John Boyega: as¨ª es el robaplanos oficial de 'Star Wars'
Protagoniz¨® una pol¨¦mica racista entre los fans, pero ni el lado oscuro de los 'haters' ha podido frenarle
Vuelve el Halc¨®n Milenario, y Han Solo, y Leia, que ya no es princesa, sino general. Vuelven Luke Skywalker, Chewbacca y un remendado R2-D2. El despertar de la fuerza, s¨¦ptimo episodio de La guerra de las galaxias, recupera sus or¨ªgenes. Con esta entrega su director, J. J. Abrams, busca desvincularse del bluf de las precuelas, con su cargante Jar Jar Binks y los excesivos efectos digitales propios de un videojuego.
"Es un homenaje al pasado. Al fin y al cabo estamos hablando de hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana¡", opina John Boyega, el actor que encarna a Finn, uno de los nuevos protagonistas de la saga. Finn es un stormtrooper, un soldado imperial que, tras un momento de lucidez, se desvincula del lado oscuro. "Hasta ahora nadie se hab¨ªa fijado en el soldado individual. Son este tipo de historias las que har¨¢n que el universo de Star Wars perviva durante muchos a?os", reflexiona durante una jornada de prensa en Londres. Es toda una sorpresa que un pe¨®n de la numerosa armada se quite la armadura y salte a un primer plano. Para algunos, a¨²n m¨¢s desconcertante es que sea interpretado por un actor de raza negra. Desde que se desvelaron los nombres del reparto, algunos fans han expresado su descontento por la elecci¨®n de Boyega, y tambi¨¦n por el hecho de que uno de los rostros con m¨¢s relevancia en el tr¨¢iler sea una mujer (Rey, interpretada por Daisy Ridley) pilotando lo que parece un cami¨®n de chatarra volante.
Aunque se trate de una minor¨ªa de moscas cojoneras racistas la que ha avivado la pol¨¦mica, fue engordando como una bola de nieve en las redes sociales bajo el hashtag #blackstormtrooper. Boyega dedic¨® un post de Instagram a sus detractores, a quienes les dec¨ªa simplemente "acostumbraos" (la foto fue borrada de su cuenta posteriormente). J. J. Abrams ha mantenido un silencio sepulcral en torno a la trama, dejando que los fans desmenucen el tr¨¢iler y hagan sus elucubraciones. El realizador, que ya mantuvo a la audiencia en vilo con la serie Perdidos, se guarda varios ases en la manga, entre ellos qu¨¦ demonios ha pasado con Luke Skywalker y de d¨®nde vienen nuevos personajes como Rey. Antes del estreno solo se confirmaron novedades respecto a la forma. Hay un sable l¨¢ser cruciforme, los soldados tienen nuevo uniforme y el Imperio pasa a llamarse Primer Orden despu¨¦s de que el director y los guionistas imaginaran qu¨¦ habr¨ªa pasado si los nazis se hubieran escondido en Argentina despu¨¦s de la II Guerra Mundial.
El Primer Orden, por lo tanto, admira al Imperio y contin¨²a con su misi¨®n. Antes de ser seleccionado por Abrams, Boyega era un desconocido. Su rol m¨¢s relevante hab¨ªa sido el de cabecilla de unos pandilleros adolescentes en Attack the block, comedia de ciencia ficci¨®n sobre una invasi¨®n alien¨ªgena en una barriada de la capital brit¨¢nica. El actor de 23 a?os, hijo de un predicador nigeriano, creci¨® en el distrito londinense de Peckham, en un barrio de viviendas sociales similar al retratado en su primera peli. Peckham hoy rivaliza con Shoreditch como epicentro hipster, pero hace una d¨¦cada ten¨ªa el sobrenombre de "la milla del asesinato". Ah¨ª muri¨® Damilola Taylor, de 10 a?os, a manos de unos vecinos poco mayores que ¨¦l.
No pienso regalar ninguno de mis sables l¨¢ser, son todos m¨ªos"
Seg¨²n la prensa brit¨¢nica, la mayor parte de los compa?eros de colegio del actor hoy est¨¢n muertos o encarcelados. Boyega evita el tema y pinta una estampa muy diferente: "Lo ¨²nico peligroso era resbalarme yendo a comprar calzado de baile. Yo ve¨ªa mi barrio como un n¨²cleo de creatividad. Nunca tuve que esconder mi afici¨®n a la danza, a la interpretaci¨®n o la m¨²sica. Era algo que compart¨ªa y mis actuaciones eran legendarias", esgrime. El brit¨¢nico le debe el papel de su vida a YouTube. All¨ª encontr¨® un viejo v¨ªdeo del casting de Harrison Ford como Han Solo que le hizo entender que ten¨ªa que actuar como si no existiera peligro.
Fue la culminaci¨®n de siete meses de pruebas: "Me ayud¨® enormemente para mi ¨²ltima audici¨®n. Antes de ver el v¨ªdeo mis reacciones eran por defecto realistas, no estaban en la onda Star Wars". Hoy forma parte destacada del culto y posee nada menos que cinco sables l¨¢ser. "Creo que hay alguno m¨¢s en el armario", confi esa. "No regalar¨¦ ninguno, ?son todos m¨ªos!. ?Qu¨¦ hago con ellos? Pues lo que cualquier fan: empu?arlos".
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