La estrella zapatista
En enero de 1994, el subcomandante Marcos lider¨® el levantamiento en Chiapas (M¨¦xico), donde los pueblos indios estaban fuera de la agenda pol¨ªtica. El movimiento ha transitado hacia el hero¨ªsmo de la vida diaria
El silencio de los indios / fue precisando esculturas¡±, con estos versos Carlos Pellicer resume el trato de M¨¦xico con los pueblos originarios. No se habla de ellos en tiempo presente; su gloria se repliega a una etapa anterior, la edad sin horas de la leyenda. Los museos y las pir¨¢mides celebran su esplendor pret¨¦rito y las ciudades se adornan con estatuas, pero los indios de bronce no aluden a los actuales: los borran.
El 1 de enero de 1994, los zapatistas se levantaron en un pa¨ªs donde los pueblos indios estaban fuera de la agenda pol¨ªtica. El libro m¨¢s conocido sobre la cultura prehisp¨¢nica es La visi¨®n de los vencidos. Ah¨ª, Miguel Le¨®n Portilla traduce con elocuencia un canto que refiere la ca¨ªda de Tenochtitlan: ¡°Y todo esto pas¨® con nosotros. / Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos: / Con esta lamentosa y triste suerte nos vimos angustiados¡±.
En M¨¦xico se hablan m¨¢s de sesenta lenguas ind¨ªgenas. Ninguna de ellas tiene car¨¢cter oficial. Los descendientes de Moctezuma recorren las calles de las grandes ciudades ofreciendo chicles y quincalla hecha en China, sin m¨¢s se?as de identidad que la miseria. Su ¡°lamentosa y triste suerte¡± no ha cambiado.
En la noche del 31 de diciembre de 1993, nos dormimos para so?ar con el progreso (al d¨ªa siguiente entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canad¨¢), pero amanecimos ante otra realidad: los zapatistas se levantaron en Chiapas y el tema ind¨ªgena se adquiri¨® sorpresiva actualidad.
Otros art¨ªculos del autor
El subcomandante Marcos renov¨® el lenguaje pol¨ªtico con sentido del humor, par¨¢bolas de la Biblia, leyendas mayas, realismo m¨¢gico y aforismos de la contracultura. Algunos dudaron de la legitimidad de un intelectual de clase media como vocero de los indios. Otros decidieron tomar en serio su propuesta de cambiar el pa¨ªs desde abajo, con los m¨¢s d¨¦biles. Enemigo de la lucha armada y la izquierda dogm¨¢tica, Octavio Paz juzg¨® que el triunfo de Marcos era un triunfo del lenguaje.
Despu¨¦s de 12 d¨ªas de combate, el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari orden¨® un cese al fuego y el Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) dio un giro sorprendente: la guerrilla con apariencia guevarista se transform¨® en el movimiento pol¨ªtico que prosigue hasta la fecha. Su meta no es obtener el poder, sino mejorar las condiciones de vida de las comunidades ind¨ªgenas; si esto se consigue, volver¨¢n a la noche de los tiempos: ¡°Ay¨²dennos a no ser posibles¡±, han dicho quienes cubrieron su rostro para tener rostro.
En opini¨®n del poeta y ensayista Gabriel Zaid, se trata de la primera ¡°guerrilla posmoderna¡±, cuya funci¨®n no consiste en actuar militarmente, sino en representarse a s¨ª misma como insurrecci¨®n.
Un rito de paso del zapatismo fue el di¨¢logo con el Gobierno. Para empezar, hab¨ªa que definir el escenario. Varias sedes fueron rechazadas hasta que los rebeldes propusieron la cancha de baloncesto en San Andr¨¦s Larr¨¢inzar. Un sitio pobre, donde las canastas no ten¨ªan redes. Sin embargo, ese espacio estaba imantado por el mito: era una nueva versi¨®n del juego de pelota, el patio del mundo donde los mayas asist¨ªan a la pugna entra la noche y el d¨ªa, la vida y la muerte. Un escenario del Popol-Vuh cobraba ins¨®lita vigencia.
La meta del EZLN no era obtener el poder sino mejorar la vida de las comunidades ind¨ªgenas
El 16 de febrero de 1996, los acuerdos de San Andr¨¦s fueron firmados. Sin embargo, el compromiso de modificar la Constituci¨®n para otorgar derechos a los pueblos indios se someti¨® a otra tradici¨®n mexicana: el olvido. Para entrar en vigor, los acuerdos deb¨ªan convertirse en ley en el Congreso y eso nunca ocurri¨®. Los acuerdos han sido v¨ªctimas de una clase pol¨ªtica convencida de que, si la soluci¨®n se pospone, el problema se resuelve a s¨ª mismo.
Durante su campa?a a la presidencia, en el can¨®nico a?o 2000, Vicente Fox prometi¨® solucionar el tema de Chiapas en quince minutos. El carism¨¢tico vaquero acab¨® con 71 a?os de Gobierno del PRI, pero se desentendi¨® de sus promesas. Para avivar su memoria, los zapatistas viajaron a la Ciudad de M¨¦xico en marzo de 2001. Recibieron muestras de apoyo en todo el pa¨ªs. En el Congreso, la comandante Ramona pidi¨® que la casa de la palabra acogiera la voz de los indios. A pesar del clima favorable, la ley de autonom¨ªas pas¨® a engrosar las asignaturas pendientes de un pa¨ªs bipolar, donde la violencia y la impunidad coexisten con la solidaridad y la esperanza.
?Qu¨¦ se puede decir en el aniversario del movimiento? La ausencia de actos espectaculares sugerir¨ªa que su lucha ha remitido. Una visita a la zona zapatista arroja otra conclusi¨®n. En los municipios controlados por el EZLN se han establecido Juntas de Buen Gobierno donde se ejerce una democracia directa, las autoridades no cobra y ¡°mandan obedeciendo¡±. Ah¨ª la palabra ¡°yo¡± se pronuncia menos que ¡°nosotros¡±. El Hospital de la Mujer y la Escuelita Zapatista son muestras de una asombrosa mejor¨ªa en salud y educaci¨®n, conseguida en situaciones muy adversas. El levantamiento transit¨® hacia una forma m¨¢s sosegada y resistente de la ¨¦pica: el hero¨ªsmo de la vida diaria.
De acuerdo con el informe sobre desigualdad elaborado por Gerardo Esquivel para Oxfam-M¨¦xico, habitamos un pa¨ªs donde el 1% de la poblaci¨®n detenta el 21% de la riqueza, y el 10%, el 64%. Esta brecha va en aumento: a nivel mundial, la cantidad de millonarios decreci¨® el 0,3% de 2007 a 2012. En ese mismo lapso, en M¨¦xico aument¨® en 32%.
Vicente Fox prometi¨® solucionar el tema de Chiapas en 15 minutos, pero se desentendi¨® de sus promesas
A quince a?os de la alternancia democr¨¢tica, los partidos no entienden la pol¨ªtica como la arena donde los conflictos deben ser resueltos, sino como el negocio donde deben ser preservados. Cada a?o, se asignan a s¨ª mismos m¨¢s de 300 millones de d¨®lares.
Lejos de la atenci¨®n medi¨¢tica, en sus cinco comunidades o ¡°caracoles¡±, los zapatistas reinventan los d¨ªas. Su capacidad de reflexi¨®n no es menos activa: en mayo de 2015 convocaron al seminario internacional El pensamiento cr¨ªtico frente a la hidra del capitalismo.
A prop¨®sito de la utop¨ªa, Marcos refiere una ense?anza del Viejo Antonio: Una estrella mide lo que est¨¢ lejos; una mano ¡ªforma humana de la estrella¡ª mide lo que est¨¢ cerca para llegar lejos.
Paradoja zapatista: la meta inalcanzable est¨¢ a la mano.
Juan Villoro es escritor.
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