Las 'guardavidas' de los refugiados
Por MERC? RIVAS y ELENA HERREROS
La argentina Fiorella Crotti y la alicantina Sara Bernabeu son lo que ellas denominan ¡°guardavidas¡±, socorristas del mar. Desde hace unos meses forman parte del equipo de Proactiva, ONG que trabaja en la isla griega de Lesbos rescatando refugiados.
Fiorella tiene 28 a?os, fue nadadora profesional y trabaj¨® como socorrista cuatro a?os en Argentina y dos en Espa?a. A pesar de afirmar que el paso por Lesbos fue una ¡°experiencia ¡°enriquecedora¡± a nivel humano, dice haberse visto ¡°desbordada desde el minuto cero¡±. ¡°No tienes tiempo de pensar, es el momento de actuar, de estar al cien por cien, porque sabemos que no vamos a salvar a todo el mundo. Pero tambi¨¦n somos conscientes de que de nosotros depende la vida de mucha gente y eso te hace estar en estado de alerta¡±, a?ade Fio, como la llaman sus compa?eros.
Para Sara, de 22 a?os, estudiante de medicina en su ¨²ltimo curso y socorrista en verano, esta experiencia es muy ¡°dif¨ªcil de definir¡±. ¡°Gratificante, por supuesto. Ayudas y eso se ve reflejado en la cara de las personas. Una vez all¨ª ves el grave problema y en mi caso, por ejemplo, te das cuenta de lo poco informados que estamos aqu¨ª en Espa?a¡±, a?ade Sara.
La futura m¨¦dico alicantina reconoce que antes de viajar a Lesbos no sab¨ªa lo que estaba ocurriendo: ¡°All¨ª tambi¨¦n ves la magnitud del problema. A m¨ª me pareci¨® y me sigue pareciendo incre¨ªble la cantidad de personas que llegaban en los botes y piensas mucho en lo afortunados que somos nosotros¡±.
Nada m¨¢s llegar a Lesbos, ?scar, el jefe del grupo, les dijo que ¡°iban a ser la primera cara amigable que los refugiados se iban a encontrar en Europa¡±. Y eso marc¨® a Fiorella y a Sara. ¡°Es gente que llega desesperada, en busca de una mejor vida. Son v¨ªctimas de una situaci¨®n que les excede, desprotegidos a todo nivel. Personas que, sencillamente, al mundo no le sirven, est¨¢n de m¨¢s. Y ellos son muy conscientes de eso. El solo hecho de mirarlos a los ojos te lo muestra¡±, confiesa la argentina.
Obviamente, su trabajo profesional como socorrista en las playas espa?olas o argentinas es muy distinto: ¡°Estamos acostumbrados a trabajar en un ambiente en el que la gente acude por ocio, para relajarse, de vacaciones. Realidad muy diferente a la de los refugiados, que llegan asustados, desesperados, y escapando de una guerra, dejando atr¨¢s personas, lugares, pertenencias, historias, en busca de un futuro mejor¡±, matiza Fio.
¡°En muchos momentos sientes impotencia¡±, aclara Sara Bernabeu, ¡°porque por mucho que ayudemos, el problema est¨¢ en pa¨ªses como Siria y ah¨ª no podemos hacer nada. Tambi¨¦n te preocupas por la situaci¨®n de estas personas una vez llegan a Europa¡±. A pesar de la experiencia vivida, Sara declara con ingenuidad: ¡°Son personas como nosotros. Son ciudadanos del siglo XXI, con sus iPhone¡±, dice sorprendida.
Si las condiciones meteorol¨®gicas son ¨®ptimas, los refugiados suelen pagar entre 1.500 y 2.200 euros por la traves¨ªa. Una cantidad que se reduce a la mitad en el caso de lluvia, viento o fuertes mareas, como nos comenta Mahmud, un hombre iraqu¨ª que tras 3 horas de viaje con su hija peque?a y su mujer llega a Lesbos exhausto. Amal hace una semana ten¨ªa 30 a?os y tres hijos, dos de ellos mellizas. Embarc¨® en Esmirna en un bote tras pagar 3.000 euros a las mafias. Ahora est¨¢ en Lesbos, pero las mellizas se ahogaron en el trayecto. Amal est¨¢ desde hace d¨ªas en estado de shock, junto al ¨²nico hijo que le queda.
Estas son algunas de las historias que se encuentran los miembros de Proactiva Open Arms, una ONG de Badalona dedicada "a salvar vidas en el mar¡±. Desde principios de septiembre, un equipo permanente de seis personas, que se va turnando cada 15 d¨ªas, trabaja d¨ªa y noche en las costas de Lesbos intentando ayudar a los refugiados que llegan en botes desde la costa turca.
Proactiva Open Arms puede llevar a cabo este trabajo gracias a un crowdfunding y donativos. "Todo empez¨® con unas fotos que aparecieron en redes sociales de cuatro ni?os ahogados en una playa. Pensamos: si nosotros nos dedicamos a esto y lo hacemos en nuestras playas, ?por qu¨¦ all¨ª se est¨¢n muriendo y nadie les ayuda?", afirma ?scar Camps, su director.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.