La poes¨ªa del c¨®mic
¡®Oto?o¡¯ de Jon McNaught es retrata un d¨ªa cualquiera en un lugar cualquiera. En este libro, lo que verdaderamente importan son los detalles
¡°Hay unos cuantos historietistas m¨¢s j¨®venes con los que siento un aut¨¦ntico parentesco est¨¦tico, pero Oto?o, de Jon McNaught, es un libro radiante, el m¨¢s hermoso de los argumentos a favor de la belleza de estar vivo. Es una joya¡±. El celebrado Chris Ware, autor de Jimmy Corrigan: el chico m¨¢s listo del mundo y Fabricar historias, es hombre de pocas palabras. Y cuando expresa su entusiasmo por un colega, conviene tomar nota.
Nada m¨¢s abrir el c¨®mic, publicado por Impedimenta, se anuncia al lector que le esperan ¡°dos historias oto?ales¡±. Tan sencillo como eso. McNaught retrata un d¨ªa cualquiera ¨Cun nublado martes de octubre en una ficticia localidad inglesa¨C de un trabajador de una residencia de ancianos y de un chaval aficionado a los videojuegos que reparte peri¨®dicos despu¨¦s del colegio. Si solo atendi¨¦semos a la trama, este podr¨ªa ser el resumen de Oto?o, ¨¢lbum con el que el brit¨¢nico se llev¨® el Premio Revelaci¨®n en el Festival de C¨®mic de Angulema en 2013. Pero en este libro lo que verdaderamente importan son los detalles.
McNaught, de 30 a?os, suele comparar los c¨®mics ¨Cal menos los que le interesan¨C con la poes¨ªa. En ambos g¨¦neros, cree, es vital cuidar la simetr¨ªa, la repetici¨®n, el ritmo visual. A los asiduos a Chris Ware les resultar¨¢ familiar la forma de sus historias: muchas vi?etas, poco di¨¢logo, una narraci¨®n minimalista y evocadora. Quiz¨¢ tambi¨¦n el fondo: en este c¨®mic, el objetivo de McNaught ha sido capturar la vida contempor¨¢nea en una peque?a ciudad. Ante Oto?o, el lector tan solo tiene que reservarse un momento de tranquilidad para disfrutar de todos esos peque?os detalles mundanos en los que, una vez cerrado el libro, no volver¨¢ a reparar.
elpaissemanal@elpais.es
Notas a pie de calle
Cuando sale a la calle, Jon McNaught anota en su tel¨¦fono m¨®vil todo aquello que le llama la atenci¨®n: vallas publicitarias, ¨¢rboles, jardines¡ Todo acaba luego incorporado en libros como Pebble Island, Birchfield Close y Oto?o, el ¨²nico que, de momento, cuenta con traducci¨®n al castellano (a cargo de Bel¨¦n Ar¨¦valo).
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