Donde dije Mal¨ª
El Gobierno condiciona la pol¨ªtica antiterrorista a su c¨¢lculos electorales
Uno de los puntos fundamentales sobre el que deber¨ªa haber un consenso absoluto entre las fuerzas pol¨ªticas es la no utilizaci¨®n de la amenaza yihadista en las estrategias electorales. Hay indicios de que esta no es una opini¨®n compartida por el Gobierno, a la vista de lo sucedido con la informaci¨®n publicada por este diario sobre la posibilidad de que tropas espa?olas releven a las francesas en el Sahel y la Rep¨²blica Centroafricana para que, de esta manera, Par¨ªs pueda dedicar esos efectivos a la ofensiva en Siria contra el Estado Isl¨¢mico.
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La informaci¨®n adelantada por EL PA?S fue una de las opciones que baraj¨® en la noche del jueves el propio ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, que asegur¨® a 13TV: ¡°Espa?a puede suplir los esfuerzos que est¨¢ haciendo Francia en Mal¨ª y en Centro¨¢frica para que ellos liberen soldados y sobre todo material y que lo manden a Siria y lo cubrir¨ªamos nosotros¡±. A?adi¨®: ¡°Les hemos dicho a los franceses: estamos en disponibilidad de ayudarles en lo que ustedes nos pidan y en la medida que sea posible. Espa?a va a combatir el terror en primera l¨ªnea y con los medios que sean necesarios siempre que nos digan que es lo que quieren que hagamos con los par¨¢metros que hemos establecido¡±.
Es decir, no desminti¨® la informaci¨®n. As¨ª continu¨® hasta que a la ma?ana siguiente, una hora despu¨¦s de que se conociera que un grupo de terroristas hab¨ªa asaltado un hotel precisamente en Mal¨ª, el Gobierno emiti¨® un comunicado negando cualquier ofrecimiento. La vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, fue m¨¢s categ¨®rica y desminti¨® ¡°rotundamente¡± cualquier petici¨®n francesa u ofrecimiento espa?ol. O bien Margallo no sab¨ªa lo que dec¨ªa y las altas fuentes oficiales que hablaron con este peri¨®dico nos mintieron o bien las palabras de la vicepresidenta no responden a lo que el Gobierno pensaba pocas horas antes del atentado yihadista en Mali, y este es precisamente el causante de un dr¨¢stico cambio de opini¨®n. Sinceramente, la secuencia entre declaraciones, hechos y desmentidos deja claro que el Gobierno, primero, estaba pensando en ayudar a Francia en la retaguardia y se arrepinti¨®, despu¨¦s, en cuanto comprob¨® que esa retaguardia ¡ªMal¨ª¡ª era un escenario explosivo en el que podr¨ªa encontrar grandes dificultades militares en v¨ªsperas electorales.
En algo tan crucial como la lucha contra el yihadismo no es serio tener una opini¨®n aparentemente fundada y desmentirla pocas horas despu¨¦s, cuando hay acciones terroristas en el lugar del que se est¨¢ hablando. Todo el mundo est¨¢ bajo amenaza y puede ser escenario de hechos sangrientos; esto es lo que hay que tener en cuenta antes de valorar opciones para mostrar a la opini¨®n p¨²blica que se est¨¢ haciendo algo, en la confianza de que todo quedar¨¢ en palabras. Cuando el terror golpea, como hizo ayer en Mal¨ª, se queda al descubierto el juego.
A quien desminti¨® la vicepresidenta fue a un ministro. ¡°No tiene sentido hablar de ello¡±, zanj¨®. Pero s¨ª lo tiene cuando de lo que se trata es de la seguridad de los espa?oles y de la estrategia que va adoptar Espa?a contra la mayor amenaza que se cierne sobre el pa¨ªs y sobre Europa.
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