Los enigmas sin resolver de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas
Se cumplen 150 a?os de la publicaci¨®n de uno de los relatos m¨¢s populares de la literatura. Desentra?amos algunas de sus leyendas
Un conejo blanco preocupado con el tiempo, una malvada Reina de Corazones, el siempre sonriente gato de Cheshire, el perturbado Sombrerero Loco¡ Tras el seud¨®nimo de Lewis Carroll, un di¨¢cono anglicano publicar¨ªa en noviembre de 1865 la surrealista aventura de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas, un libro inspirado por una menor con la que estaba obsesionado.
Su autor: ?exc¨¦ntrico o introvertido?
¡°Siempre llegar¨¢s a alguna parte, si caminas lo bastante¡±. Lo dec¨ªa el gato de Cheshire, pero bien podr¨ªan haber sido palabras del propio Lewis Carroll, un hombre incansable en su vida profesional. Fue di¨¢cono y profesor de la Universidad de Oxford, lugar en el que se mezclan ahora los fans de Alicia y los de Harry Potter, que buscan el comedor de Hogwarts. Ense?¨® humanidades y matem¨¢ticas y fue pionero de la fotograf¨ªa. Charles Lutwidge Dogson (Cheshire, Reino Unido, 1832 - Surrey, Reino Unido, 1898), que era su verdadero nombre, se escondi¨® tras el alias de Lewis Carroll para publicar la que se convertir¨ªa en una de las m¨¢s grandes obras literarias de todos los tiempos. Esa combinaci¨®n de dos personalidades opuestas (imaginaci¨®n delirante y fr¨ªa inteligencia) parece reflejarse en un libro en el que realidad y fantas¨ªa est¨¢n separadas de forma muy sutil. De hecho, a Carroll se le considera el inventor de la literatura del nonsense (sin sentido). Peor a¨²n: circula la extra?a teor¨ªa de que en realidad, atenci¨®n, fue Jack el Destripador.
Su pol¨¦mica musa: ?qui¨¦n era Alicia?
Cuando se leen las innumerables referencias sobre la extra?a relaci¨®n entre Lewis Carroll y Alice Linddell, la inspiraci¨®n real de la Alicia del cuento, se llega a una conclusi¨®n: el autor estaba obsesionado con la ni?a, fueran cuales fueran sus intenciones. Al parecer, era desde la librer¨ªa de la universidad de Oxford desde donde Carroll ve¨ªa el jard¨ªn en el que jugaban Alicia y sus hermanas. Las tres ni?as eran hijas de Henry George Liddell, el decano del Christ Church College donde Carroll trabajaba como profesor, as¨ª que estaban familiarizadas con ¨¦l. De hecho, Carroll, que se hab¨ªa comprado una c¨¢mara a?os antes, hab¨ªa fotografiado a las peque?as con diferentes disfraces en su estudio (se conservan miles de fotograf¨ªas). Y quedaba claro que Alicia era su favorita. La foto que originar¨ªa la pol¨¦mica sobre la naturaleza de su relaci¨®n es una en la que Alice aparece disfrazada de mendiga con los hombros al aire. El autor habr¨ªa llegado a pedir la mano de la joven, lo que explicar¨ªa el inesperado rechazo que sufri¨® por parte de la familia, que dej¨® de hablarle, y que varias p¨¢ginas de su diario fuesen arrancadas.
El origen: ?de d¨®nde surge la delirante historia?
Seg¨²n escribi¨® Carroll en su diario, fue el 4 de julio de 1862 cuando, acompa?ado por el reverendo Robinson Duckworth, compa?ero del Christ Church College, hab¨ªa navegado por el T¨¢mesis hacia la villa de Godstow en un bote junto a Alice Liddell (que ten¨ªa 10 a?os) y sus hermanas. ?stas le hab¨ªan pedido un cuento y ¨¦l, sin saber c¨®mo continuar¨ªa, comenz¨® la historia imagin¨¢ndose a Alicia cayendo por una madriguera. Al terminar el paseo, Alice quiso una copia manuscrita de aquella ins¨®lita narraci¨®n. Al d¨ªa siguiente Carroll, que viajaba a Londres en tren, aprovech¨® las dos horas de trayecto para dar forma a la idea. Al primer borrador que le regal¨® a la ni?a, lo llam¨® Las aventuras subterr¨¢neas de Alicia y le a?adi¨® 37 ilustraciones realizadas por ¨¦l mismo. Que Lewis Carroll ten¨ªa una imaginaci¨®n desbordante lo demuestra que fuera capaz de improvisar el cuento de Alicia en una sola tarde. Eso o que tomaba drogas, como otros afirman, al recordar los hongos con las que Alicia se transforma, la pipa de la Oruga Azul o las misteriosas desapariciones del gato de Cheshire. ?Hasta los Jefferson Airplane le dedicaron un tema al asunto!
El libro: ?por qu¨¦ tard¨® tanto en publicarse?
Entre la cuidadosa escritura y la realizaci¨®n de los dibujos, el manuscrito no estuvo listo hasta las navidades de 1864. ¡°Un regalo de Navidad para una querida ni?a en recuerdo de un d¨ªa de verano¡±, le escribi¨®. Debido a la popularidad del relato, Carroll decidi¨® editarlo pero con otros dibujos: 42 ilustraciones originales creadas por John Tenniel bas¨¢ndose en sus dibujos. Tenniel no dio el visto bueno a la primera tirada porque se reprodujeron mal y Carroll destruy¨® sus 2.000 ejemplares. La versi¨®n definitiva de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas se publicar¨ªa en noviembre de 1865. Seis a?os despu¨¦s llegar¨ªa Alicia a trav¨¦s del espejo (1871) y en 1890, Alicia para los peque?os, con 20 de las ilustraciones coloreadas.
El documental: Carroll, ¡°reprimido y extra?o¡±
La BBC emiti¨® El mundo secreto de Lewis Carroll el pasado enero, un documental en el que se especulaba con la posibilidad de que el escritor fuera un ¡°ped¨®filo reprimido¡±. La prueba son los mencionados retratos de ni?as y, en concreto, una foto en la que se ve a la hermana de Alice, Lorina, desnuda. Hace a?os, se lleg¨® a afirmar que estas fotos hab¨ªan sido destruidas tras la muerte de Carroll. La bisnieta de Alice Lindell, Vanessa Tait, que ha escrito el libro The Looking Glass House, reconstruyendo desde la ficci¨®n la relaci¨®n de su tatarabuela con Carroll, y que participa en el documental, asegura que Alice era ¡°su amiga m¨¢s especial, estaba enamorado de ella pero no hubiese traspasado los l¨ªmites¡±. A¨²n as¨ª cree que Carroll era un tipo ¡°extra?o y reprimido¡±.
El legado: significado del libro
Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas ha inspirado a Dal¨ª, a Disney, a Tim Burton. Alicia en Sunderland, de Bryan Talbot; Alice in Comicland, de Craig Yoe, o El libro de los enigmas del Pa¨ªs de las Maravillas, de R. W. Galland son algunos de sus legados. Un cuento para ni?os pero con un contenido profundo, lleno de c¨®digos ocultos y frases ins¨®litas. Como afirmaba Johnny Depp, cada vez que uno lee el libro saca una nueva visi¨®n de la historia. Una ni?a perdida en un mundo absurdo. El dolor y los peligros de crecer. Alicia como s¨ªmbolo de la madre del autor y su complejo de Edipo. Nos quedamos con la teor¨ªa de que atravesar ¡°el espejo¡±, como pantalla de la tecnolog¨ªa avanzada, tal vez sea una met¨¢fora del futuro ca¨®tico que Carroll imagin¨® que se nos avecinaba. Y t¨², ?qu¨¦ piensas?
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