Abre la primera cl¨ªnica para curar la resaca en media hora
Doctor, doctor, me duele la noche anterior...
Suena el despertador, o m¨¢s bien truena. Malditos martillazos que recuerdan que hoy tocaba madrugar y que ayer no te recordaba nadie. El est¨®mago quiere comunicarse contigo, anoche debiste comerte la guarrindongada de cuatro kilos de buey con patatas fritas que viste en el ¨²ltimo Cr¨®nicas Carn¨ªvoras. Si, saliste. La cabeza la sientes atravesada por la Tizona de los varios pares de copazos que tomaste la noche anterior mientras los ojos se te pegan como liendres que no han comido en meses y divisan todo a c¨¢mara lenta. Tienes resaca; es evidente.
La resaca es un fen¨®meno m¨¢s antiguo que tirar piedras al agua y a pesar de que siempre se alzan voces exorcistas cargadas de moralismos contra el consumo de alcohol, lo cierto es que al final casi todo el mundo se ha excedido en alguna ocasi¨®n con alguna espirituosa. Y lo malo ya no es el haber bebido, sino buscar el remedio al d¨ªa siguiente, un elixir que te salve de la autodecapitaci¨®n y te devuelva a la normalidad. Se acabaron los remedios de la abuela y los ataques de nervios frente al ordenador, en Australia han encontrado la soluci¨®n absoluta: una cl¨ªnica para tratar la resaca.
I gotta hangover
Surry Hills, Sidney, 10 de diciembre de 2015, abre el centro Hangover Clinic, el primer centro cl¨ªnico especializado en el tratamiento de los excesos con el alcohol. Se acabaron los d¨ªas de sof¨¢, de silenciar el m¨®vil, del zumo de tomate y de las ingestas mastod¨®nticas de comida basura. Lo que ahora se quiere promover es un tratamiento m¨¦dico para en media hora estar como la gitana que se pone encima de la tele. En su web? se proponen tres tipos de remedios seg¨²n el presupuesto que uno tenga (o quede de la noche anterior) y siempre dependiendo de la necesidad imperiosa de que el mal cuerpo no convierta al paciente en un asesino en serie en potencia. JumpStart, para los que necesitan un peque?o golpe de energ¨ªa y estar listos en media hora, Energise si lo que se precisa es un electroshock vitam¨ªnico para caballos y Resurrection para los que han quedado como harapos de limpiar buj¨ªas y el vibrar del m¨®vil lo elevan a la en¨¦sima potencia en la escala de Richter.
No hay mucho misterio en los tratamientos. Realmente lo que suministran a sus pacientes es una gran cantidad de sueros, vitaminas y analg¨¦sicos por v¨ªa intravenosa para que el cuerpo deje de sentir y se recupere mucho antes. Los resacosos pueden pedir cita a trav¨¦s de internet y si la experiencia es positiva, incluso pueden conseguir descuentos para colegas o regalarles tratamientos.
La pol¨¦mica est¨¢ servida
No es de extra?ar que ante semejante bombazo en el entorno de la salud p¨²blica, se hayan levantado en guerra contra los promotores de semejante proyecto. Los medios de comunicaci¨®n de medio mundo han puesto el grito en el cielo sembrando una ciza?a espectacular; una ocasi¨®n perfectamente aprovechada por los detractores del alcohol para demonizar a los pecadores que caemos en las fauces del cancerbero alcohol. Desde la cl¨ªnica, obviamente, han intentado defenderse con el argumento de que en ese lugar ¡°no se promueve el consumo de alcohol¡±, y que las terapias empleadas est¨¢n perfectamente regladas y se emplean como un bien social.
Sinceramente creo que a todo el mundo se le ha ido la olla una vez m¨¢s. Atacamos a las cl¨ªnicas que intentan curar del tabaquismo pero no las demonizamos, y el tabaco mata. Atacamos a las cl¨ªnicas abortistas porque nos creemos con potestad para determinar qui¨¦n tiene el derecho y quien no a decidir. Atacamos a las cl¨ªnicas de cirug¨ªa pl¨¢stica porque tenemos que asumir lo que la naturaleza nos ha dado, independientemente de nuestra voluntad. Atacamos a la industria del porno porque algunos hasta piensan que induce a la prostituci¨®n y no a dar de comer a familias. Atacamos a las cl¨ªnicas especializadas en enfermedades de transmisi¨®n sexual porque ¡°a saber qu¨¦ hacen algunos indecentes por ah¨ª¡±. Atacamos a la industria de la moda porque ofrece un escaparate de mujeres demasiado delgadas cuando son muy delgadas o demasiado gordas cuando son tallas grandes. Atacamos constantemente porque pensamos que nuestra moralidad est¨¢ por encima de la libertad de cada uno. Total, s¨®lo es un derecho fundamental, una bober¨ªa.
Y no han inventado nada nuevo; hace tiempo que en Las Vegas, Atlanta, Nueva Orleans o Chicago funcionan con otras similares, ?por qu¨¦ ahora tanto esc¨¢ndalo? Quiz¨¢s el mismo camino podr¨ªamos seguir en Espa?a, y de paso inventarnos una cl¨ªnica contra el consumo de la prostituci¨®n o especializada en curar al maltratador. En lo que no puedo estar m¨¢s de acuerdo, es en el consumo responsable, en la voluntad de cada uno y en la libertad que tenemos para hacer lo que nos salga de las narices. Que s¨ª, que el que se exceda que pague las consecuencias, aunque el tratamiento cueste 100 euros. Y si en vez de una camilla te tienen que llevar en la bolsa de un canguro, tampoco importa. T¨² decides.
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