Victoria

Hace unos meses les dec¨ªa que el papel sigue su batalla, tenaz, silenciosa, y no solo no se deja avasallar, sino que va creciendo como yedra que, agarrada al tronco de la digitalizaci¨®n, se convierte en su sombra. Hoy traigo un nuevo ejemplo a su consideraci¨®n.

La publicaci¨®n intelectual m¨¢s prestigiosa de Espa?a es, desde hace a?os, Revista de Libros. Su naturaleza highbrow la ha mantenido siempre en una discreta posici¨®n, suficiente para un pa¨ªs de ¨¦lites muy reducidas. Por fortuna, a pesar de que los niveladores detestan los productos intelectuales que no entienden, siempre ha tenido clientela. Hubo de pasar a digital en 2012 y all¨ª sigue con una avanzadilla de seguidores que desean conocer el juicio de los mejores cerebros de este pa¨ªs sobre lo que se publica y se piensa. Ahora regresa al papel sin abandonar el soporte digital.

Su director, ?lvaro Delgado Gal, razona en un pr¨®logo las causas del desdoblamiento, similar al de otro magac¨ªn de calidad, Jot Down, tambi¨¦n asequible en el doble soporte. Y es que, lo queramos o no, el mundo digital es una nube y las nubes pasan. Todos los que nos dedicamos a tareas intelectuales sabemos que guardar algo en el ordenador es perderlo. Parece que lo engullan unas fauces colosales que han devorado el globo entero. De ah¨ª que seleccionar los mejores art¨ªculos de RdL y publicarlos bimensualmente pueda dar una alegr¨ªa a aquellos que quieren coleccionar la revista y volver sobre los textos de vez en cuando.

Tener a mano art¨ªculos de Santos Juli¨¢, F¨¦lix Ovejero, Xavier Pericay, Jos¨¦-Carlos Mainer, Stanley Payne, Vicente Lle¨® y tantos otros enjuiciando en este n¨²mero la actividad cultural de los ¨²ltimos meses es un regalo. Pronto sabremos si el pa¨ªs tambi¨¦n tiene lectores de igual val¨ªa y regal¨ªa.