Antimateria

Es viernes, me dispongo a acudir a mi cita con el programa de televisi¨®n Och¨¦ntame para rodar un episodio sobre los avances de las mujeres. Activo la m¨¢quina de mis recuerdos. El taxista achaca la inusual densidad del tr¨¢fico al incipiente fin de semana. Iluso. Llego tarde. Una eficaz maquilladora me rejuvenece y, entre todos, conseguimos atrapar el tiempo perdido. El futuro que vislumbramos en los ochenta ya es nuestro, sin dejar de ser quien somos. Misterios del espacio-tiempo. Salgo contenta rumbo a nuevos proyectos.

Otro taxi me devuelve al centro, ahora poblado por unos misteriosos globos negros. Hoy es Black Friday, ese invento americano para hacernos comprar todav¨ªa m¨¢s, me explica el taxista. No voy a caer en ese tramposo agujero negro, me digo, mientras recuerdo una venta especial en el pasaje de los Campos El¨ªseos. Ir¨¦, pero s¨®lo a mirar. Orgullosos satenes rojos, estampados psicod¨¦licos, cortes atemporales bellos como una buena teor¨ªa, irresistibles, deliciosos como la mism¨ªsima residencia celestial a la que me transportan. Mundos paralelos. Su potencia gravitacional, m¨¢s el descuento VIP, atrapa mi lucidez. Compro.

Vuelvo a casa con la cuenta corriente contra¨ªda a tama?o quark. Cuelgo mis vestidos nuevos como si fueran obras de arte y me tumbo a contemplarlos proyectando ensue?os. ?Ser¨¦ m¨¢s feliz? ?Conocer¨¦ el amor eterno? ?Me invitar¨¢n a m¨¢s fiestas? ?Tendr¨¦ m¨¢s sexo? ?Ay, las zapatillas deportivas negras del otro d¨ªa! Salgo corriendo. Superposici¨®n: termino con dos pares diferentes. Unas sobrias y elegantes, otras brillantes como polvo de estrellas. Incertidumbre: ?onda o part¨ªcula? Devolver¨¦ las primeras y me quedar¨¦ con las c¨®smico-horteras, que por algo es el centenario de la teor¨ªa de la relatividad.

Colapso: yo ya estuve aqu¨ª. Mis adquisiciones son materia superconcentrada de significado que me absorbe. ?Cu¨¢ndo voy a crecer? Esto no puede continuar. Antes no consum¨ªamos tanto y tampoco nos parec¨ªa importante. ?Estoy sola en la galaxia pensando esto? No. Destellea Buy nothing day, un concepto creado por el artista canadiense Ted Dave y la revista Adbusters en 1992. Se celebra globalmente, aunque no se les permita publicitarse. La consigna es ¡°No hagas NADA¡±, sintoniza con la vida; participa subvirtiendo, no comprando nada y organizando acciones c¨®smicas, digo, c¨®micas: disfrazarse de zombi hiperconsumista o hacer la conga con carros de compra vac¨ªos bailando en los establecimientos. Todo un salto cu¨¢ntico: del Big-Bang consumista al Big-Crunch revitalizante. Lo apunto en mi agenda 2016, mientras mi escurridizo gato Schr?d ma¨²lla juguet¨®n. ?Tuneleamos?