El amigo franc¨¦s

Es muy propio de pa¨ªses peque?os el presentarse como v¨ªctimas de la perpetua maldad del vecino o hermano mayor. Espa?a ha sido as¨ª con Francia durante muchos a?os. Catalu?a se lleva preparando para eso tambi¨¦n un tiempo, pero todav¨ªa no se sabe si Mas y compa?¨ªa son capaces de llegar al rango de pa¨ªs m¨¢s peque?o.

Francia ha sido, sobre todo en la ¨²ltima ¨¦poca, una v¨ªctima injusta del complejo de inferioridad espa?ol. Ahora nos ha pasado una factura algo cara por no asumir bien las cosas. Cuando se supo que Francia, con mucha discreci¨®n, buscaba la ayuda espa?ola en Mal¨ª o en otro lugar cualquiera, se desperdici¨® una magn¨ªfica oportunidad para apuntarse un tanto diplom¨¢tico de mucha envergadura: lo l¨®gico y lo l¨ªcito habr¨ªa sido salir a la opini¨®n p¨²blica diciendo: ¡°S¨ª se?ores. Espa?a, con su Ej¨¦rcito limitado pero operativo, est¨¢ dispuesta a ayudar a sus vecinos y socios europeos en lo que pueda¡±. Eso antes que nadie, antes de que Hollande hubiera iniciado su gira en busca de aliados. Antes de que se apuntaran Obama, Putin, Renzi y Merkel. ?Se imagina Rajoy un despertar m¨¢s bello en otra ocasi¨®n estando en una lista antes que todos estos personajes?

Espa?a tendr¨ªa que haber hecho eso, por razones de pol¨ªtica europea, pero tambi¨¦n por razones de naturaleza moral. ?O es que se nos olvida lo diferente que era nuestra vida cotidiana cuando Francia no colaboraba en la lucha contra ETA? Haber acabado con la peste que nos ven¨ªa de las covachas de la Arcadia feliz de Sabino Arana y el padre Barandiar¨¢n se lo debemos a Francia tanto como a los h¨¦roes del PP y el PSOE, y a las fuerzas de seguridad propias.

Francia tard¨®, pero se hizo un vecino imprescindible cuando se convenci¨® de que aqu¨ª a este lado de los Pirineos hab¨ªa un pa¨ªs democr¨¢tico. Tienen raz¨®n, o razones, los que dicen que tard¨® mucho. Pero lo hizo. Actu¨® con la decencia que le ped¨ªamos.

Y Francia festej¨® a los de la 9? compa?¨ªa de Leclerc, que fueron los primeros en entrar en Par¨ªs en 1944.

Por razones pol¨ªticas, de pura democracia, y por razones de buena vecindad, por razones fraternales, hay que ayudar a Francia. Porque somos europeos y tenemos que ser decentes.