Sudaderas con 30 a?os de garant¨ªa versus ¡®low cost¡¯
El brit¨¢nico Tom Cridland lucha contra la moda desechable
Prendas que no aguantan ni un lavado, que pierden forma enseguida o que apenas duran una temporada. Sucede tan a menudo que nos hemos acostumbrado a que nuestro armario sea de usar y tirar. Tom Cridland, en cambio, no se resigna. Este empresario brit¨¢nico lucha contra la moda desechable con sus sudaderas y jura que esta prenda unisex de algod¨®n org¨¢nico y poli¨¦ster est¨¢ tan bien hecha que durar¨¢ por lo menos 30 a?os.
?l mismo apunta cada fecha de adquisici¨®n en un registro y asegura el cambio o la reparaci¨®n si las prendas encogen o se estropean. Los modelos lisos de dise?o b¨¢sico, a la venta por 75 euros, se confeccionan de forma artesanal en una empresa familiar de Portugal con medio siglo de experiencia. El empresario prefiere no revelar el nombre de los fabricantes como si se tratase del m¨¢s alto secreto: ¡°Me ense?aron sudaderas que hab¨ªan hecho en la d¨¦cada de los setenta y segu¨ªan en muy buen estado. Me convencieron¡±, explica. A trav¨¦s de la plataforma de crowdfunding Kickstarter, Cridland recaud¨® 7.000 euros en 41 d¨ªas. El dise?ador ha reinvertido los beneficios en la producci¨®n de m¨¢s sudaderas.
Este londinense de 25 a?os hizo su primera camiseta a los 18, cuando se junt¨® con un amigo para recaudar fondos destinados a M¨¦dicos Sin Fronteras y recaudaron unos 4.000 euros. Tras licenciarse por la Universidad de Bristol en Filolog¨ªa Francesa y Portuguesa, mont¨® una firma hom¨®nima de ropa, conocida por sus pantalones chinos de varios colores. La novia de Cridland, empleada del sello Universal Music, le proporcion¨® valiosos contactos y, gracias a su desparpajo y dotes de autopromoci¨®n, la marca empez¨® a sonar entre los famosos. Leonardo DiCaprio, Hugh Grant, Stephen Fry, Daniel Craig, Ben Stiller, Brandon Flowers o Robbie Williams son algunos de sus clientes. Seg¨²n el empresario, Rod Stewart es especialmente fan de los chinos de color rosa, el modelo llamado Pink Panther.
Cridland afirma que utiliza la sudadera treinta?era para abordar los males end¨¦micos de la industria de la moda y promover pr¨¢cticas sostenibles y el ahorro de recursos. ¡°La obsolescencia planeada en moda es relativamente nueva. Se generaliz¨® cuando las cadenas low cost empezaron a confeccionar prendas baratas que se estropeaban sistem¨¢ticamente para asegurarse que los consumidores compraran repetidamente, y sin invertir en personal, innovaci¨®n o Investigaci¨®n y Desarrollo¡±, argumenta. ¡°Nos venden un falso chollo, ya que al final compramos un art¨ªculo nuevo cada a?o¡±. El brit¨¢nico no solo culpa a las marcas baratas, tambi¨¦n echa en falta m¨¢s transparencia en el sector del lujo. ¡°Hay firmas brit¨¢nicas que producen en Asia y no lo reflejan en las etiquetas. Ser¨ªa beneficioso para todos si marcas como Burberry abrieran las puertas de su taller en China, est¨¢ claro que all¨ª se hace un buen trabajo¡±, remata el emprendedor, que dice vestirse con ropa de calidad que hereda de su padre o encuentra en tiendas de segunda mano.
El empresario est¨¢ preparando tambi¨¦n una l¨ªnea de ropa para mujeres, que ver¨¢ la luz en 2017.
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