La cooperaci¨®n al desarrollo, solo a hurtadillas
A partir de ahora, subrayaremos de nuevo la importancia de fortalecer en origen las soluciones a los problemas que estallan en destino como las enfermedades globales o el cambio clim¨¢tico
A escasos d¨ªas de las elecciones generales, son muchos los debates a los que hemos asistido, en su mayor¨ªa relacionados con la crisis econ¨®mica que nos sigue afectando, el desempleo, la tensi¨®n territorial, la vulneraci¨®n sin precedentes de los derechos civiles (concretada en infamias como la ley mordaza) y, lo m¨¢s duro de todo, la pol¨ªtica de seguridad, una vez que el fanatismo terrorista nos ha vuelto a golpear. En todos estos debates se echa de menos un espacio para discutir nuestra pol¨ªtica exterior, y concretamente la pol¨ªtica de cooperaci¨®n. Apenas hemos visto algunos debates sectoriales sobre el tema. Lejos queda ya la cumbre de Naciones Unidas donde, a finales de septiembre, todos los jefes de estado y de gobierno se comprometieron a bombo y platillo con una apuesta por el desarrollo sostenible que supuestamente debe superar en ambici¨®n, y por ende en compromiso pol¨ªtico y presupuestario, a la agenda del milenio.
Lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de algunos seminarios con buenas intenciones, como los celebrados por el Instituto Elcano y por ISGlobal hace unas semanas, o el de la red de desarrollo sostenible, y las campa?as de incidencia pol¨ªtica de diferentes ONGD, en estas fechas preelectorales la cooperaci¨®n al desarrollo no ha sido objeto de debate m¨¢s que a hurtadillas y no parece que "nadie" vaya a preguntar por ella.
En los ¨²ltimos meses mucho hemos o¨ªdo hablar sobre los refugiados que huyen desesperados del horror, pero poco se ha ahondado en las causas, en la realidad cotidiana y miserable en la que viven millones de personas muy cerca de nosotros. Poco hemos hablado de la necesidad de activar una pol¨ªtica exterior y de seguridad necesariamente conectada con la lucha contra la pobreza y la construcci¨®n de un mundo m¨¢s justo; con una pol¨ªtica exterior y de cooperaci¨®n que supere fracturas, transfiera conocimientos y sea capaz de dar oportunidades a los seres humanos vivan donde vivan.
Poco hemos hablado de la necesidad de activar una pol¨ªtica exterior y de seguridad necesariamente conectada con la lucha contra la pobreza y la construcci¨®n de un mundo m¨¢s justo
Bien es cierto que en este tiempo hemos visto lo mejor y lo peor de la sociedad europea. Por un lado, hemos asistido a la falta de una respuesta com¨²n, inteligente, eficaz y acogedora de la UE, al brote xen¨®fobo en ¡°la nueva Europa¡±. Pero tambi¨¦n hemos conocido la otra cara de la moneda, la explosi¨®n de la solidaridad de la ciudadan¨ªa y de una buena parte de las instituciones. La necesidad de luchar contra la pobreza y la desesperaci¨®n es evidente, pero ?cu¨¢ntos minutos le habr¨¢n dedicado las convenciones program¨¢ticas de los partidos pol¨ªticos nacionales a esto? ?Cu¨¢ntas preguntas de periodistas se habr¨¢n alzado interes¨¢ndose por los compromisos de AOD? Y ?c¨®mo se van a cumplir los compromisos que nuestro pa¨ªs ha adoptado con la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)? La respuesta es bastante sencilla: la cooperaci¨®n no ha entrado en campa?a ni para los partidos tradicionales, ni tampoco para los emergentes, cuya opini¨®n se desconoce.
Recuerdo como si fuera hoy el d¨ªa que se firm¨® en la sede de Naciones Unidas ante el secretario general Kofi Annan y el administrador del PNUD el Fondo del Milenio, con m¨¢s de 500 millones de euros a 10 a?os y un prop¨®sito firme: asumir la responsabilidad de Espa?a y lanzar un mensaje de apoyo al sistema de Naciones Unidas, herido gravemente tras la guerra de Irak. Fue un instrumento novedoso para que las agencias de Naciones Unidas trabajaran conjuntamente para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Pese a los errores que sin duda se habr¨¢n cometido, el Fondo es en la actualidad un recuerdo del compromiso que Espa?a puede llegar a adquirir. Pero lo cierto es que hoy la bandera del compromiso solidario de Espa?a ondea a media asta. Hoy, en la era de los ODS, la responsabilidad de Espa?a es a¨²n mayor, no s¨®lo porque debe recorrer el camino perdido estos a?os tras el ajuste, sino porque ya no es suficiente con asumir nuestro papel como donante. M¨¢s bien hay que convertirse en un actor global que sea capaz de liderar la universalidad de una nueva agenda que nos concierne tambi¨¦n nacionalmente, que requiere de una reforma profunda de las instituciones que gestionan la cooperaci¨®n al desarrollo, y que necesita un aumento contundente de la AOD rompiendo esta especie de d¨ªa de la marmota en que ¨¦sta se vuelve a situar en rangos de hace 15 a?os y vuelta a empezar. Hoy es necesario un verdadero empoderamiento de la pol¨ªtica de desarrollo al m¨¢s alto nivel institucional, que no descanse s¨®lo en la pol¨ªtica exterior y en su ministerio, sino que se extienda de manera transversal a todo el gobierno para cumplir esos compromisos que salen en los titulares y que, de otra manera, se olvidan f¨¢cilmente.
Cuando vayamos a exigir a los dem¨¢s un sistema universal de salud, preguntaremos c¨®mo revertir los recortes en el nuestro
El d¨ªa 21 de diciembre empieza el d¨ªa de la verdad, el momento de exigir. A partir de entonces habr¨¢ que preguntar a quienes resulten elegidos d¨®nde se va poner el acento en la agenda de desarrollo sostenible, con qu¨¦ recursos y qui¨¦n la va a liderar. Cuando vayamos a exigir a los dem¨¢s un sistema universal de salud, preguntaremos c¨®mo revertir los recortes en el nuestro, interpelaremos para que aumenten la AOD (al menos hasta situarse en la media de la OCDE hasta llegar al 0.7% y con una dotaci¨®n suficiente para la ayuda humanitaria y de emergencia) y la financiaci¨®n de la investigaci¨®n para el desarrollo y la innovaci¨®n, garantizando intercambio de conocimientos. Subrayaremos de nuevo la importancia de fortalecer en origen las soluciones a los problemas que estallan en destino (enfermedades globales, inseguridad, consecuencias del cambio clim¨¢tico). Alzaremos la voz para que no recordemos estos asuntos s¨®lo cuando hay que entrar en el consejo de seguridad, sino tambi¨¦n para hacer buena pol¨ªtica exterior y de cooperaci¨®n. Pondremos el acento a la necesidad de establecer mecanismos eficaces, de transparencia y rendici¨®n de cuentas del gobierno. Preguntaremos por una estructura institucional propia, capaz de gestionar la nueva agenda con una mirada transversal y nacional. Una tarea que puede parecer ilusa, y que seguramente nos har¨¢ predicar en el desierto, pero que es absolutamente necesaria si queremos asumir de verdad los retos que golpean nuestros d¨ªas. Asumir nuestros compromisos y cumplir con el mundo que nos ha tocado vivir. Ese es, en definitiva, el mejor regalo que podemos hacerle al 25 cumplea?os de la cooperaci¨®n espa?ola.
Leire Paj¨ªn
Directora de Desarrollo Global en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), senior consultant en el PNUD y exsecretaria de Estado de Cooperaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.