Cuatro trucos para frenar la rumia mental

Le ten¨ªa que haber dicho aquello, por qu¨¦ no fui a esa cita, le dir¨¦ esto cuando le vea¡­ ?Te suenan estas frases? ?Te las repites una y otra vez en silencio? Si es as¨ª, bienvenido a la rumia mental o dicho de otro modo, al arte de comerse la cabeza sin ning¨²n sentido. Nos estrujamos la sesera para aprender, para planificar el futuro o para no volver a cometer errores. Hasta aqu¨ª todo bien. El problema surge cuando confundimos ocuparse con preocuparse. Lo primero es necesario y gracias a ello, hemos conseguido evolucionar como especie. Sin embargo, la preocupaci¨®n constante, la rumia mental, no solo no ayuda, sino que nos debilita por dentro. Nos hace claramente infelices, porque ?qui¨¦n podr¨ªa sentirse bien con alguien record¨¢ndole todo el rato que se ha equivocado, que es un in¨²til, que mira lo que el otro ha pensado de ti, etc., etc.? El problema es que ese ¡°alguien¡± est¨¢ en nuestra cabeza y no siempre es f¨¢cil darle esquinazo. As¨ª que seamos pr¨¢cticos. Asumamos que tenemos esta ¡°habilidad¡± de auto amargarnos y busquemos algunas claves que nos alivien para llevarnos un poco mejor con nosotros mismos.

1. Contempla las emociones, no te embarres en ellas

Una cosa es sentirse mal por haberse equivocado y otra es regodearse en el lodo del error. O pensar que algo puede ir mal a estar agobiado por un futuro que no sabemos si va a existir. ?Soluci¨®n? Volver al momento presente. ?C¨®mo? Con el cuerpo, el mejor de los presentes que hay.

Cuando uno se concentra en la respiraci¨®n, en bailar, en el deporte¡­ en todas las sensaciones corporales posibles deja la cabeza de dar vueltas por el pasado y por el futuro. El motivo es f¨¢cil: el cuerpo est¨¢ solo en el presente. Cuando nos fijamos en lo que hay en el presente no hay miedo ni estr¨¦s. Por eso, una de las t¨¦cnicas que m¨¢s ¨¦xito est¨¢ teniendo en los ¨²ltimos tiempos es el mindfulness, del que ya hemos hablado, y que consigue reducir la rumia mental en un 30 por ciento y el malestar en un 35 por ciento despu¨¦s de ocho semanas de entrenamiento, seg¨²n la investigaci¨®n realizada por Andr¨¦s Mart¨ªn Asuero y que recoge en su libro Plena mente o el arte de estar presente.

Ahora bien, la contemplaci¨®n de las emociones requiere entrenamiento y es la mejor alternativa, pero si te cuesta, busca otros cortafuegos, como pensar en tu respiraci¨®n, hacer trabajos manuales que te distraigan poniendo la atenci¨®n en ellos (claro, no consiste en construir aviones o tejer punto y seguir con la cabeza d¨¢ndole vueltas), hacer deporte y centrarte en los pasos que das y toda aquella actividad que te requiera movimiento y que te haga estar en el presente.

2. Tranquil¨ªzate. Nuestra cabeza suele agrandar los errores

Solemos agrandar el impacto de lo que hemos hecho a otros (no todo el mundo, de acuerdo. Hay gente profundamente narcisista, pero son la minor¨ªa). Nos repetimos mil veces lo mal que hemos quedado en un momento dado delante de la gente y nos olvidamos que el resto tienen la misma habilidad de torturarse a s¨ª mismos, por lo que van a dedicar un tiempo maravilloso en recordarse sus propios errores y no tanto criticar los nuestros. Adem¨¢s, la memoria es selectiva. Recordamos aquello que queremos recordar. Y mientras t¨² lo puedes ver muy oscuro, el resto lo puede recordar como gris. Por ello, ante un error del pasado, por ejemplo, ac¨¦ptalo (no te pelees en justificarte, que eso crea m¨¢s rumia mental), saca aprendizajes y no magnifiques lo que los dem¨¢s han pensado de ti. Muy probablemente est¨¦s equivocado.

3. Deja la bola de cristal

Atenci¨®n al dato: se estima que el 92 por ciento de nuestros miedos son inventados, como recog¨ª en el libro de NoMiedo. Cuando pensamos en el futuro subestimamos nuestras capacidades de rehacernos de los posibles golpes. Por eso, nos llenamos de miedos, que no son otra cosa que rumia mental. Por ello, conf¨ªa m¨¢s en ti y ten previsto otras alternativas ante un error posible. Si has salido en el pasado de momentos dif¨ªciles, ?qui¨¦n te dice que no lo vas a lograr en el futuro? As¨ª que deja la bola de cristal que solo ve cosas oscuras y vuelve al presente y a tus posibilidades reales.

4. Crea un espacio amable dentro de ti

Y por ¨²ltimo, tr¨¢tate un poco mejor. S¨¦ consciente cuando te dices perlas tipo ¡°mira que soy idiota¡± o cosas as¨ª (o peores) y no consientas que nadie ni t¨² mismo te trate mal. No lo necesitas para mejorar. Presta atenci¨®n y siente un poco de compasi¨®n por ti mismo. Al fin y al cabo, todos somos humanos, que no superman ni superwoman.

Fuente de la foto: Splitshire - Mosaic.