El 'crossfit', el 'fofisano' y otras tendencias absurdas del 2015
En su momento las adoramos, ahora las repudiamos. He aqu¨ª 15 tendencias que son muy del a?o pasado
Bienvenido al loco mundo de las tendencias fugaces. La actualidad se mueve r¨¢pido y las modas y chorradas virales duran menos que una foto de Snapchat. 2015 ha sido un a?o lleno de novedades y, aunque muchas nos hayan dado para unos buenos titulares, dudamos que la mayor¨ªa sobrevivan al cambio de a?o. Enumeramos las modas m¨¢s masivas, absurdas y perecederas que ha parido el 2015.
Los muppies, los yuccies y otros sustitutos del hipster. Si algo hemos aprendido este a?o es que no hay que vender la piel del hipster antes de cazarlo. Los medios de comunicaci¨®n hemos vaticinado la muerte de esta tendencia cientos de veces en listas como esta. Fallamos. Estrepitosamente. M¨¢s all¨¢ de una curiosidad anecd¨®tica, las nuevas tribus urbanas no han calado en 2015 y probablemente no sobrevivan a 2016. Lo hipster es mainstream. Y est¨¢ aqu¨ª para quedarse.
El contouring. Maquilladores de todo el mundo alaban esta t¨¦cnica que consiste en dibujar las formas de la cara a base de iluminadores y sombras, pero su uso quedaba restringido, hasta hace poco, a los profesionales. Fue Kim Kardashian -siempre es Kim Kardashian- quien descubri¨® al mundo las bondades de convertir tu cara en un cuadro renacentista, pero los resultados -m¨¢s parecidos a los del Cristo de Borja- hicieron desistir a muchas de sus adeptas.
El fofisano. La tendencia peor traducida de la historia -en el original dad bod, cuerpo de padre- es tambi¨¦n una de las m¨¢s absurdas. Nada en contra de celebrar la belleza del cuerpo y los kilos de m¨¢s, pero dudamos que los it boys del mundo hayan corrido a desapuntarse del gimnasio y a hincharse a cervezas y queso rallado para estar a la moda. Simplemente no es realista, nunca lo fue. Y no, el hecho de que actores como Leonardo Dicaprio o Vince Vaughn hayan ganado unos kilos no cambia absolutamente nada.
El mon?ete masculino. La fiebre por la est¨¦tica hipster ha tocado techo con este atentado est¨¦tico. Su popularidad ha llegado a tal extremo que incluso hay empresas que comercializan mo?etes falsos, porque los calvos tambi¨¦n tienen derecho a ir hechos unos mamarrachos. A pesar de su presencia en publicidad y editoriales de moda, todo parece indicar que el reinado del mo?ete est¨¢ tocando a su fin. Un estudio -presumimos que totalmente desinteresado- de la empresa de productos de afeitado West Coast Shavings, asegura que el 63% de las mujeres los odian abiertamente. La Brigham Young University (EE.UU) los ha prohibido por encontrarlos ¡°extremos¡± y de mal gusto. El mundo le ha declarado la guerra a los mo?etes masculinos.
Los hoverboards. Otra tendencia de las que nos hicimos eco en Tentaciones fue la que protagonizaron estos modernos artilugios. El hoverboard parece el patinete de Regreso al futuro, es incre¨ªblemente f¨¢cil de usar y lo m¨¢s sorprendente: ?Se quema solo! La combusti¨®n espont¨¢nea de hoverboards ha copado las noticias de los ¨²ltimos meses y en un tiempo r¨¦cord ha pasado de ser el regalo estrella al fail m¨¢s grande de 2015. En Nueva York, donde est¨¢ prohibido su uso, se est¨¢n planteando legalizarlos. Probablemente para cuando lo hagan no quede ninguno. El l¨ªmite del paroxismo hoveboardiano se ha alcanzado esta Navidad cuando un cura ha aparecido de esta guisa en una iglesia de Filipinas. Huelga decir que lo han suspendido de su cargo.
Los drones. Son el futuro y probablemente estar¨¢n ah¨ª mucho tiempo, pero quiz¨¢ se nos haya ido de las manos nuestra obsesi¨®n con estos robots voladores. Los drones han sido los protagonistas de la mayor estafa de la historia de Kickstarter y lo que es peor, se han demostrado francamente peligrosos. Enrique Iglesias se hiri¨® la mano en un concierto con uno de estos aparatejos y hace apenas unos d¨ªas, un dron casi aplasta al esquiador Marcel Hirscher en plena carrera. Por si fueran poco peligrosos de por s¨ª, en EE.UU. la polic¨ªa est¨¢ empezando a utilizar drones con armas. En Espa?a estamos lejos de llegar a esos extremos. La Agencia Estatal de Seguridad A¨¦rea hizo p¨²blico este a?o un documento recordando las fuertes restricciones de uso a las que est¨¢n sujetos? en suelo espa?ol.
Don¡¯t judge me challenge. O lo que es lo mismo, una excusa para que los narcisistas se disfracen de feos para despu¨¦s demostrar al mundo que no, que son guapos. Esta moda naci¨® y muri¨® en las redes sociales, donde miles de j¨®venes colgaban v¨ªdeos de su ¡°transformaci¨®n¡±. A pesar del ¨¦xito del hashtag, las cr¨ªticas desde el principio fueron un¨¢nimes, por perpetuar estereotipos est¨¦ticos -ya sabes, las chicas con gafas y coleta son lo m¨¢s feo del mundo- y frivolizar con los complejos de los adolescentes.
Los cupcakes. ?Qui¨¦n quiere comer una magdalena de colores fl¨²or y decoraci¨®n barroca? Desgraciadamente mucha gente. Programas como?Guerra de cupcakes o un paseo por Malasa?a dan buena muestra de ello, pero confiamos en que sea una moda pasajera y en 2016 lo m¨¢s in de la reposter¨ªa sea un postre con colores que existan en la naturaleza. Apostamos por las torrijas.
Tidal. Beyonc¨¦, Jack White, Madonna y Usher promet¨ªan convertir esta plataforma de m¨²sica en streaming en una revoluci¨®n. Quiz¨¢ no hab¨ªan o¨ªdo hablar de una cosa llamada Spotify. Tidal se conviriti¨® en lo m¨¢s durante una media hora, para desaparecer en el olvido despu¨¦s. Ni los 56 millones de d¨®lares invertidos en el invento han conseguido hacerlo remontar.
El normcore. Ser normal es el nuevo ser especial. La m¨¢xima de esta tendencia unisex ya suena un tanto rid¨ªcula. A¨²n as¨ª, 2015 ha supuesto el estallido del normcore, que aboga por vestir con lo primero que pilles. Parece tentador y c¨®modo, pero no hace falta buscarle un nombre anglosaj¨®n, ni convertirlo en moda para justificarlo. Tu padre, probablemente, sea el mejor representante del normcore que tengas a tu alrededor. Y, as¨²melo, tu padre no es un trendsetter.
Hombres con pelos de colores, barbas de purpurina y dem¨¢s variantes festivo-capilares. Una tendencia que, creemos, no traspas¨® las fronteras de Instagram. Est¨¢n los bronies, hombres adultos -al menos f¨ªsicamente- que se disfrazan de Mi peque?o poni; Los merman, hombres que se ti?en el pelo para parecer sirenas (??); Y por ¨²ltimo los glitterbeard, se?ores que se llenan la barba de purpurina imbu¨ªdos por el esp¨ªritu navide?o. Inquietante.
El crossfit. Ya nos hicimos eco de esta fiebre hace unos meses y despu¨¦s de comprobarlo en nuestras fl¨¢cidas carnes podemos asegurar que combinar tortura y entrenamiento no es una buena idea. En Espa?a hay m¨¢s de 30.000 practicantes de esta pseudoreligi¨®n, lo que lo convierte en el segundo pa¨ªs de Europa con m¨¢s fieles. A¨²n as¨ª las voces cr¨ªticas contra este deporte extremo comienzan a hacerse notar. Hay formas mejores -y m¨¢s saludables- de ponerse en forma. Y si no, siempre te quedar¨¢ decir que no estas gordo, que eres un fofisano.
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