La reforma ineludible del islam
Esta religi¨®n no ha cambiado ni un ¨¢pice desde su creaci¨®n hace m¨¢s de trece siglos
La pesarosa sensaci¨®n de no nombrar las cosas por su nombre vuelve a Europa tras el atentado contra el coraz¨®n de nuestros valores y de nuestros principios, que tuvo lugar en Par¨ªs el 13 de noviembre. Otro atentado yihadista, muy sangriento, muy cruel, muy premeditado. Un atentado inspirado por el odio de una interpretaci¨®n religiosa arcaica e inmovilista. No ser¨¢ el ¨²ltimo, seguro que vendr¨¢n muchos m¨¢s, y cada vez ¡°m¨¢s en casa¡±. A ra¨ªz de ello, y pasada la fiebre de la indignaci¨®n, la rabia y la piedad, se impone ¨Cal menos en la Europa libre, laica, justa y racional con la que me identifico¨C el pensamiento fr¨ªo y sereno que busque las ra¨ªces profundas de este conflicto. Es cuento largo ya, pues es un conflicto que viene creciendo exponencialmente desde los a?os ochenta del pasado siglo y es temible por el negro futuro que promete. La situaci¨®n, adem¨¢s, ser¨¢ prolongada e incierta, porque revela la hipocres¨ªa, la cobard¨ªa y la necedad pol¨ªtica de los Estados con capacidad de intervenci¨®n, salvo Francia, que vuelve a dar lecciones de liderazgo. Y yendo al n¨²cleo del conflicto, hay que ser muy ciego o muy acobardado para no asumir que en la base de este conflicto est¨¢ el islam. Se tiene tanto miedo a criticar el islam en su conjunto por temor a caer en posturas islam¨®fobas o consideradas como tales, que se proclama a voz en grito, sin matizaciones, que la violencia es ajena al islam, que los terroristas son unos asesinos ajenos a la religi¨®n. Me temo que esto es simplismo, puro y duro, porque, como bien explica Karen Armstrong en Campos de sangre, cualquiera que profundice un m¨ªnimo en el islam se dar¨¢ cuenta enseguida de que la violencia es parte sustancial de esta religi¨®n.
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Y lo es porque no ha cambiado ni un ¨¢pice desde su creaci¨®n hace m¨¢s de trece siglos. Mientras no se ataque el problema desde esta ra¨ªz, todos los dem¨¢s asuntos relativos a la bondad de sus creencias no son m¨¢s que excusas para eludir el hecho de que en el islam, radicalizado y llevado al extremo de una pureza demencial salafista, est¨¢ el caldo de cultivo de los conflictos violentos con los que el mundo ha de seguir enfrent¨¢ndose en adelante. Aparte de las medidas coercitivas de car¨¢cter pol¨ªtico, militar, informativo o t¨¢ctico, la ¨²nica soluci¨®n real pasa por la reforma del islam ¡°desde el islam¡±. Precisamente as¨ª se llama el ¨²ltimo libro de Ayaan Hirsi Ali, Reformemos el islam. Hirsi Ali es una mujer somal¨ª valiente, que ha padecido en su vida la represi¨®n m¨¢s dura del islam contra la mujer, que denunci¨® los abusos e incongruencias de la pr¨¢ctica isl¨¢mica en un documental de Theo Van Gogh, asesinado por un yihadista a causa de ese documental, y que lleg¨® a ser diputada en el Parlamento holand¨¦s. Autora de varios ensayos y de una magn¨ªfica autobiograf¨ªa, Hirsi Ali expone en su libro una clara visi¨®n de las encrucijadas del islam. Propugna el punto de vista del hereje como ¨²nica opci¨®n para cambiar, refundar y reformar el islam, consciente de que, al ser mujer y alejada de la m¨¢s m¨ªnima ortodoxia isl¨¢mica, su postura ser¨¢ severamente condenada.
La propuesta de Hirsi Ali consiste en cinco grandes reformas, sin las cuales no variar¨¢ la ret¨®rica sangrienta de los terroristas religiosos, ni la ret¨®rica victimista de los islamistas moderados, sobre cuyos hombros caer¨¢ a la larga la sospecha hist¨®rica de la complicidad. Esas cinco reformas son: ¡°1. La categor¨ªa semidivina e infalible de Mahoma junto con la lectura literal del Cor¨¢n, en especial de los fragmentos que fueron revelados en Medina. 2. La anteposici¨®n de la vida despu¨¦s de la muerte, en lugar de la vida antes de la muerte. 3. La ¡®shar¨ªa¡¯, el conjunto de leyes procedentes del Cor¨¢n, los hadices y el resto de jurisprudencia isl¨¢mica. 4. La pr¨¢ctica de otorgar poderes a los individuos para hacer respetar la ley isl¨¢mica ordenando lo que est¨¢ bien y prohibiendo lo que est¨¢ mal. 5. El imperativo de librar la yihad, o guerra santa¡±.
Todo lo que no sea ir hacia una liberaci¨®n y cambio de papel de la mujer musulmana es pura excusa retr¨®grada
En estos cinco puntos resume Hirsi Ali la reforma necesaria. Y explica que hay muchos y muy sabios cl¨¦rigos, pensadores, te¨®logos isl¨¢micos que est¨¢n promoviendo, de manera aislada y asistem¨¢tica, debates y foros en torno a estos cinco puntos claves. Desde luego, se tardar¨¢ a¨²n muchos a?os en llegar a un m¨ªnimo consenso, sobre todo ahora que el enfrentamiento por la preeminencia religioso-pol¨ªtica entre sun¨ªes y chi¨ªes est¨¢ en su apogeo y sus partidarios han de pasar todav¨ªa por el furor humano de la destrucci¨®n (l¨¦anse Siria e Irak, Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, Yemen y Libia, y dem¨¢s escenarios violentos).
Hirsi Ali avanza tambi¨¦n otras dos perspectivas claves para que esa reforma del islam comience a ser lo que ahora no es todav¨ªa: un punto de partida. Una es el papel radicalmente distinto que ha de tener la mujer en el islam. El Cor¨¢n dice en su vers¨ªculo 4:34: ¡°Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres [¡]. ?Amonestad a aquellas de quienes tem¨¢is que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles!¡±. Todo lo que no sea ir hacia una liberaci¨®n y cambio de papel de la mujer musulmana es pura excusa retr¨®grada, y en nada ayuda el discurso falsamente reivindicativo de las mujeres musulmanas creyentes, que contin¨²an alienadas en su inmensa mayor¨ªa. Y la otra perspectiva clave que ha de variar es la perversa din¨¢mica honor/verg¨¹enza, que culmina en el concepto de humillaci¨®n como justo motivo para la venganza. Este ha sido el origen de todos los atentados yihadistas que desde los a?os noventa sacuden la civilizaci¨®n occidental, y en concreto Europa: la venganza por las humillaciones recibidas. Fue as¨ª contra ¡®Charlie Hebdo¡¯ y el supermercado jud¨ªo, fue as¨ª en el 11-M de Madrid, ha sido as¨ª estos d¨ªas en Par¨ªs. Mucho hay, pues, que cambiar en el islam desde dentro y cuanto antes.
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