Am¨¦rica Latina: desaf¨ªos y acci¨®n

Am¨¦rica Latina es la regi¨®n donde hay una mayor conciencia sobre el cambio clim¨¢tico, seg¨²n un estudio del Pew Center realizado en 40 pa¨ªses a nivel global. Un 74% de las personas encuestadas en esta regi¨®n consideran que es un problema muy serio (siendo el promedio a nivel global de 25%). A pesar de ser responsable del 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, es una de las regiones m¨¢s vulnerables a los efectos del cambio clim¨¢tico. El estudio indica que la principal preocupaci¨®n de los entrevistados es el impacto de las sequ¨ªas y las restricciones en el suministro del agua, seguido por otros fen¨®menos naturales, tales como inundaciones o tormentas.

El cambio clim¨¢tico tambi¨¦n amenaza los logros sociales, econ¨®micos y ambientales de la regi¨®n. La CEPAL ha calculado que para una subida de 2.5 cent¨ªgrados de temperatura, los costos para Am¨¦rica Latina y el Caribe pudieran ascender hasta al 5% del PIB regional. Los m¨¢s golpeados por estos impactos son las poblaciones m¨¢s vulnerables y m¨¢s pobres, ya que viven en zonas de mayor riesgo, sus medios de vida dependen de los ecosistemas que est¨¢n siendo degradados, y tienen menor capacidad econ¨®mica para amortiguar situaciones adversas.

El momento es clave. Un resultado positivo de la Conferencia de Par¨ªs acelerar¨¢ las oportunidades que presenta la lucha contra el cambio clim¨¢tico y ser¨¢ un importante pilar en la nueva agenda de desarrollo sostenible. La acci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico tiene el potencial de estimular el crecimiento econ¨®mico, aumentar la resiliencia y fomentar v¨ªas de desarrollo m¨¢s sostenibles. El Acuerdo de Par¨ªs vendr¨ªa acompa?ado de un apoyo ampliado en materia t¨¦cnica, financiera y de creaci¨®n de capacidades para apoyar a los pa¨ªses en su transici¨®n hacia un desarrollo con bajas emisiones y resiliente frente al clima.

Las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDCs por sus siglas en ingl¨¦s) son instrumentos fundamentales para impulsar la acci¨®n a nivel nacional y representan las prioridades propias de cada pa¨ªs. Diecisiete pa¨ªses de la regi¨®n han presentado sus INDCs, que establecen l¨ªmites a emisiones en t¨¦rminos absolutos, proponen una reducci¨®n de la tendencia de las emisiones, o definen metas para diferentes sectores, tales como el aumento de la energ¨ªa renovable y la eficiencia energ¨¦tica, o la reducci¨®n de la deforestaci¨®n y la degradaci¨®n de bosques.

Un desaf¨ªo cr¨ªtico es la financiaci¨®n de las acciones clim¨¢ticas identificadas. Estos compromisos, respaldados por fondos como el Fondo Verde para el Clima, ofrecen nuevas oportunidades para que los pa¨ªses adopten medidas significativas y con visi¨®n de futuro. Es evidente que la acci¨®n clim¨¢tica requiere de m¨²ltiples fuentes de financiaci¨®n, incluyendo financiaci¨®n externa, presupuestos p¨²blicos nacionales y del sector privado. Estas acciones deber¨¢n involucrar a toda la sociedad: sector p¨²blico, sector privado, sociedad civil y cooperaci¨®n internacional.

La acci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico tiene el potencial de estimular el crecimiento econ¨®mico, aumentar la resiliencia y fomentar v¨ªas de desarrollo m¨¢s sostenibles

Los pa¨ªses de la regi¨®n han dado pasos importantes para abordar sus desaf¨ªos tanto de mitigaci¨®n como de adaptaci¨®n, muestra de una clara voluntad pol¨ªtica: Varios han logrado resultados significativos en relaci¨®n a sus tasas hist¨®ricas de deforestaci¨®n, reduciendo su tasa de deforestaci¨®n (tales como Brasil, M¨¦xico, Colombia, o incluso incrementado sus superficies boscosas, como Chile y Costa Rica, seg¨²n datos de la FAO. Uruguay produce un 95% de su electricidad de fuentes renovables. M¨¦xico cuenta con una Estrategia Nacional de Cambio Clim¨¢tico, Costa Rica aspira en su INDC orientar su econom¨ªa hacia la carbono neutralidad para el a?o 2021. Son tan solo algunos ejemplos.

En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) llevamos m¨¢s de veinte a?os acompa?ando a los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe en la construcci¨®n de modelos de desarrollo bajos en carbono y m¨¢s resilientes, con una visi¨®n de transformar econom¨ªas y salvaguardar el desarrollo para los m¨¢s vulnerables. Hemos trabajado en conjunto con Espa?a en la formulaci¨®n e implementaci¨®n de planes y pol¨ªticas nacionales y sectoriales de cambio clim¨¢tico, especialmente en pa¨ªses de habla hispana. Hemos apoyado a 10 pa¨ªses en la preparaci¨®n de sus INDCs. Tenemos un portafolio de 171 millones de d¨®lares en 16 pa¨ªses para la conservaci¨®n y manejo de bosques en pos del desarrollo sostenible.

En Uruguay, junto con el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, FMAM, trabajamos con el Gobierno en remover barreras regulatorias, financieras y t¨¦cnicas en el mercado energ¨¦tico, lo cual result¨® en una fuerte expansi¨®n de la inversi¨®n privada en energ¨ªa limpia. Despu¨¦s de Paris, continuaremos apoyando para fortalecer capacidades nacionales, facilitar mecanismos de gobernanza, trasferencia tecnol¨®gica, catalizar financiaci¨®n clim¨¢tica y promocionar la participaci¨®n.

Esta semana es decisiva para la adopci¨®n de un Acuerdo en Paris. Las partes tienen ante s¨ª un borrador de documento preacordado, pero al que todav¨ªa le quedan muchos aspectos inconclusos. El mundo espera un resultado ambicioso y visionario. Pero no debemos olvidar que la Conferencia de las Partes de Par¨ªs es apenas un paso en el trayecto hacia una sociedad global con modelos productivos y de consumo m¨¢s sostenibles. Los gobiernos y sociedades de Am¨¦rica Latina est¨¢n mostrando que es posible tomar acci¨®n decidida en este camino.

Matilde Mordt es Coordinadora del Equipo Regional de Desarrollo Sostenible y Resiliencia del PNUD en Am¨¦rica Latina y el Caribe.