Despu¨¦s de Mas
El Parlament niega su elecci¨®n. Peor: la impugna. El presidente saliente debe irse
Si Artur Mas exhibiese fuste de l¨ªder, reciedumbre moral y envergadura hist¨®rica no se habr¨ªa arrastrado ante las radicales exigencias de la CUP para templar gaitas, congraciarse con los postulados antisistema, implorar dos votos e intentar asegurarse as¨ª su reelecci¨®n como presidente de la Generalitat de Catalu?a.
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Para actuar como una persona de convicciones, y no de meras conveniencias personales, se necesita algo m¨¢s que la deslealtad t¨¢ctica (agrupa a unos y otros para desestabilizarlos despu¨¦s), el enga?o leguleyo (promete atenerse a la legalidad y enseguida perpetra ilegalidades) y la trampa permanente (confunde, amenaza y veja hasta a sus propios consejeros): modos de conducta en los que desde hace meses Mas est¨¢ concienzudamente doctor¨¢ndose.
El l¨ªder de lo que queda de Converg¨¨ncia, esa heter¨®clita amalgama de ineficacia, enso?aciones, nepotismo y corrupci¨®n, podr¨ªa haber reivindicado el liderazgo del independentismo (si de verdad creyera en ¨¦l) desafiando a los reci¨¦n llegados y plante¨¢ndoles un verdadero ultim¨¢tum.
Lo hizo ayer en sordina y sin elegancia. En efecto, se autoproclam¨® como la mejor garant¨ªa posible para el triunfo del secesionismo ¡ªlo que de rebote inquiere sobre la solidez del mismo, al depender de una sola persona¡ª, pero sin exhibir la grandeza de ceder el testigo a cualquiera de los mejor colocados para sucederle.
Ya se sabe desde hace d¨ªas que Mas es, pol¨ªticamente, un cad¨¢ver viviente y un peso muerto incluso para los suyos. Desde el debate de investidura de ayer, la oposici¨®n (y el secesionismo radical) no se limita a distanciarse del gobernante en funciones. Se ve impelida a oponerse a sus triqui?uelas ¡ªcomo la de erigirse en campe¨®n de la redistribuci¨®n, la justicia social y la protecci¨®n de los desheredados¡ª no solo con la negativa a su reelecci¨®n. Va m¨¢s all¨¢: exige activamente su renuncia, por sus ambig¨¹edades, sus deslealtades y su car¨¢cter de responsable pol¨ªtico de los corruptos locales. In¨¦s Arrimadas (Ciudadanos) destac¨® que quien ha llevado a los catalanes al desastre no puede ser quien los saque de ¨¦l. Miquel Iceta (PSC) le desautoriz¨® por ser el verdadero autor de la resoluci¨®n de insurgencia. Y Antonio Ba?os (CUP) le recrimin¨® no comprometerse contra la corrupci¨®n alojada en su partido.
As¨ª que Mas recibi¨® ayer una ominosa negativa a su pat¨¦tico esfuerzo por ser reelegido, exacta imagen de que la pretendida mayor¨ªa independentista es un (eso s¨ª, amplio) conjunto vac¨ªo, carente de apoyos indispensables. Y que esta negativa se repetir¨¢ el jueves. Y que, como en ausencia de presidente no hay Gobierno que pueda proponer leyes, ni Parlamento lo suficientemente constituido como para presentarlas desde los grupos parlamentarios, no despegar¨¢n las leyes de ¡°desconexi¨®n¡±.
El empe?o de Mas perjudica, por su osad¨ªa antiestatutaria y anticonstitucional, al conjunto de los catalanes, destruye la estrategia propia y la de sus aliados de la CUP. Como esta propone ya un candidato alternativo (Ra¨¹l Romeva) a Mas, no le queda a ¨¦l sino renunciar: el uno por el otro. Al Mas posterior a Mas le quedar¨ªa el consuelo de reencarnarse en una tercera opci¨®n, su vicepresidenta Neus Munt¨¦. O en alg¨²n otro edec¨¢n impoluto. Salvo que opte por naufragar m¨¢s en otras elecciones.
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