cient¨ªfico de la bi¨®sfera que trabaja para la NASA en Washington y que envi¨® las im¨¢genes, tomadas por DigitalGlobe, un proveedor de im¨¢genes por sat¨¦lite, a Dey y a The New York Times.
Ronald E. LaPorte, cient¨ªfico de la Universidad de Pittsburgh que ayud¨® a difundir los hallazgos, define la participaci¨®n de la NASA como ¡°de enorme importancia¡± a la hora de movilizar apoyos para una investigaci¨®n m¨¢s minuciosa. La pasada semana, la NASA puso en la lista de tareas de los astronautas de la Estaci¨®n Espacial Internacional el tomar fotograf¨ªas espaciales de la regi¨®n. ¡°Puede que la tripulaci¨®n tarde un tiempo en obtener im¨¢genes de su yacimiento, pues estamos a merced de los ¨¢ngulos de elevaci¨®n solar, las restricciones meteorol¨®gicas y el calendario de la tripulaci¨®n¡±, escrib¨ªa Melissa Higgins, miembro del Departamento de Operaciones de la Misi¨®n, a LaPorte en un correo electr¨®nico.
Las im¨¢genes tomadas por la NASA se suman a la amplia investigaci¨®n que Dey recopil¨® este a?o en una conferencia en PowerPoint, traducida del ruso al ingl¨¦s.
La NASA ha pedido a los astronautas de la Estaci¨®n Espacial Internacional que tomen im¨¢genes de las figuras
¡°No creo que la intenci¨®n fuera que las observasen desde el aire¡±, explica Dey, de 44 a?os, en una entrevista desde su ciudad, Kostanay, y descarta las conjeturas descabelladas sobre alien¨ªgenas y nazis; mucho antes de la llegada de Hitler, la esv¨¢stica era un elemento de dise?o antiguo y casi universal. Su teor¨ªa es que las figuras construidas a lo largo de l¨ªneas rectas sobre elevaciones constitu¨ªan ¡°observatorios horizontales para seguir los movimientos del sol naciente¡±.
Los cient¨ªficos sostienen que Kazajist¨¢n, una vast¨ªsima exrep¨²blica sovi¨¦tica rica en petr¨®leo que comparte frontera con China, se ha movido con lentitud a la hora de investigar y proteger los hallazgos, y apenas ha difundido noticias sobre ellos. ¡°Me preocupaba que pudiese ser un fraude¡±, reconoce LaPorte, profesor em¨¦rito de epidemiolog¨ªa en Pittsburgh, que el a?o pasado se top¨® con un informe sobre los hallazgos mientras investigaba enfermedades en Kazajist¨¢n.
Sin protecci¨®n de la Unesco
Con la ayuda de James Jubilee, un exfuncionario estadounidense dedicado al control de armas y ahora coordinador de ciencia y tecnolog¨ªa en materia sanitaria de Kazajist¨¢n, LaPorte se puso en contacto con Dey a trav¨¦s del Departamento de Estado, y sus im¨¢genes y documentaci¨®n pronto les convencieron de la autenticidad y relevancia de los geoglifos. Buscaron fotos de KazCosmos, la agencia espacial del pa¨ªs, y presionaron a las autoridades locales para que solicitaran la protecci¨®n urgente de los yacimientos a la Unesco, pero sin suerte hasta la fecha.
En el periodo cret¨¢cico, hace 100 millones de a?os, la regi¨®n de Turgai estaba dividida por un estrecho que iba desde el actual Mediterr¨¢neo al Oc¨¦ano ?rtico. Las tierras f¨¦rtiles de la estepa eran un destino para las tribus de la Edad de Piedra en busca de terrenos de caza, y la investigaci¨®n de Dey indica que la cultura mahandzhar, que floreci¨® all¨ª entre el 7.000 y el 5.000 a. C., podr¨ªa tener relaci¨®n con las figuras m¨¢s antiguas. Sin embargo, a los cient¨ªficos les sorprende que una poblaci¨®n n¨®mada se quedase en un mismo lugar el tiempo necesario para talar y disponer los ¨¢rboles de los terraplenes, y para sacar del fondo de los lagos el sedimento con el que construir los enormes mont¨ªculos, que en un principio ten¨ªan entre dos y tres metros de alto y ahora tienen un metro de alto y unos 12 de ancho.
Persis B. Clarkson, arque¨®logo de la Universidad de Winnipeg que vio algunas de las im¨¢genes de Dey, explica que estas figuras y otras similares en Per¨² y Chile est¨¢n cambiando la concepci¨®n que tenemos sobre los primeros n¨®madas.
¡°La idea de que estos pueblos pudiesen reunir el n¨²mero de personas necesario para emprender proyectos de grandes dimensiones, como crear los geoglifos de Kazajist¨¢n, ha hecho que los arque¨®logos reconsideren profundamente la naturaleza y los ritmos de la organizaci¨®n humana a gran escala y compleja, como precursora de las sociedades sedentarias y civilizadas¡±, explica Clarkson.
¡°Se dedic¨® un esfuerzo ingente¡± a las estructuras, seg¨²n confirma tambi¨¦n Giedre Motuzaite Matuzeviciute, arque¨®loga de la Universidad de Cambridge y profesora visitante de la Universidad de Vilnius, en Lituania, que el a?o pasado estuvo en dos de los yacimientos. Matuzeviciute afirma que no estaba convencida de definir las estructuras como geoglifos ¡ªun t¨¦rmino aplicado a las enigm¨¢ticas l¨ªneas de Nazca, en Per¨², que representan animales y plantas¡ª porque los geoglifos ¡°se conciben como arte, m¨¢s que como objetos con una funci¨®n¡±.
Varias de las figuras podr¨ªan ser observatorios solares del estilo de Stonehenge, en Inglaterra, y las torres Chanquillo, en Per¨²
Matuzeviciute y dos arque¨®logos de la Universidad de Kostanay, Andrey Logvin e Irina Shevnina, debatieron sobre las figuras en el encuentro de arque¨®logos europeos celebrado en Estambul el a?o pasado.
Al no haber material gen¨¦tico para analizar, pues ninguno de los dos mont¨ªculos en los que se ha excavado es una tumba, Matuzeviciute explica que us¨® la luminiscencia estimulada ¨®pticamente ¡ªun m¨¦todo para medir la cantidad de radiaci¨®n ionizante¡ª con el fin de analizar el material de construcci¨®n, y descubri¨® que uno de los mont¨ªculos se remontaba al 800 a. C. Otros estudios preliminares dataron las primeras obras como de hace m¨¢s de 8.000 a?os, lo que podr¨ªa convertirlas en las creaciones m¨¢s antiguas de este tipo halladas hasta la fecha. Otros materiales apuntan a fechas en la Edad Media.
Dey sostiene que, seg¨²n algunas teor¨ªas, varias de las figuras podr¨ªan ser observatorios solares del estilo de Stonehenge, en Inglaterra, y las torres Chanquillo, en Per¨².
¡°Todo est¨¢ vinculado por el culto del sol¡±, explica Dey, que habla en ruso por Skype a trav¨¦s de un int¨¦rprete, Shalkar Adambekov, estudiante de doctorado de la Universidad de Pittsburgh.
Fue un descubrimiento por accidente. En marzo de 2007, Dey estaba en su casa viendo un programa del Discovery Channel, Pir¨¢mides, momias y tumbas, y recuerda que se dijo: ¡°Hay pir¨¢mides por todo el mundo. En Kazajist¨¢n tambi¨¦n deber¨ªa haber¡±.
Acto seguido, empez¨® a buscar im¨¢genes de Kostanay y sus alrededores en Google Earth. No hab¨ªa pir¨¢mides, pero, seg¨²n cuenta, unos 320 kil¨®metros al sur de la ciudad vio algo igual de intrigante: un cuadrado gigante de m¨¢s de 275 metros de lado, formado por puntitos y atravesado por una X punteada.
Al principio Dey pens¨® que pod¨ªa tratarse de una antigua instalaci¨®n sovi¨¦tica, quiz¨¢ uno de los experimentos de Nikita Jruschov de cultivar tierra virgen para la producci¨®n de pan. Sin embargo, al d¨ªa siguiente, Dey localiz¨® una segunda figura gigante, la esv¨¢stica de tres brazos con las puntas ornamentadas, de unos 90 metros de di¨¢metro. Antes de que acabara ese a?o, Dey hab¨ªa encontrado otros ocho cuadrados, c¨ªrculos y cruces. En 2012 ya eran 19, y ahora tiene registrados 260, entre ellos varios mont¨ªculos con dos l¨ªneas descendientes, llamadas ¡°bigotes¡± o ¡°mostacho¡±.
Antes de emprender la b¨²squeda de las figuras en el terreno, Dey pregunt¨® a los arque¨®logos kazajos si ten¨ªan constancia de estas formas. Recibi¨® un no por respuesta. En agosto de 2007, llev¨® a Logvin y a otros cient¨ªficos hasta la figura m¨¢s grande, ahora conocida como Cuadrado de Ushtogaysky, en honor a la aldea m¨¢s cercana.
¡°Era dif¨ªcil, dificil¨ªsimo, comprenderlo desde el suelo¡±, recuerda. ¡°Las l¨ªneas se dirigen hacia el horizonte, es imposible imaginarse de qu¨¦ figura se trata¡±.
No podemos excavar todos los mont¨ªculos, ser¨ªa contraproducente. Necesitamos tecnolog¨ªa moderna, como la que hay en Occidente¡±
Cuando excavaron en uno de los mont¨ªculos no encontraron nada. ¡°No era un cenotafio, donde hay pertenencias del fallecido¡±, explica. Sin embargo, no muy lejos de all¨ª encontraron objetos de un asentamiento neol¨ªtico de entre 6.000 y 10.000 a?os de antig¨¹edad, entre ellos varias puntas de lanza. Ahora, explica Dey, ¡°el plan es construir una base de operaciones¡±.
¡°No podemos excavar todos los mont¨ªculos, ser¨ªa contraproducente¡±, dice. ¡°Necesitamos tecnolog¨ªa moderna, como la que hay en Occidente¡±. LaPorte afirma que Dey, sus compa?eros y ¨¦l han intentado usar drones, como hace el Ministerio de Cultura peruano, para trazar mapas y proteger los yacimientos antiguos.
Pero el tiempo es un enemigo, sostiene Dey. Este a?o, una figura denominada Cruz de Koga result¨® considerablemente da?ada por los constructores de carreteras. ¡°Y eso que fue despu¨¦s de que avis¨¢ramos a las autoridades¡±, subraya.
Traducci¨®n de News Clips
? 2015 New York Times News Service
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