Juan Diego Botto ante el dilema de su fichaje por un partido: "De momento, no"
El actor, que revela que le han tentado, se muestra contundente: "Para nuestra generaci¨®n ha sido la gran estafa"
Una ma?ana de 2012. Juan Diego Botto (Buenos Aires, 1975) y un ser an¨®nimo coinciden en un sem¨¢foro. ?l, amarrado a su hija, pregunta: ¡°?Qu¨¦ tal?¡±. El an¨®nimo, aferrado a su bici, responde que ¡°bien¡±, antes de ser sepultado con la r¨¦plica del actor: ¡°Le preguntaba a mi hija¡±. Pues mire, aquel ser an¨®nimo era esta redactora. Y en ese momento, la l¨®gica de lo factible hizo razonable pensar que ¨¦l hab¨ªa reconocido tras unas gafas de sol y un casco ciclista a la muchacha que le hab¨ªa entrevistado diez a?os atr¨¢s. Hoy, en nuestro tercer encuentro, me presento sin casco y ¨¦l, protagonista de Hablar, la ¨²ltima cinta de Joaqu¨ªn Oristrell, sin hija.
?Para cada edad hay una cosa?
Hay que encontrar en cada momento lo que corresponde, lo que sale del coraz¨®n, y no tratar de habitar esa eterna juventud en la que parece que reside la felicidad. Cumplir a?os supone darse m¨¢s hostias, enamorarse m¨¢s veces, recibir m¨¢s alegr¨ªas¡ A los 40, ya has transitado muchos caminos.
Ir a una manifa y que suene Sabina o Mercedes Sosa, a los que amo, no deja de remitir a la iconograf¨ªa de siempre¡±
Interpret¨® a dos iconos como Mart¨ªn Hache y el Carlos de Historias del Kronen. ?Qu¨¦ ha sido de esa generaci¨®n?
No lo hemos hecho tan mal. Todas las generaciones a esa edad viven un proceso de ¡°no s¨¦ cu¨¢l es mi lugar en el mundo¡±. Cada equis tiempo hay una pel¨ªcula generacional, desde Rebelde sin causa a La dolce vita, siempre con el discurso de ¡°la gente est¨¢ m¨¢s perdida que nunca¡±. Tambi¨¦n es cierto que somos la primera generaci¨®n educada en democracia. Se esperaban ciertas cosas de nosotros, se supon¨ªa que ¨ªbamos a tener trabajos cojonudos¡ Y todo eso ha explotado por los aires. Aunque el reajuste lo ha vivido toda la sociedad, para nuestra generaci¨®n ha sido la gran estafa.
?Le ilusiona la posibilidad de un cambio?
Creo que es necesario. Algo ten¨ªa que pasar tras una crisis tan severa como la que explot¨® en 2008. El 15M trajo una reflexi¨®n profunda, incluso la aparici¨®n de nuevos partidos. El hecho de que estemos viviendo cosas ins¨®litas, como que Ada Colau, una activista antidesahucios, sea la alcaldesa de Barcelona, o que una juez que no viene de un partido tradicional sea la de Madrid, hace que la posibilidad del cambio sea real.
Imagino que le habr¨¢n tentado, ?no?
Por supuesto, pero lo de hacer pol¨ªtica lo entiendo de una forma muy amplia. Se hace pol¨ªtica yendo a manis, asambleas, incluso el arte es una forma de activismo. En ese sentido, contribuyo y hago pol¨ªtica. Pero, de momento, no tengo inter¨¦s en estar vinculado a un partido.
?
?No cree que los referentes est¨¦ticos y culturales de esta nueva izquierda est¨¢n algo trasnochados?
Es verdad que hay algo en lo est¨¦tico que puede vincularla con una sensaci¨®n de izquierda inmovilista, viejuna, tradicional, institucional, que ha gobernado y no ha logrado cambios. Ir a una manifa y que suene Sabina o Mercedes Sosa, a los que yo amo, no deja de remitir a la iconograf¨ªa de siempre. Hay muchos referentes de los ¨²ltimos 15 a?os que ser¨ªa importante incorporar a este cambio.
Usted cree que toda elecci¨®n es pol¨ªtica. ?Se puede ser coherente en una sociedad occidental siendo var¨®n, blanco y acomodado?
No es f¨¢cil ser coherente siendo ser humano. El ser humano es ca¨®tico, contradictorio y profundamente imperfecto. Vivimos en una sociedad donde todo est¨¢ supeditado al dinero. Eso genera una cultura del ¨¦xito dolorosa y da?ina. Ganar es lo ¨²nico que importa. Eres en funci¨®n de lo que consigues, y ah¨ª reside tu identidad. Es dif¨ªcil mantener la coherencia si tienes ideas contrarias a la construcci¨®n de ese sistema, pero hay un enorme felicidad en pelear por ello.
Vuelve a las tablas con Clara Bow, dirigida por Secun de la Rosa y que forma parte de la Tanqueray Stage (en Palacio Duarte Pinto Coelho, Madrid). ?Ha sustituido el mecenazgo privado a la iniciativa p¨²blica?
Es evidente que hay una dejaci¨®n de responsabilidades por parte de lo p¨²blico. La cultura no es precisamente un sector que ahora abanderen nuestras instituciones, aunque curiosamente somos una potencia cultural y eso es algo que se ignora. Ese espacio abandonado por lo p¨²blico lo est¨¢n ocupando marcas: se sigue teniendo ganas de hacer cosas y se busca donde haya facilidades.
Tambi¨¦n protagoniza la serie Good Behavior, TNT. ?C¨®mo es rodar en Estados Unidos?
La pasta es la ¨²nica diferencia. El tiempo en cine es dinero. Y no es lo mismo tener 24 semanas para hacer una pel¨ªcula que ocho.
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