Diez razones por las que no echaremos de menos Downton Abbey
Se emite el ¨²ltimo episodio de una magn¨ªfica serie que ten¨ªa que haberse despedido antes
La sexta temporada de Downton Abbey ha sido un fraude. Para qu¨¦ andarnos con rodeos. Algo que los fans no nos quer¨ªamos pasar a creer, pero que se ven¨ªa barruntando desde hac¨ªa tiempo. ?No era un drama hist¨®rico? Vale que la serie brit¨¢nica es un follet¨ªn en toda regla, pero siempre ha pretendido mostrar el mundo tal y como era. Una serie que comienza mencionando el hundimiento del Titanic o que ha hablado de la guerra y de los derechos de las mujeres, no ha sabido compensar el drama con el dato hist¨®rico y ha acabado centr¨¢ndose m¨¢s en el personaje que en lo que ocurr¨ªa a su alrededor. Fue f¨¢cil enamorarse de los Crawley, esa familia de ricos con m¨¢s defectos que todos nosotros juntos, y de sus privilegiados sirvientes, siempre atentos, confidentes, esperando a que sonara la campanilla para participar del culebr¨®n. El problema es que todos estos adorables personajes han acabado resultando irritantes por culpa de unas tramas absurdas. ?stas son las razones por las que NO echaremos de menos Downton Abbey (ojo que contiene spoilers de lo emitido hasta este ¨²ltimo cap¨ªtulo).
La hija de Edith
Toda la trama en torno a la peque?a Marigold ha resultado rocambolesca, un secreto de familia que sab¨ªan unos (Mary no, pero s¨ª los sirvientes) y que sirve finalmente para enfrentar a las hermanas y tambi¨¦n para que Edith, a la que parece que ha mirado un tuerto, sea ¡°rechazada¡± por su ¨²ltimo pretendiente. Guionistas, el ¡°secuestro¡± de Marigold m¨¢s que crear suspense nos llev¨® a la carcajada.
La violaci¨®n de Anna
A Joanne Froggatt le han llovido los premios y los aplausos por sufrir en esta serie lo que no est¨¢ escrito. ?Por qu¨¦ la buena de Anna, que no se met¨ªa con nadie, sufr¨ªa una agresi¨®n sexual que ni en Juego de tronos? Lo que parec¨ªa ser la mecha para hablar a nivel social de una situaci¨®n pol¨¦mica se queda como parte de la trama de pareja de Anna con Bates. Guionistas, os hab¨¦is cebado con algunos personajes, pero Anna se lleva la palma.
Bates, el vago
?Alguien sabe qu¨¦ hac¨ªa exactamente Bates en la ¨²ltima temporada? La trama se centr¨® en su lado oscuro (el caso de asesinato) y en c¨®mo no se enteraba de nada con relaci¨®n al embarazo de Anna. ?l miraba, asent¨ªa, sonre¨ªa y abrazaba. Esto propici¨® que odi¨¢semos un poquito m¨¢s a este pap¨¢ oso, cada vez m¨¢s sombr¨ªo (y rid¨ªculo). Guionistas, ?qu¨¦ ha aportado este personaje en los ¨²ltimos episodios? Nada.
Los amor¨ªos de Mary
Ni que fuera Paris Hilton. Los pretendientes amorosos de la caprichosa Mary nos han confundido tanto que ya nos daba igual lo que pasara con la hija mayor de los Crawley. ?Por qu¨¦ no centrar todo el intr¨ªngulis en Henry Talbot y profundizar en el miedo de Mary por perderle? Guionistas, la tensi¨®n esc¨¦nica del accidente de coche nos record¨® a la ya m¨ªtica escena de la muerte de Matthew. Y, no, no era necesario.
Tom, sujetavelas
Por sorpresa regresa a casa por Navidad el ex ch¨®fer reformista y padre soltero con hija bajo el brazo. ?Cu¨¢l ser¨ªa la novedosa trama de Tom, el que fuera amante esposo de Sybil, hija menor de los Crawley? Pues nada menos que acompa?ar en su periplo amoroso a Mary. Qu¨¦ l¨¢stima desaprovechar a Tom de esta manera, y que apareciera s¨®lo fugazmente Sarah O¡¯Brien, aquella criada que tambi¨¦n ascend¨ªa como ¨¦l al casarse.
Daisy, la bocazas
Aplausos para la ayudante de cocina que quiere superarse a s¨ª misma. Hasta aqu¨ª todo bien, pero, ?c¨®mo es posible que esta mosquita muerta, tan na¨ªf en todo, tan introvertida, se enfrente a Lady Cora? Guionistas, es cierto que la se?ora Patmore estaba liada con el alquiler de su casa, pero toda esta trama no se la cree nadie. Ni la propia Daisy.
Thomas, qu¨¦ te han hecho
El punto m¨¢s doloroso. Uno de los mejores villanos televisivos degradado y humillado sin compasi¨®n. Cuando la se?ora O¡¯Brien despareci¨® tras la tercera temporada, pensamos que Thomas la iba a liar parda. Todo lo contrario. Ya no ha sido un grano en el culo, sino una sombra de lo que fue. Guionistas, os cargasteis al personaje m¨¢s maquiav¨¦lico y manipulador. No hay derecho.
Carson, inaguantable
Parece ser que en Downton Abbey las buenas personas lo llevan claro. Cuando la se?ora Hughes se nos cas¨® con Carson a todos nos pareci¨® de lo m¨¢s entra?able: ella se merec¨ªa ser feliz. Sin embargo, Carson ha resultado ser lo m¨¢s mezquino de la temporada. Guionistas, no es normal que Carson trate peor a su reciente esposa, y compa?era fiel durante largos a?os, que al resto de sirvientes.
Robert, un cero a la izquierda
El patriarca, siempre rodeado de mujeres, ha acabado siendo un mo?as. Que si una esposa que maneja los hilos desde el silencio, que si tres hijas que hacen lo que les sale del higo, que si una madre que r¨ªete t¨² de la de Tony Soprano¡ Este se?or es ninguneado en su propia casa, casi incluyendo a los propios criados que se le rebelan incluso. Guionistas, gracias por regalarnos la peor escena de la serie, ¨¦sa en la que Robert parece la ni?a de El exorcista y vomita litros de sangre durante la cena. Bravo.
El enfrentamiento Violet ¨C Isobel
La condesa de Grantham ha sido de lo mejor lo superior. Sin embargo, su mala baba ha resultado trivial en ese combate dial¨¦ctico con Isobel, otro de los grandes personajes de la serie. Que si se odian, que si se quieren. Guionistas, Isobel no ha estado a la altura de la n¨¦mesis yanqui interpretada por Shirley MacLaine. Y mandar al exilio a Maggie Smith tampoco nos hizo ni puta la gracia.
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