En la caja negra con Eugenio Recuenco
48 horas de trabajo en el campo de ?vila junto a uno de los fot¨®grafos espa?oles m¨¢s reclamados por la industria de la moda
La cita es a las nueve de la ma?ana de un s¨¢bado en el Estudio Harley ¡ªun antiguo taller de la m¨ªtica marca de motos¡ª de la escuela de fotograf¨ªa y maquillaje Workshop Experience de Madrid. Las presentaciones dan una idea del esperado encuentro en ?vila con el gran protagonista del fin de semana, Eugenio Recuenco, uno de los fot¨®grafos espa?oles m¨¢s reclamados por el mundo de la moda. ¡°?C¨®mo entiendo que hayas venido! Hay pocos fot¨®grafos como ¨¦l, y menos en Espa?a. Esto es como si te dejara entrar un poco en su vida¡±, exclama la vasca Marta P¨¦rez Elosua al brasile?o Rodrigo Braga, quien ha viajado a Espa?a solo para pasar dos d¨ªas viendo trabajar a Recuenco y su equipo en exteriores. ¡°Para m¨ª es un d¨ªa especial, es como conocer a un genio en vida¡±, reflexionaba el barcelon¨¦s Carlos Pareja.
¡°Es f¨¢cil que la gente pueda acceder a mis fotos, pero que les gusten y alguien de Brasil, Guatemala, Miami, Costa Rica y Venezuela haga el esfuerzo de venir a Espa?a me honra. Aunque tambi¨¦n te mete mucha presi¨®n, no porque lo vayas a hacer mejor o peor, pero s¨ª que quieres que lo que vas a explicar sea lo que buscaban¡±, cuenta Recuenco, sin saber que entre los asistentes tambi¨¦n hay una bi¨®loga ocular que busca certificar su cambio de rumbo.
Lejos de la idea de fot¨®grafo estrella que pueden representar Annie Leibovitz, Mario Testino o Terry Richardson, ¨¦l confiesa que le gusta pasar desapercibido. Aunque en 48 horas no lo tendr¨¢ f¨¢cil: 30 alumnosle seguir¨¢n a todas partes con auriculares para no perderse ni una de sus palabras. Desde el montaje de la gran caja para conseguir que los paisajes tras la tela negra parezcan pintados, al estilismo de las modelos, el atrezo, las pruebas de foco y el retoque digital ¡ªdel que se encarga su mujer, Paz Otero, a la que conoci¨® en la Facultad de Bellas Artes¡ª. Recuenco (Madrid, 1968) no deja nada al azar, y para ¨¦l tener que contar c¨®mo hace las cosas es la mejor manera de reflexionar sobre su trabajo.
¡°No queremos conferencias, sino que los alumnos vean los mil problemas que hay en una producci¨®n y los sepan solucionar¡±, cuenta David Casas, director comercial de Workshop Experience ¡ªya tienen en marcha el siguiente sobre fotograf¨ªa social¡ª. A Recuenco eso le va como anillo al dedo: ¡°No vengo diciendo ¡®mirad que bien se me da¡¯, sino para que ve¨¢is lo que cuesta¡±. ¡°Me gusta mucho m¨¢s esto que tener que ense?ar mi trabajo en una clase, ah¨ª todos est¨¢n atentos por lo que he hecho cuando para m¨ª lo importante es lo que me queda por hacer¡±, dice. Y a este fot¨®grafo que ha trabajado para las principales revistas de moda (Vogue, Vanity Fair, GQ) y las m¨¢s prestigiosas firmas del mundo (Nina Ricci, Loewe o Yves Saint Laurent), y ha ganado el Le¨®n de Oro del Festival de Cannes (2006 y 2013), a¨²n le queda mucho carrete.
Est¨¢ en la fase de montaje de su nuevo corto, le faltan unas 30 fotograf¨ªas para terminar su proyecto 365 ¡ªen el que trabaja desde 2010¡ª, est¨¢ confeccionando una serie fotogr¨¢fica sobre sexo y, adem¨¢s, realiza editoriales de moda y campa?as para marcas. Tantos frentes abiertos le han obligado a paralizar la pel¨ªcula en la que lleva trabajando seis a?os. Basta un fin de semana junto a ¨¦l para llegar a entender por qu¨¦: la idea original de realizar dos fotos, se convierte en tres im¨¢genes cada jornada para su serie en la que mezcla cuadros cl¨¢sicos con objetos de hoy, como un iPad. Desde las 12 de la ma?ana hasta la puesta de sol el primer d¨ªa ¡ªcon visita incluida de un ni?o vestido de comuni¨®n, hijo de los propietarios del terreno, para protagonizar su propia sesi¨®n de fotos¡ª y hasta la ca¨ªda de la niebla, tras nueve horas en el campo, el segundo. Un proyecto financiado, en parte, con los 900 euros que pagaron estos particulares asistentes pegados a sus c¨¢maras. ¡°No tiene miedo a la copia, cuando alguien lo intenta, ¨¦l ya piensa en otra cosa¡±, asegura su mujer.
La perfecci¨®n no existe
Recuenco demuestra as¨ª que para ¨¦l nunca existe una instant¨¢nea perfecta, porque la imaginaci¨®n, dice, siempre viaja m¨¢s lejos. Un poco como ¨¦l, aunque le gustar¨ªa que le salieran m¨¢s trabajos en Espa?a. Acostumbrado a que se describa su obra como pict¨®rica y cinematogr¨¢fica por la amplia y cuidada escenograf¨ªa de sus fotos, preferir¨ªa a?adir un adjetivo m¨¢s a su estilo: ¡°Son as¨ª porque es lo que he necesitado en los ¨²ltimos a?os, pero me gustar¨ªa que cuando yo cambie tambi¨¦n lo haga mi fotograf¨ªa. Por encima de todo, lo que intento es que mi trabajo sea lo m¨¢s honesto posible¡±.
¡°Me llevo una experiencia vital, estar 48 horas con ¨¦l y ver c¨®mo piensa, porque la t¨¦cnica es cara¡±, reflexionaba al final Carlos Pareja. ?Un titular del brasile?o que ha viajado m¨¢s de 7.500 kil¨®metros? ¡°Hemos visto la complejidad de la sensibilidad¡±.
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