Sexo con (y entre) embarazadas: el ¨²ltimo tab¨²
No solo existe, sino que a veces es irreprimible, aunque apenas se hable de ello
Una vez escrib¨ª un libro sobre mi embarazo. En ¨¦l contaba lo mucho que me calentaba en esos d¨ªas ver a otras embarazadas e imaginar c¨®mo ser¨ªa follar con ellas, que pens¨¢ndolo bien era igual a decir que ten¨ªa ganas de follar conmigo misma. En una improvisada y caprichosa tipolog¨ªa de la pre?ada ¨Cese lado B que muchos prefieren no mirar porque tienen todav¨ªa a la Virgen Mar¨ªa en mente¨C deber¨ªa estar en primer lugar la embarazada onanista. Las chicas de barriga llena no s¨¦ si tienen el coraz¨®n contento pero muchas s¨ª el co?o hipersensible. Tus hinchadas tetas parecen las de otra persona y solo de mirarlas ya te pones cachonda. Las altas temperaturas de tu carne. El beb¨¦ empujando hacia abajo. El cl¨ªtoris endurecido. La vagina dilatada y todo lo dem¨¢s abri¨¦ndose a la vida. Durante mi agridulce espera ¨Cesa larga masturbaci¨®n¨C tambi¨¦n vi cierto porno de pre?adas y hasta mantuve una charla por chat algo t¨®rrida con una que ten¨ªa la barriga casi tan grande como la m¨ªa, pero no fue a m¨¢s. No sab¨ªa en aquel momento lo que me deparaba el destino. Hace casi nueve meses que vengo cumpliendo con esa a?eja fantas¨ªa sexual, err¨®neamente atribuida solo a alguna clase de hombres ¨Cedipos, amantes de las mujeres grandes, los ubicuos ¡°me gusta saber que alguien la ha penetrado antes que yo¡±, etc.¨C, de hacer el amor con una embarazada. Y por eso, y solo porque no se habla casi de ello y hay que seguir visibilizando, pondr¨ªa entre los tipos de embarazada a la embarazada lesbiana. En contraste con la vasta informaci¨®n sobre el sexo (heterosexual) durante el embarazo, no existe kamasutra, ni gu¨ªa sobre la sexualidad de dos mujeres cuando una de ellas est¨¢ embarazada o las dos y ni busquen en google porque solo hay pornograf¨ªa (¡°lesbiana embarazada se folla a su mejor amiga¡±).
Leyendo el buen libro de entrevistas Maternidades Subversivas de Mar¨ªa Llopis encontr¨¦ una conversaci¨®n con la artista y directora de cine porno Madison Young en la que habla de su pel¨ªcula Pregnant with desire, que rod¨® al enterarse de que sus amigas de la escena porno berlinesa esperaban un beb¨¦ y que pod¨ªa ser una gran oportunidad para contar el sexo durante la gravidez fuera de lo heteronormativo. Fui corriendo a verlo y pese a lo cutre de su factura, es un interesante documento de c¨®mo se vive el tercer tipo de embarazada de nuestra lista, la pre?ada queer, altporn o postporno. All¨ª por fin pude ver follando a embarazadas con otras mujeres, lesbianas o trans, con naturalidad o dildos, masturb¨¢ndose de lo lindo por puro deseo o teniendo sexo hetero durante el postparto con chorros de leche saliendo de sus pezones. Y lo m¨¢s interesante es que antes de cada polvo, las chicas ¨Cactrices porno en su mayor¨ªa¨C, hablan sobre sus cuerpos y deseos y de ese ardor pre-parto irreprimible: ¡°Me siento insaciable como una quincea?era¡±; ¡°me siento como una foca pero m¨¢s segura de mi poder¨ªo sexual¡±; ¡°pienso todo el d¨ªa en sexo, hasta cuando est¨¢ mi madre¡±.
"No existe kamasutra, ni gu¨ªa sobre la sexualidad de dos mujeres cuando una de ellas est¨¢ embarazada"
Una cosa es estar pre?ada y otra muy distinta es follarse a una o que ella te folle a ti. Su voracidad er¨®tica es tal que es dif¨ªcil de encajar que, seg¨²n encuestas varias, haya tantos t¨ªos de esa otra clase, que dejen de tener sexo con sus parejas embarazadas con excusas que van desde el miedo a aplastar al feto hasta ¡°est¨¢s demasiado gordi¡±. Y he aqu¨ª que por necesidad o mero esparcimiento la embarazada va en busca de m¨¢s sexo fuera de sus confines y as¨ª tenemos el ¨²ltimo ejemplar de nuestra incompleta tipolog¨ªa: que pase la embarazada ad¨²ltera. Una vez una t¨ªa me cont¨® que, con la libido que le crec¨ªa como una parra. Se separ¨® de su marido cuando este descubri¨® que embarazada de ¨¦l se hab¨ªa enrollado con unos cuantos y, sobre todo, por no poder sacarse de la cabeza la imagen ¨Crepugnante, dijo¨C de otros t¨ªos foll¨¢ndose a su mujer y con ella, a su beb¨¦. La embarazada como una terrorista de la instituci¨®n familiar.
Me quedan pocos d¨ªas para dejar de hacerle el amor a una embarazada y qui¨¦n sabe, quiz¨¢ en todo este tiempo se me haya desarrollado una filia, el vicio persista y m¨¢s adelante me vean apostada en las puertas de las matronas. Mientras tanto, hacemos el amor cada d¨ªa y como ella sigue siendo m¨¢s ¨¢gil que yo a las 38 semanas de gestaci¨®n me la paso pipa. ?ltimamente, ante la proximidad del parto, he empezado a entender aquello de que la maternidad es una experiencia ¡°transpersonal¡±. Hace una semana, en pleno sexo oral, me imagin¨¦ rindiendo culto a una deidad hind¨². Juro que la vi ba?ada en pan de oro. Ayer mientras me corr¨ªa con ella sobre m¨ª en posici¨®n de parto cavern¨ªcola tuve una visi¨®n de lo m¨¢s lis¨¦rgica: imagin¨¦ que me estaba pariendo, que yo brotaba por primera vez de su vagina como una beb¨¦ ba?ada de l¨ªquido amni¨®tico. El sexo, a diferencia de la fertilidad, es infinito.
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