Los radares que velan por Pap¨¢ Noel

Que el tel¨¦fono rojo empezara a sonar no auguraba nada bueno. Corr¨ªa diciembre de 1955, en plena Guerra Fr¨ªa, y una llamada al receptor situado en la sala de operaciones del Comando de Defensa A¨¦rea Continental o CONAD, que desde el Estado de Colorado vigilaba que el enemigo sovi¨¦tico no lanzara un ataque con misiles contra Norteam¨¦rica, solo pod¨ªa significar malas noticias. Comprensible, pues, que el tono de voz del coronel Harry Shoup al responder fuera tenso. Cu¨¢l fue su sorpresa cuando, en vez de escuchar la confirmaci¨®n de un ataque inminente, una vocecilla le pregunt¨®, t¨ªmidamente: ¡°?Es usted de verdad Pap¨¢ Noel?¡±.

¡°Mir¨¦ a mi personal pensando que alguien me estaba gastando una broma, y pens¨¦ que no era divertido. Dije: ¡®?puede repetir eso, por favor?¡±, relat¨® Shoup en 2007, dos a?os antes de su muerte, al diario The Independent. Sin saberlo a¨²n, ese momento iniciar¨ªa una tradici¨®n que ahora cumple 60 a?os. La voz, intimidada, volvi¨® a preguntar si era Pap¨¢ Noel. ¡°Entonces me di cuenta de que ten¨ªa que haberse producido alg¨²n error con el tel¨¦fono¡±.

As¨ª era. La versi¨®n m¨¢s extendida ¡ªy que avalan los militares¡ª es que unos grandes almacenes hab¨ªan publicado un anuncio en el peri¨®dico de Colorado Springs, The Gazette, con un n¨²mero de tel¨¦fono al que animaban a los ni?os a que llamaran para ¡°hablar personalmente¡± con Pap¨¢ Noel. Salvo que, por una errata, el n¨²mero no era el de la tienda, sino el que conectaba a la ultrasecreta l¨ªnea militar usada solo en caso de un ataque sovi¨¦tico.

Shoup, padre de cuatro ni?os, se lo tom¨® con humor y, r¨¢pidamente, reaccion¨® pregunt¨¢ndole al peque?o si se hab¨ªa portado bien ese a?o. Menos mal, porque seg¨²n el recuento oficial de NORAD, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial que sucedi¨® al CONAD de Shoup, poco tiempo despu¨¦s los tel¨¦fonos de la sala de operaciones se vieron inundados de llamadas de m¨¢s ni?os pidiendo saber d¨®nde estaba Pap¨¢ Noel y los militares respond¨ªan relat¨¢ndoles d¨®nde lo ve¨ªan, seg¨²n sus radares.

Hay quienes dudan de esa versi¨®n. Afirman que entre la primera llamada ¡ªque se habr¨ªa producido cuando un ni?o se equivoc¨® y marc¨® mal dos de los d¨ªgitos del tel¨¦fono anunciado¡ª y la avalancha de peque?os pidiendo informaci¨®n sobre Pap¨¢ Noel pasaron varios d¨ªas o hasta semanas. En ese tiempo, los militares se habr¨ªan dado cuenta del potencial publicitario que supon¨ªa informar sobre los avances del hombre m¨¢s esperado cada 24 de diciembre por millones de ni?os de todo el mundo.

Qu¨¦ es verdad y qu¨¦ ficci¨®n en torno a Pap¨¢ Noel importa poco. El caso es que ese 23 de diciembre de 1955, la agencia Associated Press public¨® un cable desde la sede del centro de radares en Colorado Springs informando de que ¡°el Comando de Defensa A¨¦rea Continental garantiz¨® una entrada segura a Estados Unidos a Pap¨¢ Noel, que comenz¨® su viaje desde el Polo Norte a primera hora de la ma?ana¡±.

¡°El CONAD, el Ej¨¦rcito, la Armada y las Fuerzas A¨¦reas¡±, prosegu¨ªa la noticia, ¡°continuar¨¢n rastreando y protegiendo a Pap¨¢ Noel y su trineo durante su viaje hacia y desde Estados Unidos de cualquier ataque perpetrado por aquellos que no creen en la Navidad¡±. Desde entonces y hasta hoy, durante 60 a?os ininterrumpidos, los radares y sistemas de detecci¨®n del NORAD se ponen en estas fechas al servicio de Pap¨¢ Noel. Smartphones, ordenadores y tabletas han sustituido a los tel¨¦fonos anal¨®gicos de anta?o. Y aunque el NORAD sigue contestando llamadas, no usa ya solo los viejos sistemas, sino que, por un d¨ªa al a?o, despliega su ¡°tecnolog¨ªa punta para proporcionar informaci¨®n en tiempo real sobre el viaje de Santa (Pap¨¢ Noel) alrededor del mundo¡±.

El sistema de rastreo comprende una p¨¢gina web http://www.noradsanta.org/ y una cuenta de Twitter https://twitter.com/noradsanta seguida por miles de personas, entre ellas el presidente Barack Obama. Al fin y al cabo, suele pasar las vacaciones en las lejanas islas de Haw¨¢i y, como todos, quiere asegurarse de que Pap¨¢ Noel llega puntual a su hogar.