Nuevo juego, viejas reglas
El mundo ya es multipolar y muy distinto al de hace 15 a?os. A pesar de los graves problemas pendientes, hay cooperaci¨®n en dos asuntos fundamentales: la proliferaci¨®n nuclear y la lucha contra el cambio clim¨¢tico
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La competici¨®n entre las grandes potencias es un hecho: Estados Unidos compite con una Rusia m¨¢s activa en pol¨ªtica exterior y una China en auge. La regi¨®n de Oriente Pr¨®ximo, el mar de China Meridional y Ucrania son escenarios donde se pueden comprobar los diferentes intereses de esta nueva realidad.
Releyendo The Great Experiment, de Strobe Talbott, me encuentro con una cita que me hace pensar que las semillas de algunas de las din¨¢micas que vivimos hoy ya estaban sembradas. El libro recoge una conversaci¨®n que tuvo lugar en diciembre del a?o 2000 entre el entonces presidente en funciones, Bill Clinton, y el presidente electo, George W. Bush. Clinton le dice a Bush que, a juzgar por su campa?a electoral, parece que las cuestiones de seguridad que m¨¢s le preocupan son las relaciones con Sadam Husein y el despliegue, a gran escala, de un sistema de defensa antimisiles. Bush contesta: ¡°Eso es absolutamente cierto¡±.
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La implementaci¨®n de estas dos grandes pol¨ªticas tuvo que esperar por el inesperado y tr¨¢gico acontecimiento del 11 de septiembre, en el que Estados Unidos concentr¨® sus energ¨ªas. Las tensiones potenciales dieron paso a un par¨¦ntesis de colaboraci¨®n generado por la solidaridad antiterrorista.
Ese periodo, en el que todos nos sent¨ªamos americanos y, seg¨²n Bush, Putin parec¨ªa ¡°muy sencillo y digno de confianza¡±, se empieza a venir abajo cuando Estados Unidos anunci¨® su retirada del Tratado de Misiles Antibal¨ªsticos, para poder desarrollar un sistema de defensa antimisiles que le permitiera defenderse de Ir¨¢n. La importancia de esta decisi¨®n no pas¨® desapercibida en Mosc¨².
Estados Unidos no parec¨ªa entender que est¨¢bamos al inicio de una era multipolar, que har¨ªa muy dif¨ªcil imponer ¡ªsin causar estragos¡ª una pol¨ªtica como la que, impl¨ªcitamente, propon¨ªa la frase del presidente Bush. En el a?o 2007, en un importante discurso con motivo de la Conferencia de Seguridad de M¨²nich, Putin mostr¨® con toda claridad su rechazo a la manera en que se estaban desarrollando las relaciones internacionales. Puso varios ejemplos, entre ellos la intervenci¨®n en Irak, pero no olvidar¨¦ el ¨¦nfasis en la defensa antimisiles, que consideraba como una ofensiva frente a Rusia y una ruptura de la seguridad com¨²n en Europa.
Hay que llegar a acuerdos en asuntos de seguridad, y ahora lo prioritario es la paz en Siria
En el verano de 2008 tuvieron lugar tres acontecimientos que demostraban, inexorablemente, que la multipolaridad era un hecho. Durante el mes de agosto, China ¡ªcomo anfitriona de los Juegos Ol¨ªmpicos¡ª nos mostraba su esplendor. Recuerdo c¨®mo todos contempl¨¢bamos aquella presentaci¨®n de un nuevo actor internacional de peso. En los mismos d¨ªas se produjo la primera acci¨®n por parte de Rusia en Georgia, dando a entender ¡ªclaramente¡ª que el concepto de zonas de influencia segu¨ªa vigente para Rusia. Fue una gran llamada de atenci¨®n al mundo. Tan solo un mes despu¨¦s, el 15 de septiembre, ca¨ªa Lehman Brothers como el pistoletazo de salida a una crisis econ¨®mica que a¨²n estamos lejos de superar y que ha tenido consecuencias no s¨®lo para la econom¨ªa global sino tambi¨¦n en la geopol¨ªtica.
Al mismo tiempo, China ¡ªque llevaba tres d¨¦cadas creciendo a una media del 10% anual¡ª observaba, casi intacta, c¨®mo el resto del mundo sufr¨ªa las consecuencias de la crisis financiera. Reafirmada como gran potencia, parec¨ªa poner en cuesti¨®n la idea ¡ªtan repetida en la era de Deng Xiaoping¡ª del ¡°ascenso pac¨ªfico¡±. En 2008, Pek¨ªn aument¨® su presencia en el mar de China Meridional, de gran inter¨¦s para Estados Unidos, y empez¨® a ejercer m¨¢s presi¨®n sobre sus vecinos, reclamando sus pretendidos derechos hist¨®ricos; con algunos de ellos Estados Unidos mantiene acuerdos de seguridad militar. A finales de 2013, las tensiones se intensificaron, cuando China ampli¨® su zona de defensa a¨¦rea a un ¨¢rea disputada con Jap¨®n, y Estados Unidos, que hab¨ªa sido desde la II?Guerra Mundial la potencia mar¨ªtima del Pac¨ªfico, lo consider¨® un acto provocador. Las reclamaciones de soberan¨ªa por parte de China son una reivindicaci¨®n de poder en una zona que consideran de su influencia.
El mundo multipolar se hac¨ªa real. Solo faltaba reconocerlo en las instituciones internacionales. Esto ocurri¨® en la reuni¨®n del G-20 de Se¨²l, en el a?o 2010. Se hizo un esfuerzo por dotar a los pa¨ªses emergentes de una representaci¨®n m¨¢s adecuada a su peso en el FMI, que se har¨ªa efectiva en el 2014. Sin embargo, despedimos el 2014 sin que la reforma se implementara, por el veto del Congreso estadounidense. Poco tiempo despu¨¦s, China cre¨® el Banco Asi¨¢tico de Inversi¨®n en Infraestructura. Fue un momento en el que pod¨ªa pensarse que las instituciones de la econom¨ªa global se fragmentaban, aunque la presencia de los pa¨ªses europeos y la conversaci¨®n ulterior, en Washington DC, entre Xi y Obama parec¨ªan desmentir esa idea.
A¨²n no hemos superado una crisis econ¨®mica que tambi¨¦n ha tenido consecuencias geopol¨ªticas
En febrero de 2014, el conflicto de Ucrania dio una mayor visibilidad a la activa posici¨®n de Mosc¨², enfrent¨¢ndose con las posiciones de Estados Unidos y Europa, transgrediendo los compromisos adquiridos en Helsinki. Sin lugar a dudas, desde que el pasado mes de septiembre Putin decidiera implicarse en el conflicto sirio, esta determinaci¨®n se ha hecho a¨²n m¨¢s palpable. Ahora, su papel es decisivo para llegar a la paz y los dem¨¢s actores necesitar¨¢n a Mosc¨² para lograr un acuerdo.
El mundo de hoy, en la primera quincena del siglo XXI, es muy distinto al que algunos pod¨ªan imaginar a finales del siglo XX, tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn. Desde una perspectiva hist¨®rica, 15 a?os es mucho o poco en funci¨®n de la intensidad de los cambios. Si a la descripci¨®n de la competici¨®n entre grandes potencias sumamos la nueva realidad de Oriente Pr¨®ximo ¡ªcon la confrontaci¨®n entre sun¨ªes y chi¨ªes, las primaveras ¨¢rabes, la aparici¨®n del Estado Isl¨¢mico y el indecible sufrimiento de la poblaci¨®n y los refugiados¡ª es indudable que la intensidad de los cambios ha sido extraordinaria.
Sin embargo, hemos logrado cooperar para avanzar en dos cuestiones vitales: la proliferaci¨®n nuclear y la lucha contra el cambio clim¨¢tico. El pacto nuclear con Ir¨¢n y los esperanzadores resultados de la cumbre sobre el cambio clim¨¢tico son, sin duda, un foco de luz en este per¨ªodo. Es esencial llegar tambi¨¦n a acuerdos en cuestiones de seguridad, para lograr un mundo m¨¢s estable; y, ahora mismo, nuestra prioridad es la paz en Siria. Debemos, entre todos, lograr el ¨¦xito en las conversaciones de paz en Viena.
Javier Solana es distinguished fellow en la Brookings Institution y presidente de ESADEgeo, el Centro de Econom¨ªa y Geopol¨ªtica Global de ESADE.
? Project Syndicate, 2015.
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