Nuestro proyecto es Espa?a

Cuando los espa?oles nos hemos unido y superado nuestras diferencias hemos alcanzado grandes logros. En la Transici¨®n, los que pensaban diferente fueron capaces de dialogar y demostrar que es mucho m¨¢s lo que nos une que lo que nos separa. Esas mujeres y hombres pensaron antes en Espa?a y en el pa¨ªs que quer¨ªan dejarles a sus hijos que en sus intereses, que en sus siglas.

Adolfo Su¨¢rez encabez¨®, junto a otros l¨ªderes pol¨ªticos, una Transici¨®n que dej¨® asentados los pilares de nuestra democracia. Con la llegada al Gobierno del PSOE de Felipe Gonz¨¢lez se afianz¨® el Estado de bienestar y entramos en la Uni¨®n Europea. En los a?os noventa, con el PP de Aznar se aplicaron pol¨ªticas para modernizar la econom¨ªa y cumplir los criterios de convergencia para entrar en el euro. Tres proyectos de pa¨ªs con sus luces y sombras, con sus aciertos y sus errores, pero de los que la mayor¨ªa de espa?oles se sintieron part¨ªcipes. A partir de entonces se acabaron los proyectos para Espa?a y empezaron los proyectos de partido. Y esa es la raz¨®n por la que quiero liderar un nuevo proyecto com¨²n para Espa?a.

A m¨ª me importa m¨¢s Espa?a que mi partido. En esta nueva etapa propondr¨¦ un Gobierno de apertura del que formen parte los mejores, procedan de la sociedad civil o sean de Ciudadanos; o, incluso, incorporar¨¦ a personas de otros partidos pol¨ªticos. Porque el talento tiene que estar al servicio de los ciudadanos m¨¢s all¨¢ de las siglas.

Ha llegado la hora de ser ambiciosos, con un equipo de mujeres y hombres con las manos libres y limpias, que se pregunten, como hizo J. F. Kennedy, qu¨¦ van a hacer por su pa¨ªs, y no solo qu¨¦ va a hacer su pa¨ªs por ellos. Desde 2004 en Espa?a solo 13 de los 54 ministros han tenido experiencia laboral m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, personas que saben lo que es hacer una entrevista de trabajo, estudiar para una oposici¨®n o poner en marcha un negocio. Tanto PP como PSOE han convertido las instituciones en cotos cerrados donde colocar a los de su partido, en vez de valorar la capacidad y el talento.

Nuestra propuesta de un Gobierno de apertura ya es una realidad en muchas naciones democr¨¢ticas. El nuevo presidente de Canad¨¢, Justin Trudeau, ha incorporado a su Gobierno a m¨¦dicos, empresarios, investigadores y, en definitiva, gente con experiencia laboral m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, personas que saben levantarse cada d¨ªa para tirar adelante de un negocio, para cumplir un sue?o. Profesionales exitosos que saben lo que es caerse, pero tambi¨¦n, volver a levantarse.

Nos merecemos volver a confiar en las instituciones y volver a ilusionarnos con nuestro pa¨ªs

Otros l¨ªderes como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o el expresidente franc¨¦s, Nicol¨¢s Sarkozy, tambi¨¦n incorporaron en sus Gobiernos a miembros de otros partidos, personas que no pensaban exactamente igual en todo, pero que compart¨ªan el sue?o de construir un pa¨ªs mejor para sus ciudadanos.

Ciudadanos naci¨® de esa manera. De una plataforma civil formada por un grupo de personas libres de distintos or¨ªgenes, profesiones y formas de pensar, pero con un mismo objetivo, transformar Espa?a. Esta corriente de opini¨®n que hoy representamos ha abierto sus puertas a economistas, acad¨¦micos, investigadores, servidores p¨²blicos, l¨ªderes sociales e incluso personas v¨¢lidas de otros partidos que han querido venir a sumar y a aportar su esfuerzo y su talento. La nueva etapa que comienza necesita una nueva visi¨®n: integradora, abierta, responsable y que mira al futuro.

No va a ser f¨¢cil, pero estoy convencido de que solo de esta manera seremos capaces de poner en marcha las grandes reformas que necesita Espa?a. Porque muchas de las soluciones a los problemas de los espa?oles solo las lograremos juntos. Ha llegado la hora de que en los temas esenciales nos pongamos de acuerdo todos. As¨ª lo hacen los Gobiernos de las grandes naciones del mundo, que piensan antes en las futuras generaciones que en sus propios intereses.

Impulsar¨¦ un Pacto Nacional por la Educaci¨®n para que en un futuro, gobierne quien gobierne en nuestra naci¨®n, la formaci¨®n de los futuros trabajadores y empresarios de Espa?a no dependa de la estrategia de los partidos, y s¨ª de las estrategias de pa¨ªs. No podemos resignarnos a que en pleno siglo XXI nuestros j¨®venes no puedan estudiar por falta de recursos, o que acaben la educaci¨®n obligatoria sin saber ingl¨¦s. PP y PSOE han sido incapaces de ponerse de acuerdo en algo tan importante, y su ¨²nica propuesta siempre ha sido derogar la ley anterior. Con un Gobierno de apertura como el que proponemos y desde el centro pol¨ªtico podremos liderar estos grandes acuerdos que necesitamos todos los espa?oles.

No habr¨¢ cambio sin responsabilidad y valent¨ªa para hacer las reformas necesarias y urgentes

Adem¨¢s de reformar un pilar fundamental como la educaci¨®n, ser¨¢ necesario llegar a grandes acuerdos de Estado para abordar las reformas estructurales que necesita Espa?a despu¨¦s de casi 40 a?os de democracia: un nuevo modelo econ¨®mico, basado en el aumento de la productividad, en la innovaci¨®n y en el conocimiento; una justicia despolitizada, ¨¢gil y eficaz, donde los jueces sean elegidos por m¨¦rito y capacidad y no por afinidad pol¨ªtica; una democracia m¨¢s fuerte con un nuevo sistema electoral donde los votos de los espa?oles valgan igual, donde los partidos hagan primarias y sean transparentes, y para que podamos escoger en un sistema con doble urna tanto a nuestros partidos como a nuestros representantes en listas abiertas. Y finalmente, una reforma que modernice nuestra Administraci¨®n p¨²blica como ya han hecho los principales pa¨ªses de Europa en los ¨²ltimos a?os, eliminando duplicidades, cargos de confianza y burocracia, con el objetivo de mejorar nuestros servicios p¨²blicos.

No impulsaremos un verdadero cambio si los que queremos gobernar Espa?a no somos valientes y responsables para afrontar estas reformas tan necesarias como urgentes.

Los espa?oles somos afortunados porque, a pesar de todo, tenemos en nuestras manos y en nuestro voto la posibilidad de abrir una nueva etapa para Espa?a. Nos encontramos ante la oportunidad hist¨®rica de volver a poner por delante lo que nos une, y de dejar de preguntarnos qu¨¦ somos y empezar a trabajar por lo que queremos ser. No podemos desaprovecharla. Los ciudadanos nos merecemos volver a confiar en nuestras instituciones y volver a ilusionarnos con nuestro pa¨ªs. Hemos vivido momentos muy dif¨ªciles, pero siempre los hemos superado juntos. Tenemos un nuevo reto ante nosotros: volver a levantarnos y competir de nuevo con las mejores naciones del mundo. Porque nuestro proyecto no es solo ganar las elecciones, nuestro proyecto es cambiar Espa?a. Nuestro proyecto es Espa?a.

Albert Rivera es el cabeza de lista de Ciudadanos en las elecciones del 20-D.