Rajoy a Bert¨ªn: "?Estar¨ªas dispuesto a representar a Espa?a en Eurovisi¨®n?"

Teniendo en cuenta el inter¨¦s que suscita el Festival de Eurovisi¨®n en Espa?a (su transmisi¨®n arrasa todos los a?os), la pregunta m¨¢s importante de la noche no la hizo Bert¨ªn Osborne, el presentador; la realiz¨® el invitado, Mariano Rajoy. Jugaban los dos al futbol¨ªn en el tramo final del programa de anoche, En la tuya o en la m¨ªa (La 1), ese espacio de entrevistas donde lo campechano viene siempre cargado de taquitos y virilidad. Despu¨¦s de engullir mejillones, queso y albari?o, Bert¨ªn ret¨® al presidente a un partido de futbol¨ªn. Pero antes... "Quiero que te metas un lingotazo, presi", espet¨® el presentador al pol¨ªtico, botella de albari?o en mano, como calentamiento al gran choque. El que marcaba gol hac¨ªa una pregunta de colmillo retorcido al que lo encajaba. Esas eran las reglas. Rajoy con el Bar?a; Osborne con el Madrid. Gole¨® el presidente: 8-1. Y en una de sus ocho preguntas con mala uva, toda Espa?a contuvo el aliento:

Rajoy: Bert¨ªn, ?est¨¢s dispuesto a representar a Espa?a en Eurovisi¨®n?

(Segundos de silencio y alg¨²n sonido de fondo, no se sabe muy bien de qu¨¦).

Minutos antes , Rajoy hab¨ªa alcanzado el Olimpo dial¨¦ctico de 'En la tuya o en la m¨ªa' al sentenciar, sin asomo de rubor y como sin querer, que "ser presidente de mi pa¨ªs es la pera"

Osborne: Ir¨¦ con mi hermanito Paco Ar¨¦valo y una zambomba, que tenemos una canci¨®n.

Rajoy: ?Pues ser¨ªa un pelotazo!

Ya lo sabe, querido lector: este a?o no hay que esperar m¨¢s para saber qui¨¦n nos representar¨¢, all¨¢ por mayo, en el festival de festivales. Bert¨ªn Osborne y el humorista Ar¨¦valo son los elegidos.

Bert¨ªn Osborne ha conseguido que el presidente del Gobierno y el l¨ªder de la oposici¨®n, Pedro S¨¢nchez, pasen por su peculiar programa. Dos personas diferentes, un mismo presentador. Estos fueron los episodios m¨¢s relevantes.

"Ser presidente es la pera"

El discurso predominante en el programa de Bert¨ªn Osborne es esencialmente positivo y amable. Y, cuando uno quiere ser amable con alguien a quien no conoce, los lugares comunes son una salida m¨¢s que frecuente. En la entrevista con el presidente del Gobierno quiz¨¢ abundaron demasiado. ¡°Hay pocos pa¨ªses en el mundo como Espa?a¡±, afirm¨® Rajoy. ¡°Es que Espa?a es un pa¨ªs donde hay muy buena gente¡±, sentenciaba a su vez Bert¨ªn. No era la primera vez que lo dec¨ªa durante la entrevista, aunque la anterior hab¨ªa estado acompa?ada por un tono muy distinto: tras comprobar, acaso levemente decepcionado, que el alcalde de C¨¢diz (Kichi, de Podemos) hab¨ªa tratado a Rajoy con amabilidad, apuntaba, de forma distra¨ªda, que ¡°hay buena gente en todos lados¡±.

No faltaron las declaraciones de amor a Espa?a. ¡°Ahora hay unos cocineros sensacionales¡±, observaba Rajoy mientras esperaba a que se abrieran los mejillones al vapor. Minutos antes, hab¨ªa alcanzado el Olimpo dial¨¦ctico de En la tuya o en la m¨ªa al sentenciar, sin asomo de rubor y como sin querer, que ¡°ser presidente de mi pa¨ªs es la pera¡±. Adem¨¢s, ilustr¨® a su manera eso que muchos famosos no aciertan a definir bien: la fama. "No tomo copas por ah¨ª, porque eres un especimen, co?o". Ol¨¦.

El latiguillo de Rajoy: "?eh?"

Uno de los mayores desaf¨ªos del programa de Bert¨ªn Osborne es que, a fuerza de querer resultar amable y espont¨¢neo, a veces genera un tipo de naturalidad algo acartonada. As¨ª sucedi¨® en el tono deliberadamente bienhumorado en el que transcurri¨® buena parte de la entrevista del candidato socialista, con carcajadas culminando frases que acaso no merec¨ªan tanta hilaridad (por ejemplo, S¨¢nchez afirmando que "lo que m¨¢s me gusta de mi mujer es que no se dedica a la pol¨ªtica¡±).

Si a esta cordialidad impuesta por el formato le a?adimos la escasa empat¨ªa que suele proyectar el presidente del Gobierno, la intervenci¨®n de Rajoy podr¨ªa haber resultado nefasta. Sin embargo, su tono no lo fue. Son¨® fluido y bastante natural, tuvo ciertas ocurrencias e incluso algunos latiguillos, como concluir sus frases m¨¢s incisivas con un ¡°?eh?¡± que empieza a ser ya marca de la casa. Sin duda, el presidente parec¨ªa m¨¢s c¨®modo en casa de Bert¨ªn Osborne que en cualquier programa informativo. Incluso aunque, por momentos, llegara a creerse que aquello era de verdad un programa informativo.

Los chascarrillos entre entrevistador y Rajoy se hicieron esperar hasta el ¨²ltimo tramo del programa, cuando Osborne trat¨® de encender su flamante cocina de inducci¨®n. "Yo te puedo echar un discurso, pero ayudarte a encender esto no", afirm¨® con sensatez Rajoy

Hablemos de la camisa blanca

Pedro S¨¢nchez se present¨® a la entrevista con camisa blanca, vaqueros ajustados y una americana azul que se quit¨® nada m¨¢s entrar en casa del presentador. Rajoy llev¨® exactamente lo mismo, cambiando los vaqueros por unos pantalones de vestir y a?adiendo un peque?o detalle de estatus en forma de logo bordado en la camisa. Y no se la remang¨®. El socialista, buscando una neutralidad quiz¨¢s exagerada, hab¨ªa prescindido de reloj y de anillos. El presidente del Gobierno s¨ª luci¨® un reloj deportivo y tambi¨¦n una alianza. Y se puso la chaqueta, con un jersey de pico debajo, para jugar al futbol¨ªn; estar de pie en mangas de camisa es algo s¨®lo apto para hombres atl¨¦ticos, y en Rajoy gan¨® la prudencia.

Eso s¨ª: hay que hablar de la camisa blanca. S¨¢nchez la ha convertido en su se?a de identidad, pero Rajoy no. La tez de Rajoy, m¨¢s p¨¢lida que la de su oponente, tolerar¨ªa mejor el contraste con una camisa azul o de un tono m¨¢s oscuro. De hecho, suele llevarlas. ?Por qu¨¦ eligi¨® la blanca, que claramente no le favorec¨ªa? Probablemente para buscar una equidistancia con S¨¢nchez. Y para proyectar (quiz¨¢s) una cierta idea de transparencia.

Lenguaje corporal

El programa est¨¢ dise?ado para generar una atm¨®sfera de confianza entre los invitados. Por ello, la parte m¨¢s amplia de la entrevista se realiza en el sof¨¢, con el presentador y el invitado sentados de lado. Osborne, distendido, manten¨ªa una pierna flexionada. Tanto Pedro S¨¢nchez como Mariano Rajoy optaron por una posici¨®n algo m¨¢s r¨ªgida, con las piernas abiertas y el torso recostado sobre el sof¨¢.

En el caso del presidente del Gobierno, lo m¨¢s ilustrativo fue su modo de mover las manos. Cuando no gesticulaba, las mantuvo juntas, cruzadas o juntando las puntas de los dedos. S¨®lo adquiri¨® modales de pol¨ªtico ¨Cacentuando sus palabras con un movimiento brusco del antebrazo, o se?alando hacia arriba con el dedo ¨ªndice¨C cuando habl¨® del desaf¨ªo soberanista de Catalu?a; precisamente el ¨²nico punto del programa en el que se posicion¨® claramente sobre un tema de actualidad.

El vino, la empanada y el queso

A diferencia de lo que suced¨ªa en la entrevista con Pedro S¨¢nchez, los chascarrillos entre entrevistador y Rajoy se hicieron esperar hasta el ¨²ltimo tramo del programa, cuando Osborne trat¨® de encender su flamante cocina de inducci¨®n. ¡°Yo te puedo echar un discurso, pero ayudarte a encender esto no¡±, afirm¨® con sensatez Rajoy. Ante los mejillones, la empanada, el queso y el albari?o, Osborne le planteaba una pregunta clave: ¡°?C¨®mo es un gallego?¡±. ¡°Un gallego es normalmente un tipo de fiar¡±, respondi¨® rotundamente el presidente. El vino iba destensando los nervios de los dos amigos, y Rajoy, travieso, le pregunt¨® a Bert¨ªn: "?Te parezco tan aburrido como dicen algunos?". A lo que el cantante replic¨®, contundente: "?Ni de co?a! Tienes una retranca gallega...". Risotadas.

Las novias de Mariano

No hay mejor modo de humanizar a un pol¨ªtico que hacerle hablar de su vida familiar. De Rajoy hemos sabido que conoci¨® a su mujer "en un pub" a los 37 a?os, las aficiones futbol¨ªsticas de sus hijos (aunque sin mencionar la famosa colleja) y sus h¨¢bitos deportivos: corre cuarenta minutos de cinta el¨ªptica cada ma?ana. ¡°A estas alturas de la vida ya no le doy consejos a nadie salvo uno: haz un poco de deporte¡±, afirmaba. El presidente esquiv¨® diplom¨¢ticamente las preguntas dirigidas a cuestiones m¨¢s ¨ªntimas, como cuando Osborne quiso saber si hab¨ªa tenido muchas novias. La respuesta es toda una s¨ªntesis de estoicismo: ¡°No he sido de muchas novias, he sido de lo que me dejaban, como todo el mundo¡±.

?Se estaba despidiendo Rajoy?

Sin duda, uno de los aspectos m¨¢s sorprendentes de esta entrevista es que, a pesar de haber sido emitida apenas veinte d¨ªas antes de las elecciones, Rajoy no proporcionaba en absoluto la impresi¨®n de ser un pol¨ªtico en campa?a. Cuando habl¨® de pol¨ªtica, lo hizo en sentido retrospectivo, para hablar de su gesti¨®n durante estos a?os, recordar su esquinazo al rescate (¡°fue una ¨¦poca espantosa¡±) y desarrollar un discurso que sonaba m¨¢s a despedida que a programa electoral. El ¨²nico momento en que habl¨® como si estuviera en el Congreso fue al abordar la cuesti¨®n de la tensi¨®n existente con el gobierno de la Generalitat de Catalunya. ¡°He actuado con prudencia, proporcionalidad y firmeza¡±, insist¨ªa

Humanizado por los goles

Hay pocos objetos m¨¢s genuinamente espa?oles que el futbol¨ªn. Si el ping pong al que jugaron Bert¨ªn y Pedro S¨¢nchez rememoraba la legendaria diplomacia deportiva de la Guerra Fr¨ªa (?recuerdan Forrest Gump?), el futbol¨ªn evocaba el lugar predilecto de los pol¨ªticos espa?oles para ser retratados: el bar de la esquina. Es un juego desprovisto de toda sofisticaci¨®n, pero dotado de un cierto aura de autenticidad. Pedro S¨¢nchez gan¨® a Bert¨ªn, y Rajoy apabull¨® al cantante, que, como reconoc¨ªa m¨¢s tarde, quiz¨¢s debiera haberse puesto las gafas para jugar. Sin duda, la t¨¢ctica funcion¨®. Fue el tramo del programa en el que pudimos ver a un Rajoy m¨¢s relajado y distendido, con peque?os destellos de humor y seguro de haber ganado la batalla a la entrevista.

Osborne quiso saber si Rajoy hab¨ªa tenido muchas novias. La respuesta es toda una s¨ªstesis de estoicismo: "No he sido de muchas novias; he sido de lo que me dejaban, como todo el mundo"

"Obama, el chino y los dem¨¢s"

Que Rajoy no hiciera campa?a (o no lo aparentara) no quiere decir que no hablara de pol¨ªtica. O de pol¨ªticos. Se deshizo en halagos sobre los dirigentes socialistas: habl¨® bien de Zapatero, de Rubalcaba y de Felipe Gonz¨¢lez (¡°da gusto hablar con ¨¦l¡±, dijo). Parad¨®jicamente, fue mucho menos generoso con los miembros de su partido. ¡°Es un personaje¡±, afirmaba Bert¨ªn Osborne (en sentido positivo) acerca de Esperanza Aguirre. ¡°S¨ª, pero t¨² eres tambi¨¦n un personaje¡±, replicaba Rajoy sin entrar en m¨¢s valoraciones. Eludi¨® como pudo las referencias a Aznar, aunque s¨ª cont¨® con detalle su encuentro con Obama en un gimnasio de Sud¨¢frica. Reconoci¨® que se maneja s¨®lo a medias con el ingl¨¦s y, tal vez de forma involuntaria, resumi¨® su pol¨ªtica internacional hablando de ¡°Obama, el chino y los dem¨¢s¡±, sin m¨¢s nombres propios que el del presidente estadounidense.

La imagen que proyect¨® se acerc¨® mucho a la de un hombre solitario y un pol¨ªtico acostumbrado a los desenga?os. En un ¨²ltimo arrebato de euforia (llevaba ya unos cuantos goles al futbol¨ªn), le pregunt¨® a Bert¨ªn Osborne si aceptar¨ªa ser candidato a la alcald¨ªa de Jerez. El cantante respondi¨® con evasivas, y el presidente del Gobierno volvi¨® a ser todo diplomacia. ¡°Entiendo que puede haber una oferta¡±, observ¨® no sin cierta decepci¨®n.

"?Hay un AVE a Le¨®n?"

No es este el lugar para debatir las dotes como entrevistador de Bert¨ªn Osborne, que apenas repregunta y trata de generar ante todo un clima de confianza con el entrevistado. Incluso aunque a veces tenga que magnificar ciertas cosas. Un poquito al menos. Sucedi¨®, por ejemplo, cuando Rajoy afirmaba haber caminado ¡°en los sitios m¨¢s inveros¨ªmiles, como Malta o Nueva York¡±. ?Por qu¨¦ son sitios inveros¨ªmiles? Minutos m¨¢s tarde, un Bert¨ªn algo sobreactuado reaccionaba de forma apasionada ante un dato que desconoc¨ªa: la existencia de un AVE que comunica Madrid con Le¨®n. ¡°?Hay un AVE a Le¨®n? Joder, joder, joder, yo voy much¨ªsimo por ah¨ª y no sab¨ªa que hab¨ªa un AVE¡±, exclamaba.

Otro punto pol¨¦mico ¨Caunque abierto a distintas interpretaciones¨C sucedi¨® cuando Rajoy afirm¨® que iba a lanzar una pulla contra los periodistas, y lo hizo daba golpecitos a Bert¨ªn en el brazo, quiz¨¢s olvid¨¢ndose de que el jerezano es cantante, fil¨¢ntropo, presentador y empresario, pero no periodista. Aunque tenga un programa en televisi¨®n. O aunque conduzca la entrevista m¨¢s extensa que se le ha hecho a Rajoy en cuatro a?os de mandato. Sin embargo, la euforia llegar¨ªa al final del espacio, cuando Osborne elogi¨® a Rajoy afirmando que ¡°Tienes una retranca gallega que la gente no la conoce¡±. ¡°Eres un fen¨®meno¡±, conclu¨ªa. Ante eso no hay r¨¦plica posible.

Segundos despu¨¦s, sigui¨® la emisi¨®n con un programa sobre piojos..