El vientre del mundo
N¨ªger es el pa¨ªs con la tasa de fertilidad m¨¢s alta, una media de 7,6 hijos por mujer. Est¨¢ previsto que la poblaci¨®n se duplique en 18 a?os en el pa¨ªs con el peor ¨ªndice de desarrollo
Seria, hier¨¢tica, impert¨¦rrita, con una mano posada siempre sobre su vientre. Solo sonr¨ªe levemente cuando imagina a su futuro beb¨¦ en el colegio. Ha asegurado tres veces que tiene 18 a?os, pero su complexi¨®n y su rostro simulan un cuerpo menor. Yamilla est¨¢ embarazada de cuatro meses y no sabr¨¢ si lo que engendra es ni?o o ni?a hasta que nazca, con lo que marca nacer de distinto sexo en su pa¨ªs, N¨ªger. Pero hay algo que tiene claro y repite con su ¨²nico gesto agradable: ir¨¢ al colegio. Ella nunca fue. Habla poco y despacio desde una inestable cama con una manta de colores en el centro maternal de la regi¨®n de Tillab¨¦ry, donde comparte una habitaci¨®n de azulejos blancos con otras cinco mujeres. Una anemia acuciante le ha llevado hasta estas deficitarias instalaciones dispuestas para atenderlas. El doctor se acerca y le baja el p¨¢rpado inferior de los ojos, que se asoma ros¨¢ceo. ¡°Ya est¨¢ m¨¢s recuperada. La anemia y la malaria son dos de los problemas m¨¢s frecuentes¡±, apunta el profesional, que espera que este segundo embarazo sea exitoso. Ya perdi¨® a su primer hijo.
Cuanto m¨¢s pobres son, antes las casan para que puedan depender del marido" Mariama Moussa, presidenta de la ONG Mujeres y ni?os v¨ªctimas de violencia familiar
Yamilla genera vida al pa¨ªs con la tasa de fertilidad m¨¢s alta del mundo: una media de 7,6 hijos por mujer. Seg¨²n las previsiones, la poblaci¨®n se duplicar¨¢ en 18 a?os, lo que har¨¢ que 36 millones de personas residan en un estado que ocupa el ¨²ltimo lugar del mundo en el ¨ªndice de desarrollo humano, calculado seg¨²n la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo de la poblaci¨®n y el PIB per c¨¢pita. "Cuanto menos formadas est¨¢n las mujeres, menos decisiones pueden tomar; y cuanto m¨¢s pobres son, antes las casan para que puedan depender del marido¡±, apunta Mariama Moussa, presidenta de la ONG SOS Mujeres y ni?os v¨ªctimas de violencia familiar. La densidad de poblaci¨®n, con una esperanza de vida de 58 a?os y una renta de 400 euros anuales, seg¨²n el Banco Mundial, se suma a las hambrunas y la situaci¨®n geopol¨ªtica que vive el pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os, amenazado por la agrupaci¨®n terrorista Boko Haram desde Nigeria, los conflictos en Libia y en Mal¨ª y el tr¨¢nsito permanente de migrantes y redes de trata y tr¨¢fico de drogas y armas.
Caba?as de adobe y ramas en el tejado con camas en el interior y algo de ropa son los espacios m¨¢s privados en las aldeas. Apenas el 10% de la poblaci¨®n tiene acceso a la electricidad en un pa¨ªs rico en uranio, sin industrias ni ferrocarril y con el 1,4% de la poblaci¨®n con acceso a Internet. Para cosechar, alimentar a los animales, hacer la fogata que caliente una olla y dem¨¢s necesidades cotidianas est¨¢ el entorno infinito de tierra anaranjada, por donde habr¨¢ una fuente a la que siempre acudir¨¢n las mujeres y ni?as para extraer el agua. Hasta 20 litros en garrafas y cubos sobre las cabezas, embarazadas y con beb¨¦s a las espaldas. ¡°Ellas nunca descansan y esa es otra de las razones que complican los embarazos. Est¨¢n agotadas¡±, apunta el doctor.
¡°Los padres empiezan a casar a sus hijas desde los 10 a?os, aunque normalmente son los 14¡±, detalla Moussa. La edad legal para contraer matrimonio es de 15 a?os para las mujeres y 18 para los hombres, pero los enlaces se pueden sellar tambi¨¦n en actos sociales, sin certificados ni controles. Son matrimonios que forman parte de una sociedad pol¨ªgama permitida en el pa¨ªs, en la que cada hombre puede casarse hasta con cuatro mujeres si se compromete a mantener a las familias. Yamilla dice que su marido le espera en el poblado. Mientras, la madre y uno de sus hermanos aguardan a las afueras del centro hospitalario, junto al resto de familiares de las mujeres ingresadas, todos sentados sobre esteras en ese suelo compartido.
La demanda y el uso de la planificaci¨®n familiar se presenta dif¨ªcil en un contexto pronatalista en el que la mayor¨ªa de los hombres desear¨ªa al menos 11 hijos"
Mar¨ªa Jos¨¦ Velasco, AECID
En el paritorio, dos camillas, una cuna t¨¦rmica y algo de material quir¨²rgico. ¡°Estamos progresando en el centro. Cada vez est¨¢n mejor formadas las matronas y pueden ayudar a dar a luz. Pero aqu¨ª no tenemos grandes medios, tampoco suficientes medicinas¡±, apunta Samna Salamata, coordinadora del proyecto para la mejora de la salud reproductiva y de crecimiento demogr¨¢fico de cuatro regiones del pa¨ªs. Solo el 29,3% de las mujeres paren acompa?adas de personal especializado, los dem¨¢s son partos dom¨¦sticos, lo que provoca que la tasa de mortalidad infantil ascienda a 57 beb¨¦s por cada 1.000 nacidos. (En Espa?a fallecen cuatro de cada 1.000).?
¡°Hay una gran prevalencia a matrimonios precoces forzados, lo que implica a su vez sexualidad y maternidad precoces, y esto provoca riesgos como la mortalidad maternal o f¨ªstula obst¨¦trica¡±, indica Mar¨ªa Jos¨¦ Velasco, responsable de salud de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n en N¨ªger. En 2012 fallecieron 535 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos. "Los resultados demuestran que debido a la precocidad de la fertilidad, la maternidad es una de las principales causas de muerte de las ni?as y el 34,0% de las muertes se produce entre las mujeres de entre 15 y 19 a?os", se lee en el Anuario Estatal de Estad¨ªsticas Sanitarias de N¨ªger de 2014.?
Una de las iniciativas propuestas por el Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas y la Uni¨®n Europea es la Escuela de Maridos, un proyecto que comenz¨® en 2008 en el que se trabaja para informar a los hombres sobre cuestiones de familia y salud reproductiva, como hacerles entender que deben respetar los d¨ªas posparto de las mujeres. La Uni¨®n Europea, que ha sufragado un viaje a N¨ªger para un grupo de periodistas de medios europeos entre los que se encuentra El Pa¨ªs, ha invertido en este programa 4,5 millones de euros hasta 2014. El m¨¦todo consiste en formar a maridos modelo que despu¨¦s difunden lo que aprenden por los poblados con el aval de los imanes y los l¨ªderes tradicionales de la comunidad.
El pa¨ªs? suministra contracepci¨®n gratuita mediante p¨ªldoras,
Soumaila Algerima es uno de esos padres formados. ¡°Ense?amos que hay que cuidar a las mujeres cuando est¨¢n embarazadas, acompa?arlas al centro m¨¦dico y lo que significa planificaci¨®n familiar y el uso de anticonceptivos¡±, cuenta convencido de su discurso desde el distrito de Sona. Aunque la tarea es dif¨ªcil, primero deben implicarlos, y posteriormente conseguir su compromiso. ¡°Una de las mayores complicaciones es mantener su atenci¨®n. Algunos me escuchan, pero tengo que hablar con ellos muy r¨¢pido porque dicen que no tienen mucho tiempo para esto¡±, explica Algerima rodeado de compa?eros en una de las 1.021 escuelas de maridos que funcionan en el pa¨ªs, en las que participan 12.000 hombres.
La afable Rakia Abadulaye coge en brazos a su peque?a d¨¢ndole mil y un besos y cari?os. ¡°Estoy muy contenta. La escuela de maridos la estamos notando todas, es una oportunidad buen¨ªsima. Ahora nos ayudan m¨¢s, nos cuidan y nos respetan¡±, dice expresiva la mujer de uno de los miembros del proyecto. ¡°Si todos los hombres fuesen capaces de comprender la importancia de esta escuela, los problemas se reducir¨ªan. Hay que seguir anim¨¢ndoles a que se apunten¡±, repite varias veces cerrando los pu?os como si no quisiera soltar el poder de esta iniciativa. Entre las ventajas enumera que los maridos van ahora a comprar las medicinas al centro hospitalario en lugar de acudir a los vendedores en las calles. Dice que tambi¨¦n han entendido que es mejor parir en el centro en lugar de en las casas y respetarlas en el lecho y despu¨¦s del parto.
El pa¨ªs suministra contracepci¨®n gratuita, que incluye p¨ªldoras, DIU, inyectables, implantes subcut¨¢neos y preservativos. ¡°Vengo a darme un descanso¡± es la frase que utilizan las mujeres como c¨®digo cuando acuden a los centros para utilizar por un tiempo los m¨¦todos anticonceptivos dispensados. ¡°Aunque muchas mujeres de entre 15 y 49 a?os rechazan la contracepci¨®n porque los ni?os son necesarios para el trabajo manual y las tareas cotidianas. La demanda y el uso de la planificaci¨®n familiar se presenta dif¨ªcil en un contexto pronatalista en el que la mayor¨ªa de los hombres desear¨ªa al menos 11 hijos¡±, apunta Velasco, que a?ade las numerosas creencias religiosas y culturales opuestas a los m¨¦todos anticonceptivos. ¡°En los centros explicamos las ventajas que pueden tener el uso de anticonceptivos y la planificaci¨®n familiar, hacemos entender las ventajas de su uso¡±, se?ala Salamata. "Progresivamente, entre los propios maridos se est¨¢n concienciando para que todas las mujeres acepten los m¨¦todos", a?ade.
Cuando Yamilla asegura que llevar¨¢ a su beb¨¦ al colegio, sea lo que sea, ser¨¢ determinante para el futuro de la criatura en un pa¨ªs con una tasa de analfabetismo del 71,3%. Si es mujer, tendr¨¢ menos probabilidades de ir a clase. Seg¨²n Unicef, la participaci¨®n en la escuela primaria para mujeres en N¨ªger apenas alcanza un 31%, lo que supone 13 puntos menos que los hombres. ¡°Estamos concienciando permanentemente a la poblaci¨®n para que las ni?as puedan acudir al colegio con continuidad y no les hagan abandonarlo para casarlas¡±, explica Salamata.
¡°?ltimamente hemos tenido dos situaciones exitosas. El caso de una chica de 11 a?os que iba a ser casada, pero que pudo seguir estudiando despu¨¦s de que los vecinos alertaran a la polic¨ªa y convenciesen a sus padres¡±, cuenta satisfecha. Y enumera otro caso. ¡°Un profesor supo que una de sus alumnas m¨¢s brillantes iba a dejar los estudios tambi¨¦n por la misma raz¨®n y ha conseguido que la chica siga en clases despu¨¦s de acudir a la polic¨ªa y al alcalde. Incluso el futuro marido acept¨®. Estamos muy contentos¡±, a?ade consciente de que son situaciones excepcionales. Yamilla sonr¨ªe cuando imagina a su beb¨¦ en una escuela, sea lo que sea.
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