Noah Baumbach y sus amistades casi imposibles en Nueva York
Tras ¡®Frances Ha¡¯, el director vuelve a juntarse con Greta Gerwig para escribir una historia de mujeres en la Gran Manzana, ¡®Mistress America¡¯
¡°Estar cerca de ella era como vivir en Nueva York¡±, dice Tracy Fishko, aspirante a escritora y neoyorquina interpretada por Lola Kirke (hermana de Jemina Kirke, Jessa en Girls) en Mistress America. Con ¡°ella¡± se refiere a Brooke Cardinas, una mujer que lo es todo (decoradora de interiores, monitora de soul cycling, emprendora¡) y no es nada. ¡°Brooke es alguien que cree que lo m¨¢s cool es vivir en Times Square¡±, se r¨ªe Noah Baumbach, director, y guionista junto a Gerwig, de este nuevo cap¨ªtulo de las edades del hombres moderno en que est¨¢ convirtiendo su filmograf¨ªa. De los 20 de Frances Ha (y ahora Tracy) a los 40 de Mientras seamos j¨®venes.
Ver las pel¨ªculas de Noah Baumbach tambi¨¦n es como vivir en Nueva York. Y en muchas ocasiones, presentan la misma dualidad. La odias y la amas a la vez. ¡°Como cualquier relaci¨®n, ?no? Creo que es justo decir que me siento as¨ª con la ciudad. Pero mi amor gana. Aqu¨ª sigo ¨Cnaci¨® en Brooklyn¨C y me gusta mucho rodar en sus calles, utilizar Nueva York tal y como es, intentar usar el Nueva York diario como un fondo del Nueva York fingido que sucede en nuestra pel¨ªcula¡±, explica el director, hijo de cr¨ªticos cin¨¦filos neoyorquinos, crecido en el cine de Woody Allen.
Por eso no es casual que en casi todas sus pel¨ªculas, escoja un lugar, o varios, un barrio, o varios, y a los personajes que se mueven en ellos. La Mistress America del t¨ªtulo de su ¨²ltima pel¨ªcula es Brooke Cardinas. Una treinta?era que, contagiada por la energ¨ªa de la ciudad, cree comerse el mundo, pero en realidad su vida es tan falsa y vac¨ªa como el lugar en el que vive, Times Square. ¡°Las noches que rod¨¢bamos ah¨ª era como estar dentro de una televisi¨®n. Probablemente podr¨ªas envenenarte de radiaciones ah¨ª. Pero es un poco la clave: Brooke no vive realmente en el Nueva York de 2015, sino en un Nueva York de 1982 o algo as¨ª¡±, se r¨ªe Baumbach.
Como lo negaron con Frances Ha, lo niegan ahora con Mistress America: Brooke no est¨¢ basada en Greta Gerwig. Al menos no en la Greta de hoy, actriz, guionista y musa de Baumbach fuera y dentro de la pantalla. Lola Kirke, en bajito y con su voz grave, s¨ª confiesa creer haber interpretado a una versi¨®n juvenil de la actriz (en la pel¨ªcula usa hasta una chaqueta que Greta usaba en la universidad). El director lo explica de otra manera: ¡°Iba a ser un secundario en otra historia, pero a medida que Greta empez¨® a hablar como Brooke y a moverse como Brooke, decidimos darle su propia historia¡±. As¨ª, Mistress America la construyeron entre los dos a partir de este personaje enfervorecido que vive en un ?Jo, qu¨¦ noche! constante, pero con la mente en una screwball comedy de los cuarenta. Por eso, en el ¨²nico momento que sale de Manhattan es para irse a un suburbio de Connecticut.
Es all¨ª donde Brooke explota al leer el relato que Tracy ha escrito sobre ella titulado Mistress America. Un espejo en el que no quer¨ªa reflejarse y manda por los aires su amistad, la ¨²nica relaci¨®n real que ambas ten¨ªan en Nueva York, esa ciudad tan arisca hacia las relaciones humanas. Por eso, al final, como Frances Ha antes y Mientras seamos j¨®venes, esta Mistress America es una historia ¡°sobre amistad e idolatr¨ªa, sobre c¨®mo quieres que sea el otro, y c¨®mo quieres ser t¨² mismo¡±, dice Baumbach, aunque insiste en que nunca crea o piensa sus pel¨ªculas por temas (¡°S¨®lo lo hago cuando me pregunt¨¢is los periodistas sobre ello¡±), sino que lo hace a partir de personajes. Protagonistas de ese Nueva York en el que parece que nadie quiere crecer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.