Vallenato
Era el periodismo que ten¨ªan en otros tiempos los habitantes de los pueblos
¡°A los 86 a?os Emiliano Zuleta Baquero conoci¨® el aburrimiento¡±. As¨ª empieza una cr¨®nica monumental, El testamento del Viejo Mile, de Alberto Salcedo Ramos. Zuleta relata un encuentro hist¨®rico, el que tuvo con Lorenzo Morales en Urumita, La Guajira (Colombia), cuando se enfrentaron los dos, uno m¨¢s borracho que el otro, en un duelo de acordeonistas lleno de sabotajes que no termin¨® cuando Moralito se fue del pueblo, sino cuando Zuleta escribi¨®: ¡°Te fuiste de ma?anita / ser¨ªa de la misma rabia¡±, versos a los que siguieron los primeros de la canci¨®n: ¡°Acordate Moralito de aquel d¨ªa / que estuviste en Urumita / y no quisiste hacer parranda¡±.
Era 1938 y Zuleta hab¨ªa escrito el vallenato m¨¢s famoso, La gota fr¨ªa. En Medell¨ªn le pregunt¨¦ a Salcedo Ramos d¨®nde escuchar vallenatos. ¡°El vallenato es como los dinosaurios¡±, respondi¨®; ¡°fue grande en el pasado y hoy no existe¡±. No habl¨¢bamos de m¨²sica, sino de periodismo: el vallenato era la primera noticia de todas. Un juglar subido a un burro a quien paran y ordenan: ¡°Pedro est¨¢ enfermo¡±, y el hombre incorpora el verso para llevar la nueva. Rafael Escalona dec¨ªa que el vallenato es como un bostezo: se transmite de boca en boca. Salcedo Ramos dice que eso demostraba que estaba vivo, porque se aprend¨ªa de los dem¨¢s: las canciones de la radio no son vallenatos porque nacen muertas.
Aquel periodismo era el que ten¨ªan entonces los habitantes de los pueblos. Al de Salcedo, Arenal (¡°un pueblo tan caliente que al mediod¨ªa el diablo se desnuda y se mete en la tienda a comprar hielo¡±) llegaba el peri¨®dico al anochecer tras viajar en avi¨®n y carreta. Los vecinos ten¨ªan en los juglares y los vallenatos los boletines frescos y modernos de la actualidad. Era por ellos, como las campanas de nuestra iglesia, por los que se enteraban de los muertos: por una canci¨®n.
Lo que m¨¢s le impact¨® a Salcedo del primer muerto que vio es que no podr¨ªa volver a bailar. Con los a?os termin¨® relacion¨¢ndolo con el griter¨ªo del Caribe: el que baja la voz es sospechoso. Ayer la Unesco nombr¨® el vallenato como patrimonio de la Humanidad, y con ¨¦l una copla esencial: ¡°Este es el amor amor / el amor que me divierte / cuando estoy en la parranda / no me acuerdo de la muerte¡±. Cantan para olvidar la muerte, pero le cantan a ella. Se acaba reconociendo con el mismo sudor fr¨ªo con el que se reconoci¨® Emiliano Zuleta a los doce a?os el d¨ªa en que crey¨® tener un amiguito mal vestido y mal peinado que repet¨ªa todo lo que ¨¦l hac¨ªa; cuando enfadado fue a pegarle descubri¨® que era un espejo: el primero que ve¨ªa en su vida. Hasta los 86 no se aburri¨® nunca.
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