Correr tiene su ciencia
La Carrera de la Ciencia ICON Loewe Sport es una referencia en el oto?o pedestre madrile?o. Hay muchas pruebas de diez kil¨®metros, pero esta huele a atletismo de verdad
Dice la soprano segoviana Mar¨ªa Ruiz que desde que corre, hace un a?o, no ha vuelto a tener problemas de espalda. Cuenta que tiene m¨¢s capacidad pulmonar, y su diafragma agradece la elasticidad intercostal a la hora de emitir esas notas imposibles. Seguramente sus profesores de la Escuela Superior de Canto se echar¨ªan las manos a la cabeza, ya que, seg¨²n ellos, correr no es una actividad beneficiosa para las cuerdas vocales. ¡°Un falso mito¡±, insiste. ¡°Yo he tenido incluso menos catarros¡±.
La culpa de esta digresi¨®n es de Paco Cisneros, su entrenador. Enga?a al espejo, pero Cisneros tiene 80 a?os y es responsable, tambi¨¦n, de que la Carrera de la Ciencia, de la que fue su primer director, haya cumplido los 35 a?os en perfecto estado de revista. De la revista ICON, en este caso, ya que la prueba, una cl¨¢sica en el calendario de carreras populares de Madrid, lleva este a?o los apellidos ICON Loewe Sport. Unos 7.000 corredores, Mar¨ªa entre ellos, disfrutaron de su pasi¨®n pedestre la ma?ana del domingo 18 de octubre. Una ma?ana que ol¨ªa a lluvia, pero, como dicta la tradici¨®n, permiti¨® correr sin chubasquero. Ni una gota. La media de edad de los participantes, salta a la vista, delata en la salida la querencia a una prueba enraizada. Aqu¨ª no hay advenedizos de la moda del running: m¨¢s canas que gomina y m¨¢s frentes despejadas que flequillos. Muchas mujeres, tampoco debutantes. Camisetas con leyendas estampadas de Extremadura, de Huelva, de Catalu?a, de Gij¨®n, de Sevilla. Pantalones de los noventa, de esos con la pata abierta. Acudir a Madrid el tercer domingo de octubre se ha convertido en un rito. No es el marat¨®n de Nueva York, pero tambi¨¦n constituye una cita magn¨¦tica para aquellos que han hecho del turismo de zapatillas su plan de fin de semana.
El hijo de Paco, Carlos, tambi¨¦n corredor, es el director de la prueba desde 2007, m¨¢s o menos cuando brot¨® esta fiebre. ¡°En estos a?os ha cambiado el perfil de los atletas¡±, asegura. ¡°Hay personas que corren por correr, por subir sus hitos a Internet. Incluso con alg¨²n riesgo para sus rodillas, no quieren gastarse m¨¢s de 20 euros en unas zapatillas. Lo raro es que sigan con la costumbre¡±.
Padre e hijo so?aban hace cuarto de siglo con alcanzar los mil participantes. Ahora no bajan de los 7.000. Nunca han invertido en fijos (incentivar a los grandes atletas para que acudan a la prueba), pero s¨ª en premios. Gracias a eso han competido ilustres como Ana Fidelia Quirot, Alberto Juzdado, Carla Sacramento, Fernando Ribeiro y Julio Rey.
Acudir a Madrid el tercer domingo de octubre se ha convertido en una liturgia. No es el marat¨®n de Nueva York, pero tambi¨¦n supone una cita magn¨¦tica
Quienes se alistan en este tipo de pruebas al menos una vez al mes saben que hay recorridos amables y otros m¨¢s ariscos. La carrera de la Ciencia ICON Loewe Sport tiene un arranque optimista. Un descenso prolongado acostumbra las piernas al asfalto, en este caso mojado. Al llegar a la Puerta de Alcal¨¢, el terreno pica hacia arriba.
En el kil¨®metro 5, cuando el avituallamiento da tregua al aparato digestivo (el aparato locomotor depende m¨¢s de la cabeza que del suelo), el cuerpo se aclimata a lo que queda. Alguien que ha medido mal el calentamiento se acerca a los aguadores para solicitar ¡°flifli¡± (espray para los m¨²sculos que se quejan). La prueba enfila el lateral de la Castellana, que escolta las estatuas de Col¨®n, Emilio Castelar¡ Al paso por la plaza de Lima, la del Estadio Santiago Bernab¨¦u, hay quien tensa el cuello para animar a su equipo lo que le permite el aliento, pero otros prefieren acordarse del presidente, tambi¨¦n a voces. Los que corr¨ªan antes del boom recuerdan aquel 1996 que algunos jugadores del Real Madrid, como Alkorta y Suker, aguardaban su acceso al estadio fuera de sus veh¨ªculos, aplaudiendo al paso de la procesi¨®n de colores. Incluso los corredores del Atl¨¦tico, el eterno rival, se lo agradec¨ªan con sus v¨ªtores.
En apenas 31 minutos llega Sergio Salinero, el ganador. El actor Peter Vives, entrenado por Mart¨ªn Giacchetta con el apoyo de ICON, en 41. Y su colega Miguel ?ngel Mu?oz, en 47. Est¨¢ siete kilos por debajo de su peso, acusa cierto jet lag... pero lo ha logrado, a pesar de la p¨¢jara en el ecuador de la carrera. ¡°Me hab¨ªa propuesto bajar de 50 minutos, y lo he conseguido, despu¨¦s de cuatro meses sin correr¡±. Seg¨²n ¨¦l, el running es una met¨¢fora de la superaci¨®n: ¡°Todo es posible en la vida si uno se esfuerza y pone ilusi¨®n en conseguir sus objetivos¡±. Mar¨ªa Ruiz tambi¨¦n sonr¨ªe sin disimulo: se lleva su 1h 11min a su gira por las ¨®peras de la costa este estadounidense. Facturar¨¢ sus vestidos de gala junto a las zapatillas, contraviniendo las reglas del bel canto.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.